4 claves para entender c¨®mo ven el sexo los ¡®millennials¡¯
La generaci¨®n que ha nacido con internet debajo del brazo es m¨¢s abierta y tolerante, en muchas ocasiones no se considera 100% heterosexual y tendr¨¢ menos parejas sexuales que sus padres.
¡°Cada generaci¨®n piensa que ella ha inventado el sexo¡±, dijo una vez el escritor estadounidense de ciencia ficci¨®n Robert A. Heinlein, autor de frases tan c¨¦lebres como ¡°nunca subestimes el poder de la estupidez humana¡±. Aunque ya no haya nada nuevo bajo el sol, y mucho menos entre las s¨¢banas, las reinterpretaciones que cada uno, o cada generaci¨®n, hace del sexo, contribuyen a recrearlo para que, siendo esencialmente el mismo, parezca algo diferente. Por poner un ejemplo de ¨²ltima remodelaci¨®n sexual llevada a cabo por los millennials, la generaci¨®n que vino al mundo con una conexi¨®n wifi bajo el brazo, podr¨ªamos hablar del amigo con derecho a roce follamigo o amigovio, ese colega con quien se tiene sexo sin implicaciones sentimentales y cuya categor¨ªa escapa a la de amante, empotrador o rollo pasajero, y que empieza a ser moneda frecuente en el imaginario er¨®tico actual. Muchos dir¨¢n que esa figura existe desde que el mundo es mundo, pero lo cierto es que nunca hab¨ªa sido tan com¨²n. Un amigo/a que act¨²a de bombero, que apaga fuegos sin efectos secundarios y que puede ser presentado a los colegas y hasta, si me apuran, a la familia.
As¨ª, a simple vista, uno se animar¨ªa a apostar a que la generaci¨®n de los que hoy est¨¢n en la veintena, podr¨ªa ser la que tiene las condiciones m¨¢s ¨®ptimas de toda la historia de la humanidad para disfrutar plenamente de su sexualidad, debido a una serie de ventajas: informaci¨®n ilimitada a su alcance y permisividad de la sociedad y hasta, en muchos casos, de sus padres que, conscientes de que todav¨ªa les queda un largo y tortuoso camino para acceder a una vivienda, les permiten traer a los novios o amigos a dormir a casa y hasta acompa?an a sus hijas al ginec¨®logo para que les recete el anticonceptivo m¨¢s adecuado para ellas.
1. Pocas parejas sexuales
Pero, ?qu¨¦ pasa cuando ponemos las cosas muy f¨¢ciles?, ?cu¨¢ndo vemos un d¨ªa tras otro un escaparate lleno de dulces que podemos coger gratuitamente? Pues que se nos va el apetito. Un estudio publicado en Archives of Sexual Behavoir, ha medido el n¨²mero de parejas sexuales de las diferentes generaciones y ha llegado a la conclusi¨®n de que los millennials tendr¨¢n un promedio de ocho parejas por cabeza durante su vida, mientras que sus padres tuvieron entre 10 y 11. De seguir con la actitud que han mantenido hasta ahora, los de veintitantos ser¨ªan unas de las generaciones que menos revolcones han tenido de la historia. Menos de un 7% de ellos practican el sexo entre 2 y 5 veces por semana ¨Cde acuerdo con una estad¨ªstica del portal de citas Match¨C, un 49% de estos chicos y chicas no han tenido ning¨²n encuentro sexual durante el ¨²ltimo a?o, y uno de cada tres no ha probado esa experiencia todav¨ªa. Seg¨²n comentaba a la revista Time Helen Fisher, antrop¨®loga biol¨®gica de la Rutgers University, New Jersey, y consejera cient¨ªfica jefe para Match, ¡°los que ahora est¨¢n en la veintena trabajan muy duro y se toman las relaciones y el compromiso demasiado en serio¡±. Una seriedad que, seg¨²n el art¨ªculo de Time titulado Why millennials might be having less sex tan their parents, podr¨ªa derivar del hecho de que han nacido bajo la espada de Damocles del VIH y otras enfermedades de trasmisi¨®n sexual. O al menos esta es la teor¨ªa que Jeffrey Arnett, profesora de la Clark University y autora del libro Adolescence and Emerging Adulthood, sostiene, ¡°cuando la generaci¨®n del baby boom estaba en su juventud esto no exist¨ªa y parec¨ªa que el amor libre era una buena idea¡±. Pero no ocurre lo mismo con sus hijos, que perciben la conducta que sus padres manten¨ªan en sus mejores a?os como peligrosa. ?Seg¨²n esta autora, una relajaci¨®n de las costumbres y actitudes respecto al sexo puede haber hecho un efecto contrario y puede haberlo convertido en algo menos sexy. ¡°Tener relaciones prematrimoniales en los a?os 60 ¨® 70 era como romper un tab¨² por alguien al que se quer¨ªa. Hoy es solo algo que todo el mundo hace¡±. ?
2. En busca de la media naranja
Contrariamente a sus padres, que fue una de las generaciones que protagoniz¨® un mayor salto cualitativo en cuanto a moral y costumbres, los millennials buscan pareja y, aunque esta dure menos que un contrato laboral, se apuesta por el amor, dando por hecho que el buen sexo vendr¨¢ de la mano. Lo que es mucho suponer. Seg¨²n Ana Y¨¢?ez, sex¨®loga, psic¨®loga, directora del Instituto Cl¨ªnico Extreme?o de Sexolog¨ªa y con amplia experiencia como profesora de educaci¨®n sexual en institutos y centros educativos, ¡°entre los j¨®venes existe una cierta obsesi¨®n por tener pareja y todo lo que gira entorno al mito de la media naranja, lo que hace que muchas veces se depositen todas las expectativas de felicidad y consecuci¨®n del placer en el otro y no en uno mismo. Muchos j¨®venes no tienen fantas¨ªas sexuales y subliman demasiado el amor rom¨¢ntico, o lo confunden con la posesi¨®n, lo que da lugar a actitudes machistas que, lejos de extinguirse, est¨¢n volviendo otra vez por una visi¨®n distorsionada de las relaciones de pareja y de lo que debe ser el compromiso. Por ejemplo, algunos chicos exigen como ¡°prueba de amor¡± que sus parejas les den la clave de acceso al correo electr¨®nico o a las cuentas en las redes sociales, cuando lo que realmente quieren es poder controlarlas. El estereotipo de hombre fuerte y mujer d¨¦bil que necesita protecci¨®n masculina, no est¨¢ erradicado a¨²n¡±.
Otro aspecto que ve Y¨¢?ez en las nuevas generaciones es la falta de lo que ella llama ¡°clave er¨®tica¡±, que ¡°viene a ser nuestra personalidad sexual, que debe formarse con nuestros gustos, informaci¨®n de que disponemos, fantas¨ªas, sensibilidad. Algo que uno va construyendo poco a poco¡±, comenta esta sex¨®loga. Cuando el background que uno dispone se ci?e a la visualizaci¨®n de v¨ªdeos porno en Internet, la clave er¨®tica no est¨¢ siendo muy bien alimentada o, en todo caso, lo ¨²nico que estamos haciendo es engordarla a base de comida basura.
Pese a toda la informaci¨®n existente respecto al sexo en los medios y las redes sociales, ¨¦sta no siempre es la adecuada y aunque muchos post adolescentes saben el significado de t¨¦rminos como squirt o boukaki, hay tambi¨¦n bastantes que desconocen su anatom¨ªa, el camino m¨¢s recto para llegar al orgasmo, o piensan que el cl¨ªtoris es la ¨²ltima versi¨®n, pocket edition, del famoso juego de bloques de construcci¨®n, Minecraft, para pasar el tiempo cuando se viaja en metro.
La educaci¨®n sexual es todav¨ªa una asignatura pendiente en muchos colegios e institutos y, en el mejor de los casos, se reduce a charlas aisladas, una o dos veces durante el curso. Clara, 20 a?os, de Oviedo y estudiante de dise?o de moda, es una autodidacta en materia de sexualidad. ¡°En cuesti¨®n de sexo la educaci¨®n que recib¨ª en el instituto fue cero. En mi caso, tengo una t¨ªa que es sex¨®loga de la Universidad de Le¨®n y ella me dio algunos libros para leer y el ambiente de casa es bastante abierto. Mi madre sabe que tengo relaciones con mi novio, con el que llevo dos a?os, y me llev¨® al ginec¨®logo para que me recetara un anticonceptivo¡±. Clara est¨¢ satisfecha con su pareja a la que le pide ¡°que intente innovar en la cama y que no todo sea la postura del misionero. Por ejemplo, el otro d¨ªa lo hicimos en el suelo¡±.
Los estudios aseguran que los milenians tienen cierta obsesi¨®n por tener pareja.
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3. El esperado ingreso en el club del sexo
Seg¨²n Y¨¢?ez, ¡°la edad de iniciaci¨®n al sexo es cada vez m¨¢s temprana en Espa?a, lo que demuestra que se ha ido reduciendo debido a la falta de educaci¨®n sexual, ya que se ha demostrado que ¨¦sta retrasa la p¨¦rdida de la virginidad. Los chicos/as que han recibido informaci¨®n por parte de profesionales, eligen m¨¢s y no se ven tan presionados por sus compa?eros para estrenarse en el mundo del sexo. En los ¨²ltimos a?os, en nuestro pa¨ªs est¨¢ subiendo a los 13, e incluso a los 11 a?os¡±.
Esperanza, 22 a?os, estudiante en Madrid, es una excepci¨®n a la regla ya que a su edad sigue siendo virgen. ¡°No tengo problema en reconocerlo¡±, comenta, ¡°aunque la mayor parte de la gente cuando se lo digo cree que me estoy cachondeando de ellos. Mis compa?eras de piso la perdieron a los 14, 16 y 17 a?os. No tengo prisa. Lo que pasa es que a¨²n no he encontrado a nadie que me convenza y tampoco voy a hacerlo con el primero que se cruce por decir que ya lo he hecho; aunque para la mayor¨ªa de mis amigas fue un mero tr¨¢mite, algo no muy agradable por lo que hab¨ªa que pasar¡±. Nadie puede negar que Eaperanza no es coherente con la idea que tiene de lo que es el sexo, ¡°el estado final de una relaci¨®n cuando va bien. Es decir, si quieres a una persona, quieres tener sexo con ella¡±. Para esta estudiante la seguridad y las precauciones son imprescindibles en el ¨¢mbito de la sexualidad. ¡°Es est¨²pido jug¨¢rtela por una noche y no usar cond¨®n¡± y apunta la falta de informaci¨®n de muchos de los de su generaci¨®n. ¡°Una vez vi a una chica llorando en el ba?o de la universidad. Se hab¨ªa tomado dos p¨ªldoras del d¨ªa despu¨¦s en una semana y se sent¨ªa muy mal. Otras, que empiezan a tener relaciones con sus novios, toman los mismos anticonceptivos orales que sus amigas, sin antes ir a ver a un ginec¨®logo. Y la mayor parte de los chicos no saben que el cl¨ªtoris es el ¨®rgano que m¨¢s placer da a una mujer, o no pueden decir, exactamente, donde est¨¢¡±.
4. Experiencias homoer¨®ticas sin etiquetas
En lo que casi todos los integrantes de esta generaci¨®n coinciden, es en aceptar con total naturalidad las diferentes orientaciones sexuales y en tener experiencias homoer¨®ticas con el otro sexo, sin cuestionarse sus preferencias o buscar etiquetas para sus aventuras. Ra¨²l, 20 a?os, estudiante de dise?o de moda en Madrid, no tiene pareja actualmente. ¡°No le dedico mucho tiempo. M¨¢s bien intento pas¨¢rmelo bien, sin buscar complicaciones¡±, dice. Ra¨²l se declara homosexual, aunque reconoce que ¡°tambi¨¦n me he liado con alguna que otra chica, como un juego o en un d¨ªa de borrachera. Yo creo que la gente es cada vez m¨¢s receptiva a las diferentes orientaciones sexuales, a la falta de ellas o a no encasillarse en ninguna sexualidad determinada¡±. Clara, aunque se considera heterosexual y nunca ha estado con una mujer, admite que ¡°no descarto probarlo. Una vez me entr¨® una lesbiana, que yo confund¨ª con un chico, y me dio un beso que fue muy bueno¡±. ?
Como publicaba este verano The Telegraph, el 43% de los millennials ingleses, de entre 18 y 24 a?os no se consideran a si mismos como completamente heterosexuales, seg¨²n un estudio llevado a cabo por YouGov, una firma de estudios de mercado. Este colectivo se situar¨ªa en alg¨²n punto de la escala Kinsey, que clasifica la orientaci¨®n sexual en un baremo de uno a seis, en el que uno significa ser totalmente heterosexual y seis 100% homosexual. Cada vez m¨¢s j¨®venes suscriben la definici¨®n de orientaci¨®n sexual que Miley Cyrus dio en su d¨ªa a la revista Paper: ¡°Estoy literalmente abierta a cualquier cosa que sea consentida, que no involucre a ning¨²n animal y en la que participen mayores de edad¡±.
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