Lorena Berd¨²n: ¡°Es casi m¨¢s f¨¢cil quedar con alguien para acostarse que para conocerse¡±
La sex¨®loga, que desde la tele nos acercaba al sexo y que ahora ayuda a personas a encontrar su media naranja gracias a su colaboraci¨®n con una agencia de matchmaking, nos habla del amor en tiempos de Tinder.
Encontrar pareja era, hasta hace no mucho, una actividad que discurr¨ªa en paralelo a la existencia, sin demasiados aspavientos a no ser que uno fuera muy raro o especial. Pero parece que la vida ha externalizado este servicio, del que se encargan ahora las webs de citas y, para econom¨ªas m¨¢s pudientes, las modernas agencias matrimoniales con sus servicios de matchmaking, coach de pareja o diagn¨®stico emocional.
No solo los cuarentones divorciados, con un historial de reproches y un elevado nivel de exigencia inversamente proporcional al de tolerancia y aceptaci¨®n, ven c¨®mo sus expectativas de encontrar a su media naranja son tan numerosas como las de dar con un buen puesto de trabajo. Tambi¨¦n muchos j¨®venes a?oran la ¨¦poca de sus padres: un universo anal¨®gico donde la gente hablaba cara a cara y en el que las discotecas serv¨ªan para m¨¢s cosas que bailar, beber o tomar pastillas. ¡°En uno de los ¨²ltimos talleres de sexualidad que hice para adolescentes, un chico me dijo que envidiaba mucho a mi generaci¨®n porque pudimos ligar en los bares¡±, comenta Lorena Berd¨²n. ¡°Ahora es m¨¢s complicado. Si te acercas a alguien, es muy probable que te diga que est¨¢ con sus amigos o que te ponga mala cara. La comunicaci¨®n online es, sin embargo, mucho m¨¢s fluida. Y esto es una pena¡±.
Esta psic¨®loga y sex¨®loga que se hizo popular en la tele, en la brev¨ªsima historia de los programas de sexo, lleva m¨¢s de 20 a?os asesorando a los espa?oles en cuestiones tan peliagudas. Concretamente, desde que en 1997 iniciara un consultorio sobre ¡®amor, sexo y ternura¡¯ en la revista Bravo. Recientemente, Lorena ha pasado a formar parte del equipo de Tu Pareja Perfecta, una agencia de matchmaking, en la que colabora como psic¨®loga y sex¨®loga junto a Monta?a V¨¢zquez, fundadora, y Marta Brenta, coach de emprendimiento personal.
Yo suelo comparar el hecho de buscar pareja, hoy en d¨ªa, a las tareas de buscar trabajo o piso. Hay muchos, pero los buenos ya est¨¢n cogidos y, por otra parte, ha pasado a ser una ardua labor. Decepcionante, la mayor¨ªa de las veces. ?Se ha convertido en algo tan duro que hay que buscar asesoramiento externo?
Bueno, yo creo que hay varias cosas. La falta de tiempo por un lado, o el hecho de que queremos que las cosas sean muy f¨¢ciles y salgan de forma espont¨¢nea, y eso no siempre es posible. Pero s¨ª, cuando empezamos a buscar a la media naranja de forma activa (no me refiero a esperar que la vida nos la traiga), puede convertirse en un trabajo¡ y las nuevas tecnolog¨ªas no siempre nos facilitan esta tarea. Lo que no quita que haya gente que puede haber conocido a su pareja en Tinder o en alg¨²n otro portal de citas.
Nunca he acabado de entender que es eso del matchmaking. Esa t¨¦cnica que te busca la persona af¨ªn y que casi siempre se basa en seleccionar gente con gustos, intereses y estatus similares. Muchos de los grandes amores de la historia se han dado entre personas dispares.
No sabr¨ªa decirte en qu¨¦ se basan exactamente, pero en Tu pareja Perfecta no cuentan con una base de datos a la que recurren, sino que la persona expone sus gustos y preferencias y se busca a candidatos que encajen en ese perfil. ?C¨®mo se encuentra a la pareja perfecta?¡ ser¨ªa la pregunta del mill¨®n. ?Cu¨¢l es la chispa, el anclaje, en enganche emocional que hace que alguien te guste hasta ese punto? Lo que hacemos es presentarte a personas indicadas y propiciar oportunidades para que la naturaleza haga el resto. Y, por otro lado, te preparamos para que esa b¨²squeda no sea un remiendo a ciertas carencias. Yo no hago matchmaking, yo asesoro en temas de psicolog¨ªa y sexolog¨ªa. Trato de que la persona que busca a otra vaya con su mejor yo.
A menudo la b¨²squeda de pareja es un acto desesperado. Somos como pedig¨¹e?os mendigando compa?¨ªa, amor, sexo. Y eso, imagino, no es un buen comienzo.
Es la mejor manera de acabar en relaciones t¨®xicas. Por eso en esta empresa hay que llevar el amor propio muy trabajado, porque sino es pan para hoy y hambre para ma?ana. Pero todav¨ªa hay muchas personas que buscan en su potencial pareja a quien las salve, a quien las saque del aburrimiento, a quien sea su madre, a quien resuelva sus problemas sexuales¡
Tal vez tengamos una idea inadecuada de lo que es la pareja, de lo que se debe esperar. Tal vez sea un modelo que no haya evolucionado y que hay que actualizar.
S¨ª pero, ?c¨®mo se pone al d¨ªa? Porque el hecho de amar a alguien tiene pocas adaptaciones posibles. Y da igual que sea a una persona o a dos, o que la pareja sea cerrada, abierta o que se practique el poliamor. Siempre se trata de dar y recibir amor. Lo que yo creo que hay que tener claro es qu¨¦ se quiere y se espera de esa relaci¨®n, y definir las bases y las leyes de la misma. Porque una pareja es lo que sus miembros quieren que sea. Ya hay muchos modelos de parejas, ya no es como antes que solo hab¨ªa uno. Y si ninguno de esos se ajusta, se puede crear uno nuevo. Lo ¨²nico que hace falta es el consentimiento de las partes.
El problema que viene ahora es que tal vez la gente espere o pida demasiado en ese ¡®mundo feliz¡¯. ?Cu¨¢les son los conceptos e ideas err¨®neas m¨¢s comunes que nos impiden encontrar pareja, o que acaban destruyendo la que ya tenemos?
El primero es siempre la falta de comunicaci¨®n. Tenemos un individualismo muy exacerbado y nos cuesta decir lo que queremos, lo que nos gusta. Esto es muy importante al principio de una relaci¨®n y, generalmente, se habla muy poco de estas cosas en el enamoramiento. No podemos pretender que el otro nos lea el pensamiento y luego reprocharle porque no conoce nuestras preferencias. Y, adem¨¢s, hay que saber c¨®mo decir las cosas, de forma amable y sin herir.
La hiperexigencia y el perfeccionismo son otros escollos. Marcarse expectativas muy altas y crearte tu propia historia por adelantado. Aplicar la metodolog¨ªa laboral a este campo, fijando objetivos muy definidos, es un error. Lo mejor es estar abiertos y disponibles, en vez de dedicarse a hacer listas de lo que queremos. Y luego hay siempre mucho miedo, miedo a que te rechacen, a que te rompan el coraz¨®n, al fracaso. El amor no es un cuento de hadas y a veces se puede sufrir, pero esto nos da p¨¢nico. Veo tambi¨¦n poca tolerancia en las parejas. A la m¨ªnima de cambio se rompen. Hemos fijado un umbral de exigencia muy fino, buscamos a la persona perfecta y ¨¦sta no existe.
?ltimamente la lucha de sexos parece haberse avivado. Una fracci¨®n del sector masculino ve el feminismo como una amenaza, como el apocalipsis y a las mujeres como seres sedientos de sangre y venganza mientras, por otro lado, algunas mujeres culpan a todos los hombres del patriarcado y ven en cada var¨®n a un machista en potencia. Imagino que esto har¨¢ m¨¢s complicado la interacci¨®n entre los sexos.
Tengo muchas conversaciones con amigos sobre este tema. Hay una cierta crispaci¨®n en el ambiente, fruto de que estamos viviendo un momento de reajuste, de lucha de poderes. Los hombres est¨¢n confundidos, muchos ven c¨®mo su trono se desmorona y algunos reaccionan mal pero, en general, est¨¢n muy perdidos. En terapia muchos me dicen que no saben c¨®mo acercarse a las mujeres. Al mismo tiempo, ellas tampoco tienen muy claro qu¨¦ nuevo modelo masculino les gustar¨ªa, c¨®mo deber¨ªa ser. Por ejemplo, se supone que la mujer puede y deber¨ªa tomar la iniciativa en materia de acercamiento, pero muchas no se atreven y siguen esperando a que sea ¨¦l. Hay un gran desencuentro.
??Estamos perdiendo habilidades, como raza humana, para la conquista?
Se supone que deber¨ªa ser algo innato, un instinto, pero en las sociedades hiperdesarrolladas la comunicaci¨®n, a pesar de las innumerables v¨ªas que tenemos para ello, es cada vez m¨¢s complicada. Nos estamos encerrando en nosotros mismos. Cada uno va inmerso en su mundo personal: levantar los ojos, ver a los dem¨¢s, hablar con ellos es cada vez m¨¢s raro. Es muy probable que si alguien se acerca a otro, el primero lo reh¨²ya, le conteste mal o le ponga mala cara. ?C¨®mo vamos entonces a encontrar a alguien? El roce, el cara a cara, el contacto se est¨¢n perdiendo. De hecho, yo dir¨ªa que quedar con alguien online para acostarte es casi m¨¢s f¨¢cil que quedar para conocerlo o tomarte una copa, porque el amor nos da m¨¢s miedo que el sexo.
?Cu¨¢l es la edad m¨¢s cr¨ªtica para quedarse solo y tener que buscar compa?¨ªa. Los 40-50, en los que la gente ya est¨¢ resabiada, sus exigencias son muy altas y sus energ¨ªas cada vez m¨¢s bajas?
Bueno, s¨ª, esa es una edad complicada porque la mochila de cada uno ya es muy grande y nos hemos vueltos exigentes, no queremos pasar por ciertas cosas otra vez y, adem¨¢s, es muy normal que a esos a?os haya ya hijos de por medio. Un perfil de esa edad es bastante habitual en las agencias de matchmaking porque el embudo se estrecha y aparecen las l¨ªneas rojas. Pero, aunque la edad dificulta las cosas, el enemigo de encontrar pareja es m¨¢s la actitud.
?Qu¨¦ conceptos err¨®neos tenemos todav¨ªa en torno a la idea del amor y el sexo?
En la cama esperamos que todo sea espont¨¢neo y que vaya sobre ruedas. Tenemos muchas expectativas y adem¨¢s esperamos que surjan por s¨ª solas y, cuando esto no pasa, intentamos forzar lo espont¨¢neo. Deber¨ªamos dejarnos llevar, disfrutar del presente, vivirlo y permitirnos que lo que venga a continuaci¨®n nos sorprenda. En el amor, vuelvo al tema de la comunicaci¨®n. No nos comunicamos. No sabemos hablar este lenguaje.
Usted ten¨ªa un consultorio de sexo y relaciones en la revista Bravo, en 1997. ?Qu¨¦ problemas preocupaban a los espa?oles entonces y cu¨¢les ahora?
B¨¢sicamente los mismos. Es verdad que la sociedad ha cambiado desde entonces, las mujeres ahora toman m¨¢s la iniciativa y se han familiarizado con la masturbaci¨®n; pero en el fondo, a la gente le preocupa lo mismo: falta de deseo, que antes era un problema m¨¢s femenino y ahora afecta cada vez m¨¢s a los hombres, eyaculaci¨®n precoz, disfunci¨®n er¨¦ctil, falta de sexo en las relaciones a largo plazo. Es verdad que hay menos preguntas sobre c¨®mo una mujer puede quedarse embarazada, pero lo que es incre¨ªble es la enorme falta de conocimiento de los adolescentes. Todav¨ªa tienen dudas muy b¨¢sicas, sobre anticonceptivos, preservativos, temas relacionados con la regla. Y luego, hay toda una generaci¨®n que repite conductas machistas, tanto ellos como ellas (?ojo!). Hay mucho maltrato verbal, los j¨®venes son muy agresivos unos con otros, veo poco respeto y cari?o. En una charla a adolescentes que di en un centro propuse que se dijeran palabras relativas a la sexualidad o se definiera este t¨¦rmino. En ning¨²n momento sali¨® la palabra amor. Tengo un hijo de nueve a?os y me gustar¨ªa que viviera otra realidad. Una m¨¢s anal¨®gica y amable, con menos m¨¢quinas y m¨¢s relaciones humanas.
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