As¨ª es Hollywood en la cama
Org¨ªas de Jane Fonda en los 70, el voyerismo de Elvis o la afici¨®n al bondage y la sumisi¨®n de Rihanna y Eva Longoria, entre sus gustos.
Se ha dicho que es imposible entender a alguien a menos que entiendas su vida sexual. Freud era el m¨¢s firme partidario de esta idea y, aunque hoy en d¨ªa muchos consideran un tanto excesivo el papel que otorg¨® a este instinto el neur¨®logo austr¨ªaco, hay otros que pensamos que quiz¨¢s se qued¨® demasiado corto. Bucear en la vida sexual de alguien es una buena forma de entender su personalidad y comportamiento. No pocos asesinos en serie se fraguaron al calor de una moral castrante o una tendencia sexual insatisfecha. El sexo a menudo, aventaja al intelecto. ?Qu¨¦ ocurre cu¨¢ndo ya no queremos compartir m¨¢s la vida con nuestra pareja? Sin duda lo que Roc¨ªo Jurado cantaba, ¡°hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo¡±.
El problema est¨¢ en que nuestra cabeza tarda algunos a?os en entender lo que nuestra parte sexual ha cogido a la primera: que la relaci¨®n est¨¢ acabada y que de donde no hay, no se puede sacar. Si hici¨¦ramos m¨¢s caso a lo que nos dicen nuestros genitales y nuestra libido, nos ahorrar¨ªamos un mont¨®n de disgustos, dinero y abogados. El sexo explica muchas cosas. Por ejemplo, saber que Tarantino es un fetichista del pie nos ayuda a comprender mejor sus pel¨ªculas, de la misma forma que el hecho de que Rihanna admita, en una entrevista al Rolling Stone, que cree que en la cama es un poco masoquista, tambi¨¦n explica otras muchas.
Antes las estrellas se negaban a hablar de su vida sexual pero ¨²ltimamente a algunos mitos les gusta desnudarse en las entrevistas y ense?arnos la trastienda de su relaci¨®n, sin miedo a las consecuencias que esta confesi¨®n pueda tener en su vida profesional y en la opini¨®n de sus fans. Es curioso como muchas celebrities admiten ahora que tienen una relaci¨®n abierta de pareja. Tal vez porque es la tendencia sexual del momento o quiz¨¢s porque se adelantan as¨ª a lo que yo creo que ser¨¢n las relaciones del futuro, y que probablemente incluir¨¢n canas al aire con el benepl¨¢cito del c¨®nyuge. Si hay algo demod¨¦ son los celos, que viven sus horas m¨¢s bajas. Famosos partidarios de esta ¡°nueva monogamia¡± son ya legi¨®n. Will Smith declaraba a la revista Now Magazine, en el 2008, a prop¨®sito de su relaci¨®n con Jade Pinkett Smith: ¡°Nuestras perspectivas son no suprimir lo que es natural, y es normal que te sientas atra¨ªdo por ciertas personas. Si esto pasa entonces uno tiene que decirle al otro: oye, necesito tener sexo con alguien¡±. Megan Fox y Brian Austin tuvieron tambi¨¦n su experimento en el 2009, una relaci¨®n especial en la que la actriz se llevaba la mejor parte, ya que ella si pod¨ªa tener sus affaires, aunque ¨¦l no. En el lado opuesto se encuentra el contrato entre Mo¡¯Nique, la protagonista de Precious y Sidney Hicks, ya que aunque a ella no le interesan las relaciones extra matrimoniales, y a su marido s¨ª. ¡°?Puede Sid tener sexo fuera de nuestro matrimonio? S¨ª, eso no es una causa de ruptura. No es algo que nos llevar¨ªa a decir: haz las maletas y acabemos con el matrimonio¡±, declaraba en el 2010 seg¨²n el NY Daily News. Claro que esta actriz tiene un arma secreta para mantener a su marido a su lado, "a ¨¦l le gustan las piernas peludas¡± dice Mo, ¡°y si a Sid le gustan, pues ah¨ª las tiene¡±.
Tilda Swinton y John Byrne viven felices y ambos miembros de la pareja tienen sus respectivos amantes. Ella se ve con el artista Sandro Kopp.
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Tilda Swinton y John Byrne viven felices con sus gemelos al mismo que tiempo que ambos miembros de la pareja tienen sus respectivos amantes. Ella se ve con el artista Sandro Kopp, mientras ¨¦l lo hace con una directora de iluminaci¨®n de teatro, Jeanine Davis. Swinton explicaba su d¨ªa a d¨ªa a la revista AZ Central, ¡°puede parecer raro pero es lo mejor para los ni?os. No es algo que trate de promocionar como un estilo de vida radical pero es una situaci¨®n que encuentro muy saludable. Puedo mantener mi vida con mis hijos y su padre y pasar tiempo con el hombre al que he cogido tanto cari?o. Tengo mucha suerte de que ambos sean tan comprensivos¡±.
Rachael Ray y John Cusimano tambi¨¦n disfrutaron de una relaci¨®n abierta, incluso ¨¦l era miembro de un club de swingers de Nueva York llamado Checkmates, aunque siempre que acud¨ªa lo hac¨ªa solo y nunca en compa?¨ªa de Rachael. Confesar al mundo que uno frecuenta org¨ªas es ya otra cosa, de momento son pocos los que se han atrevido y, si lo han hecho, ha sido utilizando el pasado y como un acto de contrici¨®n
Los que tienen edad suficiente, generalmente echan la culpa a los psicod¨¦licos a?os 70 con sus drogas, fiestas y ganas de trasgredir, como hizo Jane Fonda. En un art¨ªculo publicado en 2011 en Vanity Fair y titulado The she decade, Patricia Bosworth, la autora de una de las biograf¨ªa de la actriz (Jane Fonda. La vida privada de una mujer p¨²blica) se despachaba a fondo sobre la relaci¨®n que la protagonista de Barbarella mantuvo con Roger Vadim, que inclu¨ªa org¨ªas, tr¨ªos e infidelidad consentida, no tanto porque a ella le gustara sino por agradar a su pareja. ¡°Jane odiaba la idea de Vadim de lo que el llamaba un acuerdo, pero manten¨ªa el silencio pensando que deb¨ªa de aceptar aquello a cambio de la seguridad emocional que Vadim le proporcionaba¡±, cuenta Bosworth en su art¨ªculo. ¡°Por lo tanto no puso objeci¨®n cuando ¨¦l trajo a casa una belleza pelirroja, una prostituta de alta gama de Madame Claude, el burdel m¨¢s elegante de Par¨ªs. Jane escribi¨® ¡°me met¨ª de lleno en el tr¨ªo con las herramientas y el entusiasmo de la actriz que yo era¡±.
M¨¢s adelante el art¨ªculo cuenta como Fonda ¡°empez¨® a tener sus propios affaires y a describ¨ªrselos a ¨¦l¡±. El asesinato de Sharon Tate supuso el punto y final a esta etapa sexual de Fonda. ¡°Para Jane aquello simboliz¨® los peores aspectos de su turbulenta d¨¦cada ¨Csexo, drogas, hippies, gur¨²s diab¨®licos, excesos de Hollywood-. Ella quer¨ªa salir de todo eso¡±.
Jane Fonda y Roger Vadim mantuvieron una relaci¨®n que inclu¨ªa org¨ªas, tr¨ªos e infidelidad consentida.
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La sexualidad de Elvis viraba hac¨ªa su gusto por las jovencitas, el voyeurismo y la autosatisfacci¨®n, como deja claro un art¨ªculo de Diego A. Manrique publicado en El Pa¨ªs y titulado Elvis Presley y el sexo. ¡°Su equipo de amigos-asistentes, la llamada Memphis Mafia, se ocupaba de que nunca le faltara carne fresca en Bel Air, Palm Springs o Las Vegas. Bastaba con abordar a cualquier desconocida: nadie rechazaba una fiesta con Elvis. Seg¨²n avanzaba la d¨¦cada, aumentaron las drogas y las juergas se hicieron m¨¢s salvajes, similares a las org¨ªas cl¨¢sicas. Excepto que el jefe no se mezclaba en las bacanales. Ten¨ªa, obviamente, derecho de pernada y nadie rechistaba cuando eleg¨ªa una o m¨¢s compa?eras de cama. Prefer¨ªa mirar y masturbarse, por lo que se enfrent¨® imp¨¢vido a las demandas de paternidad que le cayeron. Sol¨ªa rechazar a las casadas o divorciadas, de forma tajante si ya hab¨ªan sido madres. Por el contrario, demostraba debilidad por las menores de edad o las que lo parec¨ªan. Algo que incomodaba a los m¨¢s despiertos de sus amigotes. Ven¨ªan del Sur, donde las muchachas se casaban muy j¨®venes, pero hasta un paleto era consciente del abismo: la carrera de un temible competidor, Jerry Lee Lewis, se fue al garete en 1958 cuando se difundi¨® que su ¨²ltima esposa era una prima segunda de 13 a?os¡±.
El pasado a?o se public¨® Servicio Completo. La secreta vida sexual de las estrellas de Hollywood, de Scotty Bowers (Anagrama, 2013). El autor, un ex marine bisexual, se convirti¨® en la madame de la ¨¦poca dorada del cine y proporcionaba chicos y chicas a los actores. La homosexualidad estaba mal vista y muchas veces se concertaban ¡°matrimonios lilas¡± para acallar rumores. El cacareado romance de Katherine Hepburn y Spencer Tracy era, seg¨²n este autor, un montaje de los estudios de cine para ocultar que Hepburn era lesbiana y Spencer bisexual. Un d¨ªa Kate se acerc¨® a Bowers y le solt¨®: ¡°Conozco tu reputaci¨®n Scotty. Cuando puedas, ?crees que podr¨ªas buscarme alguna chica de melena oscura para mi? Una que no est¨¦ muy maquillada¡±.
Algunas teor¨ªas apuntan a que el romance de Katherine Hepburn y Spencer Tracy era un montaje de los estudios de cine para ocultar que Hepburn era lesbiana y Spencer bisexual.
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Los Duques de Windsor, seg¨²n el libro, tambi¨¦n aparentaban. ¡°A Eddy le gustaban, de cuando en cuando, los tr¨ªos con una chica, otras veces quer¨ªa una mujer sola, y hab¨ªa ocasiones en que se enrollaba con Wally y otra mujer. Pero su preferencia clara eran los chicos". Vivien Leigh, la protagonista de Lo que el viento se llev¨®, una inglesa que parec¨ªa no haber roto un plato, "era una mujer caliente. Muy sexual y muy excitable. Puesta en faena exig¨ªa una satisfacci¨®n plena y completa. Aquella noche follamos como si de ello dependiera la supervivencia del planeta", cuenta Bowers en sus memorias. Su marido, el gran Lawrence Olivier, era bisexual. "Cada vez que le enviaba una pareja a su habitaci¨®n de hotel, me ped¨ªa una chica distinta, pero muy a menudo solicitaba el mismo chico".
Entre las ninf¨®manas m¨¢s c¨¦lebres de la historia de Hollywood est¨¢n las actrices Tallulah Bankhead y Joan Cradwford, ambas lesbianas y asiduas a los ¡°c¨ªrculos de costura¡±, un eufemismo que designaba las reuniones l¨¦sbicas que se realizaban en casas particulares. Como relata un art¨ªculo en Taringa, Tallulah ten¨ªa fama de estar siempre a la b¨²squeda de relaciones sexuales de cualquier tipo. Adem¨¢s era conocido su particular fetiche de acostarse con cualquiera que interpretara roles de sirvienta en las pel¨ªculas que ella protagonizaba. Joan Cradwford lleg¨® a Hollywood para convertirse en bailarina y actriz y lo consigui¨®, solo que antes tuvo que trabajar alg¨²n tiempo como prostituta ¨Ceso si, solo para mujeres-¨C y grabar varias cintas pornogr¨¢ficas. Su especialidad era el cunnilingus. Tallulah dijo de ella: ¡°pod¨ªa llevarte a las puertas del para¨ªso con un par de movimientos de su lengua.¡± La vida sexual de Joan Crawford fue descrita de forma breve y contundente por su enemiga y compa?era de reparto en ?Qu¨¦ fue de Baby Jane? (1962), Betty Davis que dijo en una ocasi¨®n: ¡°Esa mujer se acost¨® con todas las estrellas de la Metro Goldwyn Mayer, salvo la perra Lassie¡±.
las ninf¨®manas m¨¢s c¨¦lebres de la historia de Hollywood est¨¢n las actrices Tallulah Bankhead y Joan Cradwford.
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El ¨¦xito de Cincuenta Sombras de Grey (Grijalbo) ha hecho que muchas mujeres empiecen a ver con otros ojos los arneses, correas y esposas y se apunten al sado light. Rihanna se confesaba una sumisa en el n¨²mero de abril de 2011 de Rolling Stone. ¡°Me gusta que me azoten y es divertido que me aten. Pero prefiero que sea espont¨¢neo. A veces usar l¨¢tigos y cadenas es demasiado¡Tienes que parar e ir a buscar el l¨¢tigo al ¨²ltimo caj¨®n de la planta de abajo. Prefiero que ellos usen sus manos¡±. M¨¢s adelante, la cantante explica el motivo de esta inclinaci¨®n, ¡°me gusta llevar las riendas en mi vida, pero me divierte ser sumisa en el dormitorio. All¨ª dentro puedo ser una peque?a dama y tener a un macho que se responsabilice de la situaci¨®n. Eso es sexy. En mi vida normal trabajo mucho y tomo un mont¨®n de decisiones ejecutivas diarias, as¨ª que en la intimidad prefiero sentirme como la chica de alguien¡±.
Como cuenta el libro Las 1001 fantas¨ªas m¨¢s er¨®ticas y salvajes de la historia, de Roser Amills, (Lectio) a Eva Longoria tambi¨¦n le va la marcha, ya que ha confesado: ¡°Me gusta que en la cama me dirijan. Encuentro algo muy excitante en ser sumisa y no me disgusta que me aten con pa?uelos de seda¡±. Seg¨²n Amills, la fallecida Amy Winehouse iba algo m¨¢s all¨¢, ya que disfrutaba mucho con el spanking, azotes en el trasero durante el acto sexual. George Michael y Scarlett Johansson son m¨¢s de hacerlo en p¨²blico. Seg¨²n la obra, el cantante es aficionado al dogging, encuentros sexuales con personas al aire libre y la actriz ha confesado que el lugar perfecto para mantener relaciones sexuales es el asiento trasero de un coche.
Rihanna destap¨® su afici¨®n al bondage cuando public¨® el pol¨¦mico single ¡®S&M¡¯.
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