Mujeres de medalla
Desde 2012, a?o en el que 11 de las 17 medallas de los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres fueron conseguidas por chicas, el goteo incesante de podios se sucede. Estamos de enhorabuena.
Lunes, 09:53 h. La campeona del mundo acaba de finalizar la primera parte de su entrenamiento y est¨¢ pr¨¢cticamente sola. Con la coleta despeinada y la camiseta por fuera, recoge la infinidad de volantes esparcidos por la pista. Ver todo el suelo lleno de esas pelotitas de corcho blanco y plumas impresiona. Puede haber m¨¢s de 300. Y todas acaba de lanzarlas ella. Algunas a m¨¢s de 330 kil¨®metros por hora. Termina y coge un bocadillo de la mochila. ??Te importa que vaya comiendo? Si no, no me va a dar tiempo?, se disculpa con gracejo andaluz. Un grupo de chavales estira en la puerta de este pabell¨®n del Centro de Alto Rendimiento de Madrid, la Blume. Hay un par de codazos. Un susurro: ?Oye, ?esa no es¡??. S¨ª. Lo es. La del b¨¢dminton. Carolina Mar¨ªn. La campeona del mundo. Y la ¨²ltima en apuntarse a la fiesta del deporte femenino espa?ol. Porque a los Nadal, Gasol y Alonso les ha salido competencia. Y el relevo lo han tomado ellas, las mujeres.
Lo suyo ha sido una carrera de fondo. Los Juegos de Barcelona fueron los que abrieron las puertas de la gloria a las deportistas nacionales. Y el pomo lo gir¨® la judoca Miriam Blasco sobre el tatami del Palau Sant Jordi el 31 de julio de 1992, cuando gan¨® la primera medalla ol¨ªmpica espa?ola de la historia. Faltaba un a?o para que Carolina Mar¨ªn naciera. Mireia Belmonte ten¨ªa 2. ?Yo s¨®lo tuve la suerte de que mi oro fuera el primero. Pero no estuve yo sola. En general, todas las mujeres que fuimos a esas Olimpiadas abrimos una nueva oportunidad?, explica Miriam, 23 a?os despu¨¦s. Arantxa S¨¢nchez Vicario, Conchita Mart¨ªnez, Theresa Zabell o Mercedes Coghen tambi¨¦n derribaron muros. ?El deporte espa?ol cambi¨® a partir de 1988. Con la llegada de las becas ADO se profesionaliz¨®. Barcelona¡¯92 estaba ah¨ª y Espa?a quer¨ªa obtener un buen resultado. Pero lo m¨¢s importante no fueron las 22 medallas que se consiguieron. Ni las ocho ganadas por mujeres. Lo importante es que muchas, despu¨¦s, nos quedamos ah¨ª. En pol¨ªtica, o luchando, sin m¨¢s, para impedir que se cerrara la puerta que hab¨ªamos abierto?, contin¨²a.
Mireia Belmonte, la mejor deportista espa?ola de la historia, lleva vestido de Antonio Garc¨ªa.
F¨¦lix Valiente
Un 21% de las licencias deportivas que hoy hay en Espa?a son femeninas. De los 3.394.635 inscritos en 66 federaciones, 2.682.608 son hombres (79%) y 712.027 mujeres. La estad¨ªstica se ha duplicado en los ¨²ltimos 30 a?os. Pero a¨²n queda mucho por hacer. De cada cinco nuevas, cuatro son masculinas y s¨®lo una femenina. ?El d¨ªa que se hable s¨®lo de ¨¦xitos del deporte, sin g¨¦nero, habr¨¢ igualdad?, rese?a Vero Boquete, nominada por la FIFA al ¨²ltimo Bal¨®n de Oro. La misma que tuvo que emigrar para vivir del f¨²tbol. A Rusia, Turqu¨ªa, EE UU o Alemania, su ¨²ltimo destino. Algo parecido les ocurre a Las Guerreras, pseud¨®nimo por el que se conoce a las jugadoras de la selecci¨®n de balonmano. Este grupo de chicas emocion¨® a Espa?a con su bronce en los Juegos de Londres. Eli Pinedo es una de las pocas que sigue aqu¨ª, en su club, el Bera Bera (Donosti). ?Cualquiera de mis compa?eras firmar¨ªa por un contrato de mil euros?, confesaba un a?o despu¨¦s de la gesta. ?Me siento una privilegiada?. Y, como ella, s¨®lo seis. El resto ha tenido que coger la maleta para poder vivir de este deporte. Hoy en d¨ªa, Las Guerreras est¨¢n divididas en seis pa¨ªses: Espa?a, Francia, Alemania, Macedonia, Hungr¨ªa y Dinamarca. A pesar del bronce en 2012.
Los Juegos de Londres fueron los de las mujeres. Por primera vez ellas ganaron m¨¢s que ellos: 11 medallas de 17. Una de las protagonistas fue Mireia Belmonte. El 1 de agosto de 2012 el mundo entero la conoci¨® y se enamor¨®. Hasta esa fecha, en la historia de la nataci¨®n ol¨ªmpica, Espa?a s¨®lo registraba cuatro medallas. Nina Zhivanevskaya, rusa nacionalizada, era la ¨²nica mujer de la lista, con un bronce en 200 metros espalda. Pero esa era una foto antigua, lejana, de Sidney 2000. Con la llegada de Mireia todo cambi¨®. En su etapa junior hab¨ªa sido campeona del mundo, pero en los Juegos se bloqueaba. P¨¢nico esc¨¦nico. Su entrenador, Fred Vergnoux, ide¨® un plan para que no le ocurriera lo mismo que en Pek¨ªn: le puso un psic¨®logo deportivo dos d¨ªas por semana y la apunt¨® a seis pruebas, no s¨®lo a aquellas dos en las que era especialista. Fred quer¨ªa que ella se concentrara solo en nadar. Que fuera Mireia. Sin presi¨®n.
La jugadora de b¨¢dminton Carolina Mar¨ªn Carolina lleva vestido de ?scar de la Renta, zapatos de Christian Louboutin y anillo de oro rosa con rub¨ªes, de Su¨¢rez.
F¨¦lix Valiente
El primer d¨ªa, en 400 metros estilos, lleg¨® a la final, pero en las dos siguientes pruebas no. Al cuarto d¨ªa, su entrenador se despidi¨® de ella: ?Ma?ana me voy. T¨² qu¨¦date. Yo no estoy aqu¨ª para esto?. ?Y la pic¨®?, asegura Alberto Mart¨ªnez, especialista en nataci¨®n del diario AS. Al d¨ªa siguiente, se enfrent¨® a la final de 200 metros mariposa como jam¨¢s lo hab¨ªa hecho en su vida. Fue la primera, todo el tiempo, y s¨®lo en el tercer viraje, la china Jiao pudo arrebatarle el oro. ?Si pienso en el momento en que consegu¨ª esa medalla, tengo que reconocer que me sent¨ª liberada de una cierta presi¨®n. Fue algo ¨²nico?, recuerda, tres a?os despu¨¦s. Y consigui¨® algo m¨¢s. Porque ese 1 de agosto, cuando emergi¨® del agua, el deporte femenino espa?ol habr¨ªa cambiado para siempre. Su medalla fue la primera de Espa?a en aquellos Juegos. Dos d¨ªas despu¨¦s, se har¨ªa con una plata, en 800 metros, convirti¨¦ndose en la mejor nadadora de la historia de este pa¨ªs al lograr algo que nadie antes hab¨ªa conseguido: dos medallas en ese tipo de competici¨®n deportiva. ?Tras ganar la primera tuve la intuici¨®n de que otros colegas tambi¨¦n lograr¨ªan sus objetivos?, cuenta. Y no se equivoc¨®: marc¨® el paso de las siguientes. Llegaron los oros en vela de Las Chiquitas y Marina Alabau. Y la plata de Brigitte Yag¨¹e (taekwondo) y las dos medallas de la sincro. Y los bronces de Las Guerreras, Maider Unda (lucha) y Maialen Chourraut (pirag¨¹ismo). O la plata del waterpolo. Este ¨²ltimo equipo triunf¨® por su uni¨®n sin fisuras y su entrenador, Miki Oca. Porque la experiencia que a ellas les faltaba ya la pon¨ªa ¨¦l, campe¨®n ol¨ªmpico y del mundo. ?Las llev¨¦ a la piscina vac¨ªa y les dije: ¡®Imaginadla llena¡¯. Cuando fui a Barcelona¡¯92, salir y ver al p¨²blico fue un impacto brutal. Quer¨ªa que ellas se anticiparan a esa sensaci¨®n. En waterpolo, si arrancas tarde, te han metido dos goles?, asegura Oca. Tres semanas antes, adem¨¢s, el entrenador hab¨ªa pedido a las familias de las chicas que grabaran mensajes de ¨¢nimo. ?Ninguna sab¨ªa que yo ten¨ªa ese v¨ªdeo. Me lo guard¨¦ para empujarlas si las ve¨ªa flaquear?. El momento lleg¨® tras los cuartos. ?Las vi con muchas dificultades ante Gran Breta?a y se lo puse antes de jugar la semifinal?. Ganaron la plata ol¨ªmpica. Y el oro mundial en 2013. Y el europeo en 2014.
Las gimnastas Artemi Gavezou, Lourdes Maldonado, Sandra Aguilar y Alejandra Quereda llevan prendas y accesorios de ?scar de la Renta, Aristocrazy, Swarovski, Alfredo Villalba, Su¨¢rez, Roberto Diz y Viceroy.
F¨¦lix Valiente
??Dicen que el deporte femenino espa?ol vive su ¨¦poca dorada, pero no. ?ste es s¨®lo el comienzo?. Habla Ana Mu?oz, directora general del Consejo Superior de Deportes (CSD) y una de esas pol¨ªticas que, como Miriam Blasco, no dejan de luchar en los despachos: ?Cuando llegu¨¦, en 2013, el departamento Mujer y Deporte estaba dentro de Promoci¨®n Deportiva y Deporte Paral¨ªmpico y su subvenci¨®n era de 320.000 euros. Casi nada?. Lo primero que hizo fue crear una subdirecci¨®n y subir la prestaci¨®n a 1.400.000. Pero puso condiciones. ?S¨®lo pod¨ªan optar aquellas federaciones que implantaran protocolos contra abusos sexuales e incorporaran a sus juntas directivas un m¨ªnimo de tres mujeres?. Y eso que, dice, ella no es partidaria de pol¨ªticas de cuotas. ?Pero aqu¨ª era necesario. La diferencia es tan abismal que las mujeres no habr¨ªan llegado de manera natural?.
Porque, a¨²n hoy, y con Londres a las espaldas, sigue habiendo nubarrones. Partidos de f¨²tbol de la liga regional andaluza donde un espectador le grita a una ¨¢rbitro: ??Vete a fregar, que este no es tu sitio!?. O el espacio que las noticias dedica al deporte femenino: s¨®lo un 5,5% al a?o, seg¨²n un estudio de la Universidad de Salamanca. O las cr¨ªticas a Lydia Valent¨ªn, campeona de Europa de halterofilia en 2014 y 2015, por ser rubia y guapa, por arreglarse y pintarse, por ser femenina en una disciplina considerada de hombres. O la invisibilidad m¨¢s all¨¢ de las medallas. ?Londres lo cambi¨® todo. Se habla m¨¢s del waterpolo. Cuando jugamos con Espa?a, la piscina se llena. Pero hay quien nos pregunta qu¨¦ hacemos el resto del a?o?, relata la jugadora Laura L¨®pez. Lo que hacen es ganarse el sitio en sus clubes. Y en esos partidos, la grada sigue igual. Familia y amigos, poco m¨¢s. ?Una medalla es lo m¨¢s grande que a un deportista puede pasarle. Pero a m¨ª, lo que es cambiarme la vida, s¨®lo lo hizo el primer a?o?, cuenta Briggite Yag¨¹e, subcampeona ol¨ªmpica de taekwondo. Hubo fiestas, galas y alfombras rojas. Pero en 2013 no fue al mundial por una lesi¨®n y su nombre se diluy¨®. Y eso que es la n¨²mero 3 del mundo. Y es que, para que a una mujer se la vea, no le vale con ganar una vez. Tienen que ser dos. O tres.
Las futbolistas Vero Boquete, Lola Gallardo, Amanda Sampedro y Nagore Calder¨®n llevan prendas de Max Mara y Marella.
F¨¦lix Valiente
Pero si en Espa?a hay una federaci¨®n que cuenta con ellas, ¨¦sa es la de baloncesto. Todo gracias al empe?o de su presidente, Jos¨¦ Luis S¨¢ez. ?Desde que llegu¨¦, en 1998, lo tuve claro: apost¨¦ por darles facilidades a nivel econ¨®mico pero tambi¨¦n visibilidad?. Diecisiete a?os despu¨¦s, los n¨²meros le avalan. El baloncesto es el deporte con m¨¢s licencias femeninas (144.748) y acumula 48 medallas en su historial. Las ¨²ltimas fueron dos platas, ante EE UU, en 2014: una, la de la Sub-17, con una jugadora, ?ngela Salvadores (a quien llaman la pr¨®xima Amaya Valdemoro), capaz de meter 40 puntos, y la otra, la de la absoluta, la campeona de Europa en 2013, que peg¨® en esta final a 1.413.000 personas (9%) al televisor. Y es que la retransmisi¨®n de partidos es especialmente importante, la clave del despegue, seg¨²n Ana Mu?oz. Cuando se produce una gran difusi¨®n de las competiciones ?aparecen los patrocinadores, que ayudan a compensar la falta de recursos. Adem¨¢s, las deportistas espa?olas atraen a las marcas por razones sociol¨®gicas: encarnan tantos valores que son unas embajadoras magn¨ªficas para cualquiera firma?, explica la directora general del CSD.
Ellas son como lluvia fina que va calando. ?Otras las imitan?, precisa Patricia Ram¨ªrez, psic¨®loga deportiva: ?Mujeres que no se ve¨ªan capaces, al verlas, entienden que s¨ª, que se puede?. Kety Moussa tiene 52 a?os, corre en el club VG Running y nunca ganar¨¢ una medalla ol¨ªmpica, pero su experiencia es ejemplo de esta situaci¨®n: ?Yo empec¨¦ a correr en 1991 y entonces era considerada la loca del barrio. El portero me dec¨ªa: ¡®?Pero ad¨®nde vas t¨² sola por ah¨ª?¡¯. Y, ahora, mira, somos infinidad?. Vicente Capit¨¢n, uno de los organizadores de la Carrera de la Mujer, puede contarlas: ?Cuando comenzamos, el reto era intentar llegar a 1.000, un 10% de los participantes de la San Silvestre?. Era 2004 y se inscribieron 4.000. Once a?os despu¨¦s son 107.000. ?Y que cada vez haya m¨¢s mujeres haciendo deporte en la calle tiene mucho que ver con nuestras deportistas. ?Mira a Carolina Mar¨ªn! Lo que ha hecho es incre¨ªble. Como Manolo Santana en tenis o ?ngel Nieto en las motos. ?Las ni?as, y los ni?os, ahora piden jugar al b¨¢dminton!?.
Las jugadoras de baloncesto Amaya Valdemoro, Leonor Rodr¨ªguez y ?ngela Salvadores llevan prendas y accesorios de ?lex Vidal, H&M, Swarovski y Alvarno.
F¨¦lix Valiente
Lil¨ª ?lvarez naci¨® en 1905 y pas¨® a la historia por ser la primera deportista espa?ola. Fue tenista, patinadora, esquiadora, alpinista, piloto de coches y la pionera en representar a Espa?a en unos Juegos (1924). ?Pues lo de Carolina Mar¨ªn es parecido?, insiste Capit¨¢n. Ella tambi¨¦n ha roto moldes. Desde el 31 de agosto de 2014, cuando se proclam¨® campeona del mundo en un deporte, el b¨¢dminton, con apenas 7.000 licencias en Espa?a. Fue en una final ag¨®nica, ante la n¨²mero 1, la china Xuerui Li, y con picos de audiencia de un mill¨®n y medio de espectadores en Teledeporte. Ese d¨ªa, Carolina ya era campeona de Europa. Lo hab¨ªa logrado unos meses antes. Pero entonces nadie la conoc¨ªa. No hab¨ªa focos. En Asia, donde el b¨¢dminton es religi¨®n, s¨ª. ??F¨ªjate cu¨¢nto! Cuando el ministro de Deportes de Indonesia pis¨® Espa?a, lo primero que hizo fue pedir conocerla?, cuentan en el CSD.
Pero las mujeres espa?olas no s¨®lo ganan medallas ol¨ªmpicas. Tambi¨¦n son campeonas del mundo de petanca (Yolanda Matarranz), kitesurf (Gisela Pulido) o trial (Laia Sanz). Campeonas de todo en 2014. Mireia Belmonte gan¨® ?53 medallas en un a?o! Ona Carbonell, cuatro. Las Guerreras obtuvieron la plata en Europa y la selecci¨®n de gimnasia r¨ªtmica, otra vez, fue proclamada la mejor del mundo, en un deporte donde la repetici¨®n raya el infinito: ?Entrenamos a?o y medio para un ejercicio de 02:20 minutos. Acabas aborreciendo su m¨²sica¡?, explican. Dieciocho meses. Siete horas. Cada d¨ªa, lo mismo. Y 2014 tambi¨¦n fue el a?o de Ruth Beitia (lo comenz¨® como cada 1 de enero, pensando: ??Me aguantar¨¢n las piernas??, y lo cerr¨® campeona de Europa en salto de altura a sus 36 a?os).
La campeona de taekwondo Brigitte Yag¨¹e lleva vestido de Ana Locking y anillo ba?ado en oro de Uno de 50.
F¨¦lix Valiente
Ese mismo a?o, la selecci¨®n femenina de f¨²tbol se clasific¨® para un Mundial por primera vez en su historia. El de Canad¨¢, del 6 de junio al 5 de julio. Pero en hierba artificial y no natural. Un matiz impensable en el de chicos. Y es que el f¨²tbol quiz¨¢ sea el deporte donde m¨¢s lejos se est¨¦ de la igualdad. ?Ellos lo eclipsan todo?, asume Vero Boquete. Las licencias femeninas suponen un 4,74% de las 855.987 totales. ?Sabemos que depende de nosotras que esto siga tirando?. Lo dice Lola Gallardo, jugadora del Atl¨¦tico F¨¦minas, subcampe¨®n de Liga y clasificado para la Champions por primera vez. ?Es muy importante que nosotras representemos al f¨²tbol espa?ol y por eso nuestro futuro depende de lo que hagamos en este Mundial?, se?ala Amanda Sampedro, tambi¨¦n del F¨¦minas: ?Todo va muy lento, pero al menos caminamos?. Su liga comenz¨® en Espa?a en 1988. A¨²n es joven. Hoy, las ni?as que empiezan a practicarlo no tienen por qu¨¦ ser Cristiano o Messi. Pueden ser Vero Boquete. ?Y eso es m¨¢s premio que un Bal¨®n de Oro?, agradece. Ella, hasta los 15 no descubri¨® que una f¨¦mina pod¨ªa ser tambi¨¦n futbolista.
?Las mujeres no pelean por sentirse m¨¢s que los hombres. Simplemente reivindican dedicarse a lo que les apetece. Ya sea ser ejecutivas, madres o deportistas?, puntualiza Ana Mu?oz. ?Cuando me di cuenta de que algunas programaban sus embarazos en funci¨®n de los ciclos ol¨ªmpicos, destin¨¦ parte de los apoyos del CSD a ayudarlas a compaginar ambos deseos?. Otras deportistas, como Alejandra Quereda, capitana de r¨ªtmica, conjugan entrenamientos y estudios (Medicina, en su caso). Lorena Luaces eligi¨® ser s¨®lo atleta. ?Combinaba entrenamientos y una jornada laboral de siete horas cuando compet¨ª en el Mundial de Mosc¨² 2013?. Pero se dio cuenta de que, si quer¨ªa llegar a R¨ªo 2016, deb¨ªa dejar el trabajo. ?Desde entonces, s¨®lo entreno. Cada d¨ªa, 30 kil¨®metros. ?Me paso la vida dando vueltas al CAR!?, dice. Sin que ninguna c¨¢mara la filme. Sola. Con su cabeza y con su m¨²sica.
Las chicas de la selecci¨®n de waterpolo visten prendas y complementos de Duyos, The 2nd Skin, H&M, Zara, Adolfo Dom¨ªnguez, Alex Vidal, Ogadenia D¨ªaz y Emporio Armani.
F¨¦lix Valiente
?Yo, R¨ªo, a¨²n lo veo lejos. Primero est¨¢ el Mundial¡?, explica Carolina Mar¨ªn, mientras busca la goma del pelo para volver a hacerse la coleta. ?Porfa, desmaquilladme bien, que sino mi entrenador me rega?a?. Son las 10:47 y a menos diez debe estar otra vez raqueta en mano. Entre un pabell¨®n y otro, a paso normal, se tardan seis minutos, as¨ª que echa a correr. Vista por detr¨¢s, parece una chica normal que no quiere llegar tarde a clase. Pero no. Carolina corre porque cada minuto que pierde es uno que no se entrena para ser la n¨²mero uno del ranking. Lo tiene ah¨ª. A 600 puntos. Y mir¨¢ndola, mientras se aleja, una piensa: ?Llegar¨¢. Seguro?.
Las deportistas Ruth Beitia, Eli Pinedo, Lydia Valent¨ªn y Lorena Luaces visten prendas y complementos de Max Mara, Su¨¢rez, Adolfo Dom¨ªnguez, Hilfiger Collection, Tous y Roberto Verino.
F¨¦lix Valiente
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