Gabriel Esc¨¢mez (Cobalto Studio): ¡°Conociendo de d¨®nde vienes es f¨¢cil enfocar hacia ad¨®nde vas. Si no, das tumbos sin sentido¡±

De ni?o, Gabriel Esc¨¢mez (Barcelona, 1987) jugaba a montar bodegones y fotografiarlos. ¡°Con seis a?os cog¨ªa la c¨¢mara de usar y tirar y organizaba mis sesiones de fotos. Estaba obsesionado con hacer cosas en la casa, reformar, cambiar objetos de lugar¡­¡±, recuerda. Su padre, dise?ador industrial, foment¨® que desde peque?o sintiera ¡°una conexi¨®n especial¡± con el mundo de las formas. ¡°Me hac¨ªa part¨ªcipe de su trabajo. Sigo conservando un bajo electr¨®nico japon¨¦s que le regal¨® mi abuelo, es un dise?o que siempre me ha acompa?ado y fascinado¡±, explica. Su madre, aunque no se dedicaba a ese universo, tambi¨¦n le ense?¨® a mirar de otra forma: ¡°Es curioso, porque ella de joven hac¨ªa los escaparates de una sastrer¨ªa, luego lo dej¨®, pero ves que tiene dejes cuando coloca las cosas, lo hace de forma un poco abstracta, tiene un sentido del espacio curioso, casi de instalaci¨®n art¨ªstica¡±. Gabriel estudi¨® Bellas Artes e interiorismo, sigui¨® fotografiando bodegones, como a los seis a?os, y hoy trabaja para clientes como Zara Home, Aristocrazy, Mango o Chlo¨¦.

Hace cinco a?os fund¨® Cobalto Studio y la galer¨ªa La Cobalta. Dice que es un proyecto que ¡°mezcla arquitectura e interiorismo, direcci¨®n de arte y una editora de objetos, La Cobalta, que quiere expresar y divulgar toda la cultura popular del Mediterr¨¢neo¡±. Esa esencia se refleja tanto en sus trabajos ¨Ccampa?as publicitarias, dise?os de set y creaci¨®n de espacios¨C como en el loft que Esc¨¢mez ha creado de cero en el Poblenou barcelon¨¦s. Ese apartamento de 160 m2 sin apenas puertas era ¡°un lienzo en blanco¡± cuando lleg¨® hace tres a?os, atra¨ªdo por el sabor de la zona: ¡°El Poblenou es uno de los barrios industriales de Barcelona que desde hace a?os se va aproximando a una eclosi¨®n muy relacionada con el dise?o. Por aqu¨ª hay bastantes escuelas de dise?o, bares frescos, un ambiente despierto, colorista, vivo¡­ Y algo que para m¨ª es vital, est¨¢ al lado del mar. Notar la humedad, la brisa, me hace sentir en casa¡±.

La casualidad ha propiciado que, adem¨¢s, sea vecino de La Fura dels Baus. ¡°Para m¨ª fue alucinante llegar y que estuvieran aqu¨ª. Est¨¢ todo bastante conectado, porque yo recuerdo much¨ªsimo Barcelona 92, era muy peque?o y me quedaba anonadado con todo eso¡­ Obviamente, hizo que se inoculase el dise?o en mi vida, soy superf¨¢n de toda la arquitectura que se construy¨®, as¨ª como del trabajo de Mariscal, en especial de Cobi y Petra, que me encantan¡±, se?ala con entusiasmo. No conserva camisetas con las mascotas de los Juegos Ol¨ªmpicos, pero sus amigos han convertido en costumbre regalarle figuras y souvenirs de Cobi, una colecci¨®n m¨¢s en su vida. Porque Esc¨¢mez confiesa que le encanta encontrar objetos, piezas que va acumulando y luego utiliza en sus proyectos de interiorismo y en sus bodegones. ¡°Tengo dos almacenes con objetos, no te dir¨¦ que tengo un problema, pero s¨ª que me encantan las cosas. Creo que hay algo muy bonito en lo material, pero a la vez no tengo ning¨²n tipo de apego a las piezas, entiendo que se rompan, se pierdan, se regalen¡­¡±, precisa.

Para ¨¦l, sencillez no significa minimalismo: ¡°Me interesa lo atemporal, lo que va a durar muchos a?os, mezclar texturas y que funcione, utilizar objetos que tienen una historia detr¨¢s y te la cuentan¡±. Provengan de un mercadillo o sean piezas de autor. ¡°Partimos de que los dise?os no porque tengan un nombre reconocido implica que sean de mejor o de peor calidad. Para m¨ª los espacios deben funcionar, dar respuesta a un programa de necesidades, de c¨®mo debe vivir esa familia o esa persona, y que todas esas necesidades b¨¢sicas queden recogidas, adem¨¢s de que sea un espacio f¨¢cil de vivir¡±, subraya. Seg¨²n la filosof¨ªa de Esc¨¢mez, en cualquier lugar pueden hallarse tesoros ocultos: ¡°Se pueden encontrar joyas tanto en el MoMA como en un chamarilero, hay que mirar sin juicio las cosas¡±.

En el mercado de las pulgas Paul Bert de Par¨ªs o en Els Encants de Barcelona ha dado con verdaderos hallazgos, admite, y en su apartamento los mezcla con obras de Jean Cocteau y objetos editados por La Cobalta. Y con sillas. Siempre hay sillas. Se reconoce un aut¨¦ntico fan¨¢tico de ese objeto. ¡°Tengo una fijaci¨®n extrema, no puedo ni contar cu¨¢ntas tengo¡­ No me importar¨ªa llegar a vivir un d¨ªa en toda la casa con el per¨ªmetro rodeado de sillas y almacenarlas en altura si fuese necesario¡±, asegura. La primera que adquiri¨® fue una Cesca, y estos elementos suelen figurar en sus bodegones, ¡°por su sencillez, es brutal que algo funcional pueda ser tan bello¡±. Para dise?ar sus espacios, adem¨¢s, emplea azulejos esmaltados, muebles de obra surgidos de las paredes y el suelo, cer¨¢mica¡­ ¡°Utilizar los materiales que est¨¢n a tu alcance. No hay nada m¨¢s sostenible que adaptarte a lo que ves alrededor, y hacerlo bien, darle la vuelta. No hace falta que te traigan una piedra de Malasia. Si tienes algo cerca que es t¨ªpico culturalmente, util¨ªzalo. Hay unos esnobismos con todo esto que no entiendo. Como esos espacios que se crean y a los cinco a?os se destruyen¡­¡±.

Cuenta que a ¨¦l le gustan las piezas que duran, las que est¨¢n ligadas a la artesan¨ªa. Piensa que ¡°ser¨ªa muy triste perder esos oficios¡± y reivindica sin descanso el Mediterr¨¢neo. Ahora Cobalto Studio va a editar unos libros monogr¨¢ficos que llevan preparando cinco a?os sobre ¡°las festividades y los fen¨®menos folcl¨®ricos de las Baleares¡±. En ellos han trabajado con fot¨®grafos como Adri¨¤ Ca?ameras, Alba Yruela o Nacho Alegre. Se trata de un trabajo casi antropol¨®gico, documentar para preservar: ¡°Es algo atemporal, divulgativo, se recoge toda la informaci¨®n que no hab¨ªa hasta el momento. Creo que conociendo de d¨®nde vienes es m¨¢s f¨¢cil enfocar hacia ad¨®nde vas. Si no, das tumbos sin ning¨²n tipo de sentido¡±. ?Su sue?o? Seguir en esta l¨ªnea: ¡°Que lleguen proyectos en sinton¨ªa con mi modo de querer vivir la vida y de entenderla. Desde la sencillez poder hacer cosas muy bellas. Y ya est¨¢¡±.