Isabel L¨®pez-Quesada: ¡°Pinterest me marea, me parece demasiada informaci¨®n. Con las redes ves tanto que te cansas¡±
Lleva 41 a?os volcada en la decoraci¨®n. Cuando empez¨®, apenas hab¨ªa mujeres en ese exclusivo sector. Ahora es una figura del dise?o de interiores, desarrolla proyectos por todo el mundo y publica su segundo libro, ¡®Town & Country¡¯
Mientras enumera los distintos lugares donde ha realizado proyectos, de Jap¨®n a Rep¨²blica Dominicana, Isabel L¨®pez-Quesada (Madrid, 61 a?os) sonr¨ªe, satisfecha con lo logrado a lo largo de m¨¢s de cuatro d¨¦cadas volcada en la decoraci¨®n. ¡°Empiezas haciendo un cuarto de ba?o, un sal¨®n, arreglando una cocina... Aprendes con cosas peque?itas. Y luego empiezas a hacer cosas cada vez m¨¢s grandes, cada vez m¨¢s dif¨ªciles y en pa¨ªses lejanos¡±, resume. Uno de sus primeros trabajos fue un bar en la avenida del Mediterr¨¢neo de Madrid. ¡°Era el bar de copas de un primo de mi marido, que era ¨ªntimo amigo nuestro y me dijo ¡®por qu¨¦ no me lo arreglas, que est¨¢ horroroso¡±, rememora.
A los 17 comenz¨® a estudiar en la Escuela de Artes Decorativas de Madrid, con 20 abri¨® su estudio. Entonces no hab¨ªa muchas mujeres en el sector. ¡°Estaban Fernando Benjumea, Pascua Ortega, Duarte Pinto Coelho, Paco Mu?oz... Esos eran los maestros¡±, repasa. ¡°Era 1983, en aquella ¨¦poca estaba todo por hacer. Hab¨ªa poqu¨ªsimas cosas de fuera de Espa?a¡±, relata, ¡°por eso enseguida sal¨ª fuera. Me fui a Londres, a Par¨ªs, a ver nuevos proveedores que me tra¨ªa, no en exclusiva, porque nunca he querido distraerme trayendo exclusivas de nada. ?Qu¨¦ ha cambiado? Pues que ahora el mundo est¨¢ muy cerca. Con internet, en el ordenador lo tienes todo. Antes hab¨ªa que ir all¨ª, visitarlos, enamorarte y convencerles¡±. Hoy se crean tableros de inspiraci¨®n en aplicaciones. ¡°Pinterest me marea, me parece demasiada informaci¨®n¡±, admite, ¡°con las redes ves tanto que te cansas de cosas que no han pasado. Una clienta me dijo que estaba agotada de ver un sof¨¢ de terciopelo verde esmeralda. Y era porque hab¨ªa una foto que todo el mundo compart¨ªa¡±.
Habla con frases cortas, segura, resolutiva. Comenta que en sus inicios ¡°la decoraci¨®n solo la hac¨ªan unos pocos y era una profesi¨®n muy exclusiva¡±. ?Result¨® dif¨ªcil acceder a ese club tan restringido? ¡°En aquella ¨¦poca no entr¨¦. ?Sabes cu¨¢ndo nos juntamos? Cuando se inaugur¨® Casa Decor en el a?o 92. Ah¨ª nos juntamos los mayores, los grandes, con los j¨®venes. Y me dieron el premio a la m¨¢s joven¡±. En 2006 protagoniz¨® la primera portada de la edici¨®n espa?ola de la revista especializada AD y ahora su nombre figura entre los m¨¢s destacados del sector y cada a?o realiza de 15 a 20 proyectos, ¡°aunque a veces son tan grandes que se pueden alargar durante dos o tres a?os¡±, puntualiza. En la actualidad, por ejemplo, est¨¢ metida de lleno en una obra en Shangh¨¢i. ¡°Voy a ver la China rural, trabajando con los artesanos locales, marmolistas, pedreros, los que trabajan la madera...¡±.
Precisamente su vocaci¨®n surgi¨® del contacto directo con los materiales que se han convertido en su d¨ªa a d¨ªa, cuando con 13 a?os fue a visitar tiendas de decoraci¨®n en Madrid con su madre. ¡°Cambiamos el hall de casa con unas telas de Designers Guild, una firma inglesa que ten¨ªan en Usera y Bernal, en la calle Ayala. Con esas telas, beis, rosa clarito y topo con unas flores desdibujadas, hicimos unos puff muy grandes, quitamos un banco espa?ol antiguo y refrescamos el espacio¡±, rememora. A partir de ese momento supo que ser¨ªa interiorista. Fue un flechazo; no se plante¨® otra opci¨®n. ¡°Me dio por ah¨ª. Y para siempre. Soy de amor a primera vista, y leal para siempre, con lo cual toda la vida me entusiasma lo que hago. Siempre he disfrutado y disfruto much¨ªsimo con mi trabajo y mi profesi¨®n¡±, subraya sentada en el sal¨®n de su casa de una colonia de Madrid, que le sirve para corroborar con un ejemplo esa afirmaci¨®n. ¡°Vine a una fiesta en esta colonia con 19 a?os con mi marido, que entonces era mi novio, y dije: ¡®Yo voy a vivir aqu¨ª alg¨²n d¨ªa¡¯, y ?lvaro pens¨®: ¡®Esta ni?a est¨¢ loca¡±.
Este chal¨¦ es una de las viviendas que aparecen en su segundo libro, Town & Country, que Vendome Press publica en octubre. En ¨¦l recoge proyectos de ciudad y campo realizados a lo largo de su carrera. La privacidad manda en su profesi¨®n, tambi¨¦n en el libro; no revela qui¨¦n le hace encargos ni su ubicaci¨®n exacta; pueden estar en una isla mediterr¨¢nea o en Extremadura, sin mucho m¨¢s detalle. ¡°Es important¨ªsimo, si no perder¨ªa la confianza, y cuando un cliente pierde la confianza, est¨¢s muerto. La discreci¨®n es importante. Y adem¨¢s, para siempre. No puedes contar que hace 20 a?os le hice la casa a fulano, no puedes contar cosas malas de nadie¡±. En el libro, su vivienda actual se llama ¡°la casa ego¨ªsta¡±. ¡°Es nuestro capricho, m¨ªo y de mi marido, de arriba abajo. Pocas cosas, buen tama?o cada cosa. Y cero desperdicio de metros¡±. Se mud¨® a su casa ego¨ªsta en febrero de 2020, justo antes del confinamiento. ¡°La pandemia nos par¨® a todos y nos hizo preguntarnos ?qu¨¦ es lo importante?, ?c¨®mo vives?, ?qu¨¦ sue?os tienes? Hazlos. Porque a lo mejor no hay un ma?ana. O a lo mejor s¨ª, pero hazlos, vete haci¨¦ndolos porque no sabes lo que va a pasar¡±, reflexiona.
Su hija Isabel Llanza, junto a la que ha desarrollado el proyecto decorativo online Isita, destaca la energ¨ªa que su madre vuelca en sus obras. ¡°Lo que m¨¢s admiro de ella es que no para, pone pasi¨®n y ganas en cada proyecto¡±, recalca. ¡°Es que si quieres triunfar, aparte de tener un don, trabajar es casi m¨¢s importante que el don. No hay que tener pereza al dirigir la obra, descubrir proveedores nuevos, trabajar en todo desde el principio, el dibujo, a lo que presentas y realizas. Si no te quedas a medias¡±, apostilla L¨®pez-Quesada. El mayor reto, se?ala, ¡°es cuando te toca una casa que es fea, fea, y la tienes que reconvertir en preciosa. Si veo que es imposible esa reconversi¨®n, digo que no¡±. En sus proyectos, ajenos al minimalismo, mezcla materiales y procedencias, piezas de firma y an¨®nimas, recicla estanter¨ªas de un comercio que puede incorporar en un sal¨®n... ¡°Me encanta darle una segunda vida a todo. Tiene m¨¢s inter¨¦s algo viejo que algo nuevo y pulcro y repulido¡±, defiende. Muchas de las piezas de su casa la han acompa?ado a lo largo de su vida, pero ?hay alg¨²n objeto que se haya arrepentido de no haber comprado a lo largo de los a?os? ¡°Te voy a decir una chulada. Es que siempre lo compro. Como soy de amor a primera vista, si me enamoro de algo lo compro. Me enamor¨¦ del G¨¹nther F?rg, me enamor¨¦ de un escritorio franc¨¦s del siglo XVIII, de ese banco sueco... Y si no lo compr¨¦ es porque no me enamor¨¦. Pero soy pragm¨¢tica, realista. No me enamoro de un Goya. Me enamoro de cosas que puedo comprar¡±. Esos objetos que va adquiriendo pueden acabar en alguna de sus obras, en su casa de Madrid, en la de alg¨²n familiar o en la granja que tiene desde hace 20 a?os en Biarritz. El mantra con el que sintetiza su labor es sencillo: ¡°Haciendo bien una casa ense?as a vivir bien. A querer pasar el tiempo en ella y compartirla. Hacer casas felices, eso es important¨ªsimo. No solo bonitas, sino felices¡±.
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