Inma Berm¨²dez, la dise?adora que reinventa el reciclaje en Ikea sin salir de Valencia
Investiga el futuro del reciclaje, recupera m¨¦todos tradicionales de trabajo y sostiene que hay que repensar el pl¨¢stico y plantear nuevas maneras de vivir m¨¢s sostenibles.
?Me parece que estoy en el camino. Yo tengo mi huerto, al que estoy yendo ahora con mi beb¨¦ desde que naci¨®. En casa hay gallinas, perros. Mi hijo de tres a?os coge fresas, sabe lo que es un tomate, vive esa vinculaci¨®n con la tierra, como nuestros abuelos?, dice con entusiasmo Inma Berm¨²dez (Murcia, 1977). Pese a su fulgurante trayectoria ¨Cfue la primera espa?ola en dise?ar para Ikea¨C, en lugar de vivir en Suecia, Alemania o Italia en 2007, volvi¨® a Espa?a para crear su propia firma, Studio Inma Berm¨²dez. Con su pareja, el arquitecto Moritz Krefter, se construy¨® en 2011 una casa en el campo, a 20 kil¨®metros de Valencia, desde donde ambos desarrollan proyectos globales y locales.
All¨ª todo es ecoeficiente: ?La calefacci¨®n es el sol, la fachada es acristalada, el suelo es de hormig¨®n y se calienta durante el d¨ªa para por la noche desprender ese calor. No hay ni aire acondicionado ni radiadores: nos a¨ªsla una cubierta vegetal, usamos placas solares y tenemos una piscina natural en la que no utilizamos cloro. Funciona como un r¨ªo: el agua circula, la grava limpia, tenemos peces, nos ba?amos con ellos¡?. Berm¨²dez supo desde ni?a que quer¨ªa pensar cosas as¨ª, imaginar objetos que facilitaran la vida.
Recuerda que su primera creaci¨®n infantil ?fue un dormitorio con un mueble que ten¨ªa muchos compartimentos, espacios donde abrir, cerrar?. Ya ah¨ª primaba una funcionalidad que durante sus tiempos de becaria en Estocolmo le vali¨® el apodo de Inma Smart. Antes de llegar ah¨ª hab¨ªa colaborado con los talleres de Boisbuchet (Francia) impulsados por Vitra y trabajado como asistente de la dise?adora Sigga Heimis. ?Las mujeres siempre han tenido un papel importante en el dise?o, pero antes estaban desplazadas, encasilladas en alg¨²n tipo de producci¨®n que se consideraba m¨¢s femenina, como ocurr¨ªa en la Bauhaus. Ahora creo que en todas las disciplinas se est¨¢ haciendo un esfuerzo para dar m¨¢s visibilidad?, puntualiza.
Ella ha ideado relojes con Rado, butacas con Calma, l¨¢mparas con Zaozuo o Marset, porcelana con Lladr¨® o Doppia Firma, k¨ªlims con Gandia Blasco e innovado con los asientos Sentat. Pero tambi¨¦n ha pensado muebles superventas, como el lavabo Lillangen, y los objetos para mascotas Lurvig, ambos para Ikea. ?En esta profesi¨®n el ego tiene que estar muy lejos. Lo m¨¢s importante es darte cuenta de que tienes mucho por aprender. No es lo mismo dise?ar una l¨¢mpara, un coche, un zapato o un collar. Yo dec¨ªa que no iba a hacer luminarias y lleg¨® un proyecto de Marset y no lo dud¨¦?, apostilla. Se sumergi¨® en el archivo de la firma buscando inspiraciones de hace 30 a?os, y como directora creativa de Lladr¨® tambi¨¦n ha repasado los or¨ªgenes de sus porcelanas, algo que considera fundamental: ?Conocer la historia es parte de mi trabajo. Lladr¨® tiene unos escultores ¨²nicos por las Fallas, es su potencial y hay que darle visibilidad, por eso en los parrots las figuras eran realistas?.
Adem¨¢s de respetar esa herencia, Berm¨²dez se centra en buscar nuevos caminos. Eso es lo que ha hecho recientemente con la l¨ªnea de productos textiles Musselblomma, la primera de Ikea en la que se han utilizado pl¨¢sticos reciclados recogidos en aguas del Mediterr¨¢neo por pescadores locales. ?Hay que repensar el pl¨¢stico. No todos se pueden reciclar igual de bien que el PET, hay mucho de un solo uso, y no podemos permitirnos utilizar un pl¨¢stico para usar y tirar, como las pajitas?, subraya. Por eso, opina que ?es importante hallar otras formas de trabajar en estos d¨ªas en los que estamos planteando tanto la forma en que consumimos?.
?Resulta dif¨ªcil combinar producci¨®n masiva y sostenibilidad? ?Es un tema muy debatido, pero hay un movimiento que ha empezado y ya no va a parar. Tenemos que razonar de otra manera, redise?ar el mundo y la forma en que consumimos?. Para ello, cree que hay que descubrir materiales, dar nuevos usos y reutilizar. ?Una compa?¨ªa grande como Ikea tiene la capacidad para establecer procesos de producci¨®n sostenibles e invertir en innovaci¨®n. Me da la oportunidad de conocer esos m¨¦todos e incorporarlos en otros proyectos?, a?ade. No para de pensar en c¨®mo lograr un cambio real. De hecho, entre sus investigaciones con esta firma destaca una centrada en idear una nueva forma eficaz de reciclar pl¨¢stico en casa: ?El sistema que hay ahora mismo no es productivo, en los contenedores amarillos se recicla solo un 20%. Estamos intentando buscar una soluci¨®n, que las familias lo hagan bien y se sientan parte de la cadena, que no crean que ese esfuerzo se pierde?.
Dice que la curiosidad siempre ha sido su ?motor para hacer las cosas? y que ve el dise?o como ?la psicolog¨ªa de los objetos cotidianos, porque estos est¨¢n diciendo cosas y el dise?ador tiene que conseguir que ese lenguaje sea fluido?. Esa comunicaci¨®n est¨¢ evolucionando y en ella pesa cada vez m¨¢s la sostenibilidad, reconoce. ?La gente m¨¢s joven ya tiene otra mentalidad, y yo creo que es supervivencia; si no cambiamos, nos vamos al traste?, asegura. Dentro de esa mutaci¨®n del paradigma opina que, como ella intenta hacer con sus trabajos, ser¨¢ tan importante mirar al pasado como al futuro: ?Ser¨ªa feliz si uno de mis hijos fuese hortelano dentro de unos a?os, porque creo que vamos a necesitar a otro tipo de personas con otra mentalidad, con otras profesiones y otra manera de vivir. Esto es insostenible?.
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