Vicente Vela, el pintor que deslumbr¨® a Loewe
El artista cre¨® al famoso anagrama de las cuatro ¡°L¡± y estudiaba sin descanso las ra¨ªces de la sociedad espa?ola. La firma le dedica ahora una retrospectiva.
En los a?os cincuenta Loewe abr¨ªa su primera tienda en la calle Serrano de Madrid. Era un espacio di¨¢fano, que permit¨ªa ver desde fuera el interior. Por primera vez los escaparates se acercaban al mundo de la ilusi¨®n, dejando adivinar c¨®mo era el lujo que aguardaba dentro de aquellas paredes. Esa apertura fue obra del arquitecto Javier Carvajal, el primero en insistir tambi¨¦n en que los productos deb¨ªan mostrarse en los escaparates como si fueran obras de arte. Haciendo hincapi¨¦ en que para lograrlo era imprescindible contar con aportaciones de artistas.
Fue Carvajal quien introdujo a Vicente Vela en Loewe, el que se convertir¨ªa en alma creativa de la firma durante cuarenta a?os y al que hoy la Fundaci¨®n Loewe, un a?o despu¨¦s de su fallecimiento, rinde homenaje en ese primer espacio ubicado en Serrano 26.??La arquitecta Nuria Julbe ha sido la encargada de comisariar esta retrospectiva que pretende mostrar no solo los dise?os m¨¢s reconocidos del artista, sino su personalidad creativa, la que dio lugar al famoso anagrama de las cuatro ¡°L¡± y la que estudiaba sin descanso las ra¨ªces de la sociedad espa?ola. Una exposici¨®n que cuenta a grandes rasgos c¨®mo era aquel pintor que conquist¨® a Loewe.
Julbe nos aguarda entre las paredes as¨¦pticas de un espacio lleno de color. El rojo y el negro de la colecci¨®n Manhattan, ideada en 1982 para la apertura de la tienda de la Quinta Avenida, contrasta con la madera sobria y sin arabescos de la colecci¨®n L 60, que nac¨ªa a comienzos de esa d¨¦cada. ¡°Quer¨ªamos seleccionar unas bases m¨ªnimas que contasen todo lo que Vela era para Loewe d¨¢ndole una visi¨®n actual. Busc¨¢bamos piezas que hubieran perdurado en el tiempo y no se vieran trasnochadas en la actualidad¡±, explica la comisaria.
Paseando entre los frascos de la fragancia L de Loewe, Loewe Pour Homme, Aire o Gala, tambi¨¦n obra de Vela, descubrimos los trabajos minimalistas de un hombre elegante y lleno en ocasiones de excesos, llegando a rozar el barroquismo con sus creaciones, aunque viendo esta selecci¨®n de piezas nadie se atrever¨ªa a aventurarlo. Las lineas puras, los acabados perfectos y la incre¨ªble documentaci¨®n que hab¨ªa detr¨¢s de cada colecci¨®n demuestran que Vela era un hombre concienzudo, perfeccionista hasta el extremo. Un artista que beb¨ªa de todo lo que encontraba a su alrededor para despu¨¦s darle forma.
Viajaba con una c¨¢mara de fotos en la que atrapaba cada detalle, intentado descubrir cu¨¢les eran las ra¨ªces de nuestra cultura. Los caballos, la cer¨¢mica sevillana, un antiguo tesoro Fenicio descubierto en 1958 o los lienzos de los artistas espa?oles m¨¢s reconocidos, serv¨ªan a Vela de inspiraci¨®n para crear colecciones que han dado lugar a piezas tan m¨ªticas como el Bolso Amazona o las joyas de la colecci¨®n del Tesoro de Carambolo, ideadas en la Navidad de 1992.
¡°Vicente nunca dej¨® de pintar, para ¨¦l el arte y el dise?o estaban completamente unidos¡±, indica Julbe mientras contemplamos unas l¨¢minas en las que pueden apreciarse el dise?o de unos gemelos. ¡°Era muy curioso el proceso creativo: ¨¦l se inspiraba e investigaba para tener unas bases s¨®lidas sobre las que dise?ar sus colecciones. Despu¨¦s hac¨ªa dibujos art¨ªsticos y el equipo que ten¨ªa a su alrededor pasaba esas ideas a la parte t¨¦cnica, para poder hacer prototipos y, posteriormente, las piezas¡±. Los dibujos que contemplamos pertenecen a Julia Le¨®n y quiz¨¢ lo m¨¢s curioso es leer las anotaciones que hay a los lados: algunos tienen flechas como se?al de aprobaci¨®n, en otros un ¡°no¡± indica que esos modelos se descartaron.
Ejemplos como este encontramos varios a lo largo del recorrido. Parec¨ªa interesante descubrir el modo de trabajar de este genio, contemplar la artesan¨ªa y el buen trazo de unos dibujos que se hac¨ªan siempre a manos cuando no exist¨ªa el ordenador. Apuntes con letra retorcida, colores o medidas, indicaciones para lograr piezas ¨²nicas que esta vez podemos ver unidas a sus bocetos.
Pintor y escen¨®grafo de algunos de los grandes dramas de Antonio Buero Vallejo, Francisco Neiva o Antonio Gala, Vela siempre sinti¨® una atracci¨®n especial por la obra de Goya, Picasso o Vel¨¢zquez. ¡°Uno de los trabajos que m¨¢s llam¨® mi atenci¨®n fueron unos panales de tama?o DIN-A1 que conten¨ªan fragmentos de cuadros de distintos pintores. Debajo hab¨ªa muestras de color que intentaban reproducir los tonos de cada fragmento¡±, explica Julbe. Un estudio que Vela plasm¨® sobre pa?uelos y corbatas de seda que podemos ver en la exposici¨®n de un modo distinto a como suelen mostrarse este tipo de piezas. Los pa?uelos no est¨¢n enmarcados, tampoco extendidos. No podemos ver con claridad los dise?os, porque lo que importan, en este caso, son los tonos.
Resulta sorprendente admirar los dise?os que Vela hizo para Loewe, tan pulcros, elegantes y estudiados, y compararlos con la inquietud y la abstracci¨®n de sus lienzos. Uno de ellos ¡®Nacimiento org¨¢nico¡¯, de 1973, cuelga de una de las paredes blancas. Nadie dir¨ªa que lo pint¨® la misma mano que dise?¨® el sobrio anagrama de la casa. Su pintura figurativa rozaba el surrealismo y se convert¨ªa en una v¨ªa de escape para un hombre que, seg¨²n indican algunos estudiosos, escapaba de una realidad que no le gustaba. ¡°Desde la lectura personal que he hecho sobre su obra¡±, explica Julbe, ¡°me atrever¨ªa a decir que la pintura era su v¨ªa de escape m¨¢s on¨ªrica. Tal vez, acostumbrado a realizar creaciones que se llevaban a la pr¨¢ctica necesitaba acariciar un mundo menos plausible¡±.
Durante las cuatro d¨¦cadas que Vela trabaj¨® para Loewe colabor¨® con los grandes creadores que realizaron dise?os para la casa. As¨ª, mientras Karl Lagerfeld, Dario Rossi o Giorgio Armani dejaban parte de su ingenio en la firma para despu¨¦s seguir sus propios caminos, Vela descart¨® esa prometedora carrera solo como artista pict¨®rico para unir moda y arte bajo uno de los anagramas m¨¢s famosos de la historia. El artista lleg¨® por casualidad a Loewe y se qued¨®, durante cuarenta a?os.
Vicente Vela en LOEWE (1958-1998). LOEWE, calle Serrano, 26. Madrid. Hasta mediados de abril de 2016 [Lunes a s¨¢bado: 10:00 a 20:30h. Domingos y festivos: 11:00 a 20:00h].
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