Primera persona del rural: c¨®mo Mar¨ªa S¨¢nchez y Lorena ?lvarez se convirtieron en la voz de un movimiento joven que reivindica el campo
La escritora y la cantautora se han convertido en las voces de una nueva cultura rural. Esta es la historia de su encuentro.
Hay personas que se conocen sin haberse visto antes. Esto les suced¨ªa a estas dos artistas a quienes reunimos hoy por primera vez. Mar¨ªa S¨¢nchez se define como una veterinaria que escribe cuando las cabras le dejan. Y en esos espacios de tiempo ha creado un inspirador poemario como Cuaderno de campo (2017) y el ensayo Tierra de mujeres, una mirada ¨ªntima y familiar al mundo rural (2019). Lorena ?lvarez es un verso libre dentro del panorama musical cuyas canciones traspasan las fronteras de la m¨²sica tradicional y rezuman verdad. Al escuchar su ¨²ltimo disco Colecci¨®n de canciones sencillas y leer a Mar¨ªa S¨¢nchez (cuyos libros se han traducido a cinco idiomas) es f¨¢cil sentir sus miradas hacia el mundo que las rodea.
Nada m¨¢s verse, la cantautora le dice a Mar¨ªa que est¨¢ enganchada a su ensayo y la veterinaria le cuenta a Lorena que sus canciones son la banda sonora de su vida. M¨¢s all¨¢ de una admiraci¨®n mutua, les unen las historias de palabras olvidadas, los sonidos del campo que habitan en su memoria y la reivindicaci¨®n del relato escrito por mujeres. Rechazan la postal buc¨®lica con la que a veces se asocia a la vida en los pueblos y hablan sin tapujos mientras se escuchan con respeto.
A Lorena, que naci¨® y se cri¨® en una aldea asturiana, le llama la atenci¨®n que en las entrevistas siempre se le d¨¦ importancia a eso. ??Y qu¨¦ m¨¢s da??, dice. ?Me cabrea cuando entre l¨ªneas quieren decir que c¨®mo s¨¦ leer, escribir o tocar siendo de un pueblo. ?Si las ciudades est¨¢n formadas por personas de las zonas rurales que se fueron porque no ten¨ªan trabajo!?, explica Lorena. ?Parece que la cultura solo existe en Madrid o Barcelona, cuando est¨¢ en nuestros pueblos y en nuestros campos?, a?ade Mar¨ªa. ?Soy anticaba?a de Walden y Los santos inocentes. Para muchos somos el lugar donde ir a descansar. Pero si huele a bo?iga de vaca o canta el gallo les molesta. El medio rural es de donde vengo, donde trabajo, donde me muevo y donde aspiro seguir estando. Soy veterinaria de campo antes que escritora y no quiero formar parte de ning¨²n c¨ªrculo de escritores de las grandes ciudades?, contin¨²a. Ella sue?a con hacer el Camino de Santiago con cuatro cabras, vivir en una casa en Galicia metida en una roca y all¨ª elaborar queso.
Un burro se cuela en la sesi¨®n de fotos y Mar¨ªa lo acaricia. ?Le asustan los flashes?, dice. Lorena se acerca a ¨¦l y cuenta que una vez hizo un concierto para burros. Fue en 2013, en la reserva de Adebo en C¨®rdoba, donde esta heredera de Vainica Doble y Gloria Fuertes les cant¨® uno de sus temas que dice: ?Si el amor que puse en ti lo hubiera puesto en un burro, hubiera montado en ¨¦l y hubiera corrido mundo?.
Ambas charlan con empat¨ªa sobre la mitificaci¨®n de la figura de las mujeres del campo y la importancia de que ellas sean las que escriban el relato. ?Se les llama superhero¨ªnas porque tiran con todo para adelante cuando han vivido siempre una situaci¨®n de machismo brutal y desigualdad. Han trabajado toda su vida y llevado la mochila de los cuidados sin cobrar nada ni ser titulares de ninguna tierra. Qu¨¦ c¨ªnico es ponerlas en un pedestal y glorificar las zonas rurales cuando hay una falta de servicios brutales y nos tratan como ciudadanos de segunda. Por eso es tan importante que haya otras narrativas como las de Lorena, porque siempre las han hecho hombres de clase media alta que viv¨ªan en las ciudades. Mira Delibes, que me encanta?, explica. ?A veces parece que la cultura est¨¢ reservada solo para la gente con m¨¢s dinero. Que solo podemos ver el mundo a trav¨¦s de los ojos de la gente m¨¢s cultivada?, dice Lorena.
?Pero yo tambi¨¦n puedo dar mi visi¨®n de la poes¨ªa. Y lo hago con orgullo porque no me educaron para eso. En mi casa no hab¨ªa libros y en mi pueblo solo cuatro polvorientos desde los a?os setenta. Tampoco te dec¨ªan que pod¨ªas ser lo que quisieras. Pero yo ten¨ªa inquietud?. Lorena cuenta que creci¨® en la zona m¨¢s incomunicada de Asturias, cerca de donde ha rodado Oliver Laxe O que arde, pel¨ªcula que las dos reconocen imprescindible. ?Me emocion¨® que representara en el cine a personas que me rodean a menudo y nadie les da valor. Gente que nunca son protagonistas de nada y de las que m¨¢s aprendo y aplico a mi vida diaria?, dice la cantautora. ?Es importante que nos podamos sentir reconocidas en libros, canciones, cuadros o pel¨ªculas?, reflexiona Mar¨ªa. Para ella, lo m¨¢s bonito que le ha tra¨ªdo su ensayo ha sido que las mujeres rurales que lo han le¨ªdo le hayan dicho que pod¨ªan haberlo escrito ellas. ?Eso es cambiar el relato. Que ellas piensen que sus historias valen. En mi casa no han empezado a contarme cosas hasta que Cuaderno de campo no sali¨® en los peri¨®dicos?, explica. Lorena lo confirma.
Conversan con entusiasmo del orgullo que sienten de sus acentos, de c¨®mo la cocina de aprovechamiento, los cuidados, la econom¨ªa circular y todo eso que ahora reivindicamos ya lo hac¨ªan sus abuelas. Y el tiempo, que va imponiendo un final a este encuentro, acaba convirti¨¦ndose en un tema en s¨ª. ?Mi editora Elena Medel, de La Bella Varsovia, me esper¨® siete a?os?, cuenta Mar¨ªa. Y Lorena le responde que empe?¨® cinco a?os en hacer su ¨²ltimo disco. ?Me dec¨ªan que estaba perdiendo una oportunidad. Y al contrario, siento que la he ganado. Las cosas que quiero contar, necesito entenderlas primero y eso requiere tiempo?, dice Lorena. ?Ahora que puedes escuchar lo que quieras en cinco segundos y si no te gusta lo quitas, tiene que seguir existiendo un espacio para los que no queremos contar las cosas as¨ª. Las canciones que son importantes en tu vida, lo son porque las has escuchado mucho y las has desentra?ado hasta meterte dentro?. Por eso, recomienda poner su disco al atardecer, con calma y un vaso de vino.
Antes de despedirse, Mar¨ªa le cuenta su ¨²ltimo proyecto. Del mismo modo que cuida de sus cabras en peligro de extinci¨®n, atesora palabras sobre animales, plantas y oficios tradicionales en riesgo de desaparecer. Alm¨¢ciga ser¨¢ una web y un libro que recoger¨¢ sus hallazgos como un vivero de vocablos del medio rural. Porque las dos saben que solo existe lo que se nombra. Y ah¨ª est¨¢n ellas para se?alarlo.
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