Mar Coll, directora de ¡®Matar al padre¡¯: ?Quer¨ªa acabar con los arquetipos de g¨¦nero?
Gonzalo de Castro protagoniza Matar al padre, una comedia dram¨¢tica en cuatro cap¨ªtulos, que firma la ganadora del Goya por Tres d¨ªas con la familia y que se estrena la ¨²ltima semana de mayo
Hacer cine es en general dif¨ªcil, hacerlo en Espa?a es muy dif¨ªcil. O una quimera. Ni siquiera tener en el curr¨ªculum un Goya asegura que alguien pueda levantar un nuevo proyecto. Esto lo sabe bien Mar Coll (Barcelona, 1981), que consigui¨® el premio en 2009 como mejor director debutante por Tres d¨ªas con su familia, adem¨¢s de arrasar en el Festival de M¨¢laga de ese a?o, y repiti¨® ¨¦xito de cr¨ªtica con Todos queremos lo mejor para ella (2013), protagonizada por Nora Navas. Hace dos a?os comenz¨® a trabajar en lo que deb¨ªa ser su tercera pel¨ªcula, un largometraje dividido en tres episodios al que ni ella misma le ve¨ªa un futuro muy prometedor: ¡°Era un proyecto que nunca iba a recibir dinero para ser financiado, porque era una marcianada y raro en su estructura, pero tuvimos la gran oportunidad de convertirlo en una serie que reflejara el paso del tiempo en los personajes. El personaje principal ya lo ten¨ªamos¡±. Cuando Movistar + inicia el proyecto de hacer series con cineastas y llama a Mar Coll para ver si tiene alg¨²n proyecto en marcha, en ese momento la cineasta vio la posibilidad de cambiar el formato de la historia.
¡°Era un guion para un largometraje que compart¨ªa este mismo protagonista, este padre nervioso. Por decirlo de alguna manera (risas). Era una peli de noventa minutos que estaba pensada en tres episodios: dos largos y un cortito final de quince minutos. Tambi¨¦n estaban los saltos temporales. La esencia era la misma: enfrentar a este hombre obsesivo, y convencido de que puede controlar la vida, al paso del tiempo. Se trataba de demostrar que la vida no se puede controlar. Y el otro tema importante era la paternidad, porque de ella derivan el miedo y la necesidad de control. No quieres que la persona que m¨¢s amas sufra una desdicha y entonces, por sobreproteger, pasa justamente lo contrario¡±, asegura la directora de la serie que se estrena el pr¨®ximo d¨ªa 25 de mayo.
El gran protagonista de Matar al padre es, precisamente, el padre del t¨ªtulo. Se trata de Jacobo, un personaje al que vemos evolucionar a lo largo de dos d¨¦cadas y al que Mar Coll retrata desde una mirada tragic¨®mica. Un hombre que, seg¨²n la directora, despierta un un¨¢nime calificativo en todos los que han visto la serie: pobrecito. ¡°Piensa que puede controlar el futuro. Surge de una idea de la coguionista. Quer¨ªamos explorar la figura paterna. Est¨¢bamos leyendo en ese momento El olvido que seremos, de H¨¦ctor Abad Faciolince, y pensamos que quer¨ªamos hablar del padre. Era un reto hacer un personaje masculino y ten¨ªamos claro que deb¨ªa ser una persona disfuncional, con un mont¨®n de defectos, pero con un par de cualidades que lo hacen muy adorable. Lo que le impulsa es el amor, el miedo y la voluntad de proteger a sus hijos. Es odioso y querible a la vez. La forma en la que est¨¢n tratados los roles masculinos y femeninos no se corresponden al arquetipo tradicional. Tom¨¢s (el hijo) es sensible, llora y se va a conociendo a s¨ª mismo. Mientras que la hija es guerrera y fuerte. Nos sale de forma natural romper con los arquetipos de g¨¦nero¡±.
La familia, siempre la familia
El nexo entre los dos primeros largometrajes de Mar Coll es que ambos giran en torno al n¨²cleo familiar y a las relaciones que se establecen (para bien y para mal) en torno a este. La cineasta vuelve a demostrar en Matar al padre su capacidad para observar y llevar luego a la pantalla situaciones que a todos nos resultan muy comunes. ¡°Las dos pelis y la serie podr¨ªa ser, perfectamente, una trilog¨ªa sobre la familia. A lo mejor es porque escribo con mi mejor amiga, Valentina Viso, a la que conozco desde los diez a?os. Somos como hermanas. Es como si tuvi¨¦ramos otros padres, cada una comparte los de la otra. Y sus hijas me llaman t¨ªa. E inevitablemente acabamos hablando de las familias. Lo que me jode mi padre, c¨®mo est¨¢ tu hermana¡ Las relaciones afectivas determinan mucha parte de nuestra felicidad. Quiz¨¢ ya es hora de hacer una pel¨ªcula hist¨®rica ya (risas). En ese sentido, he tenido suerte de poder hacer un cine muy personal. Pero nunca tienes claro si vas a ser capaz de levantar la segunda pel¨ªcula, y la tercera la ves m¨¢s complicada. Porque el sector ha ido a menos. Todos conocemos historias de cineastas muy importantes en este pa¨ªs que se tiran cuatro o cinco a?os para hacer una pel¨ªcula. En este caso, ve¨ªa muy claro que nadie iba a querer hacer esto en cine. Al principio fui muy cautelosa con la propuesta de Movistar +. Hab¨ªa un discurso de series de autor, arriesgadas, pensando en otros p¨²blicos, respetando los procesos y los tiempos¡ Y, la verdad, es que han cumplido. La serie la estuvimos desarrollando durante dos a?os y son solo cuatro cap¨ªtulos¡±.
Cada uno de estos cap¨ªtulos de la serie se desarrolla en cuatro a?os distintos, entre 1996 y 2012. Pero la intenci¨®n no era reeditar el costumbrismo de Cu¨¦ntame, a pesar de que la serie transcurre a lo largo de varios a?os. El objetivo era alejarse de ese formato. Aparecen gui?os, como el m¨®vil o el Skype, donde antes hab¨ªa tel¨¦fonos fijos, pero son solo gui?os. ¡°La idea era no centrarnos demasiado en esto. S¨ª que es cierto en que hay un momento, hacia el final, que el marco de la crisis financiera afecta realmente al protagonista. Y eso funciona como elemento dram¨¢tico para ¨¦l, pero tambi¨¦n es un reflejo de lo que nos pas¨® a todos con la crisis, que nos dimos cuenta que lo que hab¨ªamos proyectado no iba a suceder nunca. En los 90 nos ve¨ªamos como un pa¨ªs en pleno progreso y, de repente, nos vimos sumidos en un crisis, a la vez que nos hac¨ªamos mayores y nos frustr¨¢bamos¡±. Matar al padre, que se desarrolla en Catalu?a, no llega hasta los ¨²ltimos acontecimientos que han tenido lugar en los ¨²ltimos meses. ?Dar¨ªa el proc¨¦s para un serie? Mar Coll lo tiene muy claro: ¡°Por supuesto, el desarrollo de los acontecimientos, los giros que ha habido y lo r¨¢pido que va todo¡ cuando llegas a casa es la mejor serie que se puede ver en la tele. Es espectacular. Han pasado tantas cosas que se nos olvida todo lo que ha sucedido¡±.
El gran peso de la serie recae sobre Gonzalo de Castro, un actor que no estaba en la mente de la directora en un primer momento, durante la escritura del guion, y que apareci¨® en una prueba. Su trabajo y el de Paulina Garc¨ªa (descubierta en Gloria de Sebasti¨¢n Lelio y que interpreta a su mujer), Marcel Borr¨¢s (como el hijo) y Greta Fern¨¢ndez (como la hija) son una de las grandes bazas de la serie. ¡°Yo sab¨ªa que el ¨¦xito de Matar al padre resid¨ªa, b¨¢sicamente, en la elecci¨®n del actor. Ten¨ªamos un par de personas en mente que no pudieron, entre otras cosas porque Movistar + colaps¨® el star system espa?ol con las series anteriores (risas). Y entonces hicimos un casting con cinco actores. A Gonzalo le ten¨ªa por un actor de teatro y de televisi¨®n, para la cadena era un gran atractivo, porque es muy popular. Para m¨ª eso no pesaba tanto, pero hizo una prueba y me dej¨® realmente pasmada. Me sedujo totalmente, porque yo buscaba un actor muy intenso. Y si una cosa es Gonzalo es intenso. Tiene una energ¨ªa desbordante¡±.
Y, para terminar, ?c¨®mo ha sido la primera experiencia en televisi¨®n? ?Se ha sentido Mar Coll m¨¢s libre que en el cine? ¡°M¨¢s libre tampoco, porque a pesar de la mentalidad de trabajar con autores que tiene esta cadena, finalmente es una cadena. Lo que s¨ª que te da es much¨ªsima tranquilidad, porque la aventura de dirigir una pel¨ªcula en este pa¨ªs es imposible. En el momento en que esta cadena me llama, yo ya era una consumidora habitual de series con moderaci¨®n, tampoco una loca. Si esto hubiera llegado cinco a?os antes hubiera pensando ¡°no s¨¦ ni por d¨®nde empezar¡±, porque no hab¨ªa visto ni una serie¡ Ahora siento placer por ver series y por eso tambi¨¦n tengo placer en hacer una. Vi claro que era un espacio de trabajo que no pod¨ªa desaprovechar, estando las cosas como est¨¢n en la industria del cine. A m¨ª me ha ido bien, pero es dif¨ªcil tener seguridad. Este proyecto ha sido m¨²sica para mis o¨ªdos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.