Directoras en clave teatral
El n¨²mero de mujeres dirigiendo sobre las tablas crece sin freno. Su forma de entender (y amar) los textos se puede disfrutar este verano en los principales cert¨¢menes de teatro cl¨¢sico.
![Directoras en clave teatral](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5MDOHWUIERO6TBN2XS4L6U242A.jpg?auth=99e7468272637dbdda4f65a6d6f524031a569286744b246a3ba58481911cdd7b&width=414)
AHelena Pimenta, directora de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico, le cambia la cara cuando recuerda el momento en que decidi¨® dejar su plaza de profesora para dirigir teatro. ?Mi hijo me dijo: ¡°Ama, ?de qu¨¦ vamos a comer??. Han pasado m¨¢s de 30 a?os con una trayectoria envidiable. Tuvo miedo. ?El primer d¨ªa. Solamente ¨¦se?. Mag¨¹i Mira, Laila Ripoll, Esther P¨¦rez Arribas y Karina Garantiv¨¢ tambi¨¦n optaron por la direcci¨®n teatral. Siguen en minor¨ªa pero cada vez son m¨¢s. Solo este verano van a pasearse por los festivales cl¨¢sicos una veintena de producciones conducidas por mujeres.
Salvo Pimenta, el resto fueron actrices antes que directoras. Mira por una mezcla de inconsciencia y vanidad. ?Jos¨¦ Carlos Plaza me llam¨® diciendo que ten¨ªa un texto maravilloso y que solamente lo pod¨ªa dirigir yo. Y me lo cre¨ª. Luego supe que se lo hab¨ªa ofrecido antes a medio universo. Pero fue despu¨¦s?. Corr¨ªa el a?o 2000, y hoy, 14 montajes despu¨¦s, tiene dos ¨¦xitos en cartel: Katie y el hipop¨®tamo, con Ana Bel¨¦n, y En el estanque dorado, con Lola Herrera y H¨¦ctor Alterio. Con esa satisfacci¨®n lleva a M¨¦rida Pluto, de Arist¨®fanes, una s¨¢tira brutal sobre el mundo de la pol¨ªtica.
Ripoll, al frente de As¨ª es, si as¨ª fue, un texto po¨¦tico y m¨ªstico de Juan Asperilla que pisar¨¢ C¨¢ceres y Alcal¨¢, es la ¨²nica que ha mamado el oficio desde ni?a. Lo ten¨ªa claro desde que, con seis a?os, vio trabajar a su madre, Concha Cuetos, o cuando acompa?aba a su padre, Manuel Ripoll, a los ensayos de Estudio 1. ?Este oficio pasa de padres a hijos?, dice. P¨¦rez Arribas y Garantiv¨¢ asumieron este riesgo casi por casualidad, as¨ª que no hubo mucho tiempo para el v¨¦rtigo.
Amor por los cl¨¢sicos. Ripoll, Pimenta y P¨¦rez Arribas han elaborado el grueso de su carrera sobre ellos. De hecho, las dos ¨²ltimas son fil¨®logas. Garantiv¨¢ se enfrenta a su primera direcci¨®n seria y el g¨¦nero le resultaba una garant¨ªa. Mag¨¹i Mira eligi¨® Arist¨®fanes tras recibir el encargo de M¨¦rida: ?Quer¨ªa una comedia, algo ¨¢cido?.
Cinco mujeres con las ideas claras, de generaciones diferentes y con trayectorias distintas. Todas repiten una idea: la importancia del trabajo en equipo. Para Esther P¨¦rez Arribas, una m¨¢xima: ?Nosotras entendemos muy bien lo que es la cooperaci¨®n?. Y s¨ª, tambi¨¦n ellas confirman haber tenido que dejarse la piel en el camino a pesar de pertenecer a un sector mentalmente m¨¢s abierto (?Tenemos m¨¢s parcelas de libertad que en los consejos de administraci¨®n?, dice Laila Ripoll). Garantiv¨¢ puntualiza: ?En el mundo de la cultura no estamos para dar lecciones?.
Les duele, pero no hablan desde el rencor cuando Ripoll, por ejemplo, recuerda que tuvo que encerrarse en un camerino para que un fanfarr¨®n no le partiera la cara, o al rememorar que alg¨²n t¨¦cnico prefer¨ªa resolver cualquier duda con el conductor antes que con ella en una gira.
Se manejan en un mundo mayoritariamente masculino. As¨ª lo expresa Esther P¨¦rez Arribas: ?Han pasado cuatro siglos desde el Siglo de Oro y todav¨ªa tenemos que estar reivindicando nuestro sitio en el teatro?. Y m¨¢s en el cl¨¢sico, parcela en la que hay tres papeles para hombres por cada papel femenino. Garantiv¨¢ ha hecho los c¨¢lculos porque forma parte de una compa?¨ªa fraguada solo por mujeres, Primas de riesgo. Laila Ripoll, Helena Pimenta y P¨¦rez Arribas prefieren valorar lo cualitativo: ?El teatro cl¨¢sico es reflejo de la sociedad de su ¨¦poca, pero hay personajes femeninos deliciosos e important¨ªsimos?, sostienen.
No comparten la idea de que haya un sello femenino, pero s¨ª coinciden en lo que les mantiene en la direcci¨®n teatral. Y Ripoll lo resume: ?Me gusta el teatro. Entero?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.