Naomi Campbell traslada sus rabietas a la tele
La modelo es el terror del jurado del programa The Face, que acaba de estrenarse en el Reino Unido.
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En estos tiempos que corren hasta las s¨²per modelos tienen que diversificar. Unas dise?an, otras hacen fotos, otras comercializan cosm¨¦tica org¨¢nica. Naomi Campbell ha decidido ir a televisi¨®n para amadrinar modelos. Si puede llamarse as¨ª. La top brit¨¢nica produce y protagoniza The Face, un concurso de telerrealidad donde varias aspirantes a maniqu¨ªes compiten por un contrato con la marca de maquillaje Max Factor. Las premisas son similares al formato de America¡¯s Next Top Model de Tyra Banks ?y sus spin-offs, con la diferencia de que en The Face (como en La Voz) 3 jueces y mentores que compiten entre s¨ª. El programa va por su segunda temporada en Estados Unidos y acaba de estrenarse en el Reino Unido, dentro de la cadena Sky Living.
En la versi¨®n estadounidense Naomi llam¨® a Coco Rocha y Karolina Kurkova, que acaban de ser sustituidas por Anne V y Lydia Hearst. En Gran Breta?a se ha juntado con Erin O¡¯Connor y la modelo sueca y ¨¢ngel de Victoria Secret Caroline Winberg. O¡¯ Connor y Winberg dan la constante impresi¨®n de estar intimidadas por su jefa. No pilla de sorpresa, teniendo en cuenta el car¨¢cter de Campbell y las noticias que aseguran despidi¨® sin miramientos a Rocha y Kurkova.
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Con sus rivales televisivas Erin O¡¯Connor y Caroline Winberg
Getty Images
La modelo londinense que cuenta con 27 a?os de experiencia, quiere ayudar a las que empiezan. Pero su historial de berrinches, bofetadas y lanzamiento de m¨®viles no hacen de Campbell la persona id¨®nea para proteger y tratar con paciencia a j¨®venes novatas. ?O s¨ª?. Porque esto es un reality y precisamente el morbo es asistir a peleas de gatas y comprobar si Campbell pierde en alg¨²n momento los papeles.
No decepciona. ?En el primer episodio aterriza (sola) en un jet privado, escucha despreciativa las cuitas adolescentes y llora de risa al comprobar la torpeza de una chica desfilando. Y no pierde ocasi¨®n para demostrar que no ha perdido nada de su belleza y buen hacer. Su clase magistral de pasarela provoca una experiencia casi religiosa entre sus alumnas. ¡°Es como si caminara sobre el agua¡± dice una de ellas.? Entre la falsa dulzura de Winberg y la calma razonable de O'Connor, Campbell representa perfectamente su papel de diablo vestido de Ala?a.
¡°?Viento, por favor!¡± solicita la top antes de posar? -melena al aire- con ventilador y? vestido de McQueen. ¡°?D¨®nde est¨¢ tu cuaderno? ?Ten¨¦is que tomar apuntes cada vez que hablo!¡± brama a sus atemorizadas pupilas. Su repertorio de miradas de soslayo, empellones verbales y amenazante vaiv¨¦n de dedo ¨ªndice es propio de madrastra de Blancanieves cruzada con una folcl¨®rica indignada. Durante una sesi¨®n con la fot¨®grafa Ellen von Unwerth dirige a las chicas a grito pelado; cuando escucha una pelea irrumpe furiosa en la habitaci¨®n y obliga a las culpables a darse un abrazo poco convincente.
El mantra y consejo principal para sus chicas es que no han ido ah¨ª ¡°para hacer amigas¡± Pero, ojo, habr¨ªa que avisarles de que tampoco conviene buscarse enemigas. Luo Zilin, una de sus protegidas en la versi¨®n estadounidense fue vista en Ibiza acurrucada con el ex de Campbell, Vladislav Doronin. La top no perdon¨® la traici¨®n y movi¨® hilos para que la despidieran de su agencia Mix Model Management.
Aprender c¨®mo posar y desfilar de un icono como Naomi est¨¢ muy bien, pero si las participantes tuvieran que quedarse con un consejo ¨²til, ?hay uno que deben grabar a fuego: mucho cuidado con la Campbell.
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