?Por qu¨¦ sigues a esa ¡®influencer¡¯ boba de Instagram?
Ingrid goes West, la premiada ¨®pera prima de Matt Spicer, satiriza, con mucho humor negro, sobre el vac¨ªo existencial del narcisismo digital.
¡®Influencers desayunando con jirafas en su mesa¡¯ es el nuevo ¡®influencers sobre flamenco rosa hinchable en una piscina¡¯. Otra plaga m¨¢s con la que lidiar en Instagram. En plena vor¨¢gine por el controvertido viaje patrocinado de Dulceida y su pareja a ?frica, las protagonistas de la pol¨¦mica hicieron o¨ªdos sordos a las cr¨ªticas y subieron una instant¨¢nea con dos rumiantes invadiendo el tentempi¨¦ de su mesa. Vendido como un posado original (se llev¨® m¨¢s 172.000 ¡®me gustas¡¯), esta imagen es de lo m¨¢s recurrente entre estrellas de la red que visitan Nairobi. Un repaso a Instagram ofrece la misma instant¨¢nea una y otra vez. Y otra. Y otra. Como con el edificio rosa de Calpe. O el desierto de las B¨¢rdenas Reales. Una prueba m¨¢s de que, en esta delirante era de buscar el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa en la exhibici¨®n personal, posar con una especie en peligro de extinci¨®n nos recuerda, aunque la est¨¦tica difiera, que todos compartimos el ADN de esos turistas aborregados que avista el objetivo de Martin Parr.
En Ingrid Goes West no sale Dulceida, pero la peque?a de las Olsen (Elizabeth) encarna todo este absurdo universo del negocio de las influencers de la red. Solo que a esta la fama le sale rana: entre boged¨®n de aguacate en tostada y frase inspiracional de 0,60 (?Vive bajo el sol y nada el mar #California?)? su nueva mejor amiga, Ingrid (Aubrey Plaza), resulta ser una acosadora de manual con trastorno de la personalidad que acaba de perder a su madre. Una loca a las tres que ha cruzado todo el pa¨ªs hasta Venice Beach y har¨¢ lo que sea para mimetizarse con la vida de su narcisista endiosada tras descubrirla posando en una revista femenina. La cosa derivar¨¢ en una comedia facilona, ¨¢cida y de humor muy negro donde el que el vac¨ªo existencial y la obsesi¨®n por la perfecci¨®n de la generaci¨®n Instagram queda al descubierto entre viajes a Joshua Tree y fiestas patrocinadas por marcas de ropa con barra libre.
La comedia, que no se estren¨® en los cines espa?oles y ha saltado directamente a la venta en Blu- ray con Sony a principios de este mes, pas¨® por el festival Americana de Barcelona, antes lo hizo por el de Sundance, y se alz¨® finalmente con el premio a mejor debut del a?o de los premios indies por antonomasia, los Spirit Awards. El primer largo de Matt Spicer llega tras un ca¨²stico corto, It¡¯s not you, it¡¯s me (2012) tambi¨¦n marcado por el humor negro y protagonizado por otro girl crush de la comedia alternativa: Gillian Jacobs (Love, Community).
Que Ingrid Goes West haya llegado tan lejos es pr¨¢cticamente un milagro. Aubrey Plaza se enamor¨® del gui¨®n de Spicer, convenci¨® a Elizabeth Olsen y?O¡¯Shea Jackson Jr. para participar en la cinta y todo casi se fue al traste por varios accidentados episodios: los incendios de Santa Clarita destrozaron uno de sus sets, otra casa en la que rodaron tuvo alarma de riesgo biol¨®gico y el propio director cruz¨® una puerta de cristal y por poco se mata. Al final mereci¨® la pena: la cr¨ªtica ha alabado la capacidad de Spicer de capturar el presente con acierto y sin que el alud al mundo de los hashtags o referencias a las redes sociales chirr¨ªen al espectador. ?No he hecho una? pel¨ªcula para criticar a las influencers, es m¨¢s un proyecto para exponer los fallos de la sociedad?, aclara al otro lado del tel¨¦fono desde Los ?ngeles.
Bastante al¨¦rgicos a las redes sociales en tono personal, ¨Cdurante la charla tel¨¦fonica Spicer llega a pedir ?un pacto a lo convenci¨®n de Ginebra? para acabar con el poder y la invasi¨®n de datos personales de Facebook y otras compa?ias similares¨C, el director y el coguionista, David Branson, decidieron escribir la pel¨ªcula despu¨¦s de una charla en la que reflexionaron (y ?nos descojonamos mucho?) sobre c¨®mo todo el mundo construye su ?marca? a trav¨¦s de Instagram y lo ?agotador que puede llegar a ser, especialmente si vives en Los ?ngeles?. Tras escudri?ar el universo de las influencers, el gui¨®n estuvo listo.
?Instagram es un espejo en el que la gente solo mira hacia fuera y nadie est¨¢ mirando hacia dentro. Taylor (la influencer de la pel¨ªcula), solo quiere compartir lo mejor de su vida, pero no expone los malos momentos?, aclara el director y expone como ejemplo de todo este sin sentido al caso de Anna Faris. ?Cuando anunci¨® su divorcio con Chris Pratt todos sus fans comentaron que ya no cre¨ªan m¨¢s en el amor. Ellos, que llevaban meses lidiando con una crisis de pareja muy dura. Pero claro, eso no era lo que exhib¨ªan. En la red siempre eran felices y una familia unida, nunca compart¨ªan malos momentos. Hab¨ªan construido una narrativa de perfecci¨®n entra?able que sus followers hab¨ªan asumido como ver¨ªdica. En Instagram nuestra privacidad se restringe a lo negativo?, sentencia.
En su pel¨ªcula, la influencer ni es tan maravillosa como parece ni tan siquiera ha le¨ªdo los libros de los que presume en redes o cita como favoritos. Como la foto perfecta de primera edici¨®n de El ¨¢lbum blanco de Joan Didion que sube a su red y que se convierte en una especie de icono-gui?o recurrente de la cinta para retratar a esta generaci¨®n de millennials blancas adineradas que se mueven en entornos creativos. ?Joan Didion es una de mis escritoras favoritas?, recuerda el director, ?la nombramos en la pel¨ªcula porque es una de las escritoras m¨¢s cr¨ªticas que hay con el modelo de vida californiano, pero a la vez es la que mejor lo ha descrito. En la pel¨ªcula, Taylor la cita mal y no entiende nada realmente de su universo, pero me pareci¨® divertido mostar esta dualidad entre ambas?.
Antes de estrenar la pel¨ªcula, y para testear la verosimilitud de su pel¨ªcula, Spicer hizo varios pases solo para influencers de Los ?ngeles. ?La respuesta fue muy buena. Se lo han tomado fenomenal, en Sundance hasta se me acerc¨® una instamom que hab¨ªa pasado por una historia similar de una fan convertida en acosadora. Durante los pases estaba muy nervioso, no quer¨ªa que pensaran que me estaba burlando de ellas, porque en realidad me burlo de todos nosotros y nuestra relaci¨®n con la tecnolog¨ªa?. No hace falta ser estrella de la red para sorprenderse con h¨¢bitos que describe la cinta y sentirse identificado. Qui¨¦n no chequee d¨®nde est¨¢ su m¨®vil cada pocos minutos o tenga la necesidad de sostenerlo a cada momento entre sus manos que tire la primera piedra.
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