Dolce & Gabbana o ese par de angelotes renacentistas

Ya que en septiembre pasado presentaron por ¨²ltima vez su segunda l¨ªnea, Domenico Dolce y Stefano Gabbana han puesto toda su carne, bien empapada de folclore italiano, ba?ada en frescos de Ghirlandaio, Carracci o Botticelli hasta Rafael y Caravaggio, con reminiscencias D&G, en el asador.?

El Palacio de Capodimonte les sirve a Dolce & Gabbana como inspiraci¨®n para recrear ese perfecto escenario del barroco napolitano y siciliano en el que no deber¨ªan faltar forjados, esculturas grotescas y columnas corintias aunque ellos todo lo arreglen con enormes espejos y?chandeliers. Es en sus aristocr¨¢ticos y hedonistas dise?os de oto?o-invierno 2012/13 donde se nota el peso del m¨¢rmol coloreado, las florituras, los dorados, los querubines, el lapisl¨¢zuli y las ¨¢gatas t¨ªpicas del sur de Italia en el siglo XVII.

Mantillas, puntillas, pololos, Chantilly, nacarados, brocados, gorgueras, culottes y capelinas en blanco, negro y dorado, que procesionan con estampados tapiz y bodeg¨®n o leopardo. Menci¨®n aparte merece el ajuar de joyas y complementos. M¨¢s de mil a?os se necesitar¨ªan para hacer un albar¨¢n detallado de sus pendientes, collares, gafas, guantes, tiaras,?minaudi¨¨res y algunos de sus bolsos cl¨¢sicos -como el Sicily- revisitados.