?Qu¨¦ significa hoy Lacoste?
Sin revivir el pasado, Felipe Oliveira Baptista expresa en la Semana de la Moda de Nueva York la esencia de la firma del cocodrilo.
Existen dos caminos a tomar cuando un dise?ador coge las riendas de una firma de moda con solera: el de revivir el pasado y reinterpretar las piezas estrella de una marca (v¨¦ase el caso de?Chanel con Karl Lagerfeld a la cabeza) o, por el contrario, romper con la tradici¨®n y presentar un producto que nada tiene que ver con su esencia, como ocurri¨® con?Christophe Decarnin en Balmain. Sin embargo, ?qu¨¦ pasa cuando un creador encuentra una tercera salida que consiste en no actualizar las referencias de una maison, sino de expresar qu¨¦ supone ¨¦sta hoy en d¨ªa? O lo que es lo mismo, ?c¨®mo se puede ser fiel al origen sin caer en la reinterpretaci¨®n constante? Las respuestas las tienen Felipe Oliveira Baptista, nuevo director creativo de Lacoste, y su colecci¨®n de primavera-verano 2012.?
Tras varios a?os de ausencia, el pasado 10 de septiembre la firma del cocodrilo volvi¨® a la Semana de la Moda de Nueva York para inaugurar la era Baptista tras la salida, hace un a?o, de Christophe Lemaire, actual director creativo de Herm¨¦s. Y sucedi¨® lo inimaginable. Quiz¨¢s porque el p¨²blico presupon¨ªa un aire sport o porque cuesta imaginar una prenda sin el sello Lacoste, pero el dise?ador portugu¨¦s enamor¨® a la prensa gracias al giro, sutil y atrevido a la vez, con el que se estren¨®.?
Ni logos visibles, ni polos de piqu¨¦. La pasarela se llen¨® de un allure franc¨¦s materializado en los cl¨¢sicos vestidos de tenis confeccionados esta vez en seda, pantalones chinos, blazers de punto o camisetas deportivas convertidas en minivestidos, todos ellos estructurados en l¨ªneas sencillas de cierto aire masculino y con una elegante paleta crom¨¢tica en tonos grises, beige y caramelo, aderezada con la energ¨ªa del rojo flamenco, el verde esmeralda y el amarillo ¨¢cido. De esta forma el casualwear dej¨® de ser el leitmotiv de Lacoste para dar paso a prendas muy femeninas creadas en tejidos delicados y con detalles tan elegantes como las botonaduras traseras.?
La nota vintage la puso sin duda la adpataci¨®n de la bolsa para palos de golf de Catherine Lacoste, hija del fundador y campeona en 1967 del Open de Golf, en bolso urbano.?
Baptista, la aguja en la sombra
Pocos conoc¨ªan la existencia de Felipe Oliveira Baptista hasta que fich¨® por Lacoste y, sin embargo, podr¨ªa considerarse uno de los pesos pesados de la capital de la moda. Nacido en las Azores en 1975, se traslad¨® a Londres para cursar estudios de dise?o en la Kingston Univerity. Siempre en la sombra, trabaj¨® para Max Mara, Cerruti y Christophe Lemaire hasta que en 2003 cre¨® sus propia firma. Dos a?os despu¨¦s alcanz¨® la m¨¢xima categor¨ªa al formar parte de la C¨¢mara Sindical de la Alta Costura, un privilegio del que muy pocos pueden disfurtar.?
Lacoste y el caso Breivik
Con este curr¨ªculum nada pod¨ªa estropear la primera puesta en escena de Baptista. Unos d¨ªas antes del desfile y con el fin de lavar su imagen, Lacoste inst¨® a Anders Behring Breivik, m¨¢s conocido como el asesino de Oslo, a que dejara de utilizar sus prendas. Algo tendr¨¢n que ver en este asunto que su nombre haya sido buscado en Internet m¨¢s de 30 millones de veces y que ¨¦l mismo haya explicado por qu¨¦ luce polos y jers¨¦is del cocodrilo: "Es lo que me caracteriza como un europeo bien educado de tendencia conservadora". Sin embargo, ha quedado claro que la firma que fund¨® el tenista franc¨¦s Ren¨¦ Lacoste en 1933, nada tiene que ver con este concepto de ropa sport para la clase alta. Hoy Lacoste es s¨ªmbolo del estilo parinsino y, seg¨²n Baptista, se relaciona con perfiles del tipo de Charlotte Gainsbourg o Charlotte Rampling.?
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