El deleite simple de Miquel Alzueta
De editor a marchante, este galerista catal¨¢n ha puesto sus ojos en el mueble de campo del siglo XVIII y las piezas de arquitecto que marcaron el siglo XX. Su nueva casa barcelonesa responde a estos c¨®digos.
Miquel Alzueta (Barcelona, 1956) llevaba a?os enamorado de la que hoy es su casa, en el apacible barrio barcelon¨¦s de Bonanova. A menudo, cuando pasaba por delante de la fachada de esta torre decimon¨®nica, se quedaba un rato contempl¨¢ndola, imagin¨¢ndola por dentro. Hasta que lleg¨® el d¨ªa en que vislumbr¨® el codiciado letrero que anunciaba su venta, hace poco m¨¢s de un a?o. Y se lanz¨® a por ella. Despu¨¦s de las consiguientes reformas, la ha convertido en una casa dedicada casi por entero a Jean Prouv¨¦; ?un creador que me interesa much¨ªsimo y cuya obra llevo a?os investigando?, cuenta. ?Aunque tambi¨¦n est¨¢n muy presentes las piezas de Charlotte Perriand, Jakobsen y Le Corbusier. A medida que cumplo a?os, siento la necesidad de simplificar mi vida, y las piezas que me rodean de estos arquitectos del siglo XX, todas ellas originales, responden a este estilo depurado y limpio con el que en este momento vital me identifico. Son tan extraordinariamente simples que resulta muy f¨¢cil convivir con ellas?.
Alzueta empez¨® su carrera como editor con la fundaci¨®n en 1985 de Columna, que auspici¨® la traducci¨®n al catal¨¢n de autores punteros de la narrativa de los 90 como David Leavitt y Tom Sharpe. Quince a?os despu¨¦s la vendi¨® a Planeta y dio un cambio de tercio a su trayectoria, reinvent¨¢ndose en marchante. ?Siempre he convertido mis hobbies en mis trabajos, lo cual no deja de ser un constante flujo de problemas?. Desde hace m¨¢s de 10 a?os es el intermediario entre el p¨²blico y los artistas que representa, entre ellos, Regina Gim¨¦nez, Manolo Ballesteros, Miguel Macaya y el escultor Gabriel. Pero la cosa no acaba aqu¨ª. Su espectro se ha ampliado al mundo de las antig¨¹edades y el interiorismo, que lo ha llevado a especializarse en el mueble de campo del siglo XVIII y en las obras de arquitecto de los a?os 50, que busca por todo el mundo para ofrecer en sus galer¨ªas del Empord¨¤ y de Barcelona.
Esta constante b¨²squeda de la simplicidad y la pureza de l¨ªneas, en la que apuesta siempre por la funci¨®n antes que por la forma, lo ha llevado a enamorarse del mobiliario dise?ado por arquitectos y de las piezas extremadamente simples que se encuentran en las casas de campo de anta?o. Y con este material ha llenado su casa.
Mesa y silla de Jean Prouv¨¦, escultura de madera de Alexandre Noll, l¨¢mpara de la Bauhaus y dibujo de Julio Gonz¨¢lez.
Germ¨¢n S¨¢iz
Este le¨®n marino disecado del siglo XIX es uno de sus fetiches. En primer plano, caj¨®n abierto con corbatas de punto de la firma italiana Leclerc.
Germ¨¢n S¨¢iz
En este espacio reina el sill¨®n con otom¨¢n de los Eames. La estanter¨ªa en madera y el mueble bajo son de Jean Prouv¨¦. Las frutas que aparecen en uno de los estantes son piezas italianas del siglo XVIII.
Germ¨¢n S¨¢iz
En el estudio, librer¨ªa firmada a medias por Jean Prouv¨¦ y Charlotte Perriand. En ella, sillas de Vitra y una m¨¢scara centroamericana.
Germ¨¢n S¨¢iz
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