Poliamor, drogas y lucha de clases: las protagonistas de ¡®?lite¡¯ explican el fen¨®meno
¡®?lite¡¯ es el ¨²ltimo ¨¦xito televisivo ambientado en un instituto. Su segunda temporada llega a Netflix el 6 de septiembre. Hablamos con sus actrices y presentamos a Claudia Salas y Georgina Amor¨®s, sus nuevos fichajes.
Recurrentes en la parrilla televisiva de cambio de siglo (en las cadenas nacionales llegaron a coincidir hasta seis t¨ªtulos), las series ambientadas en institutos vivieron su ¨¦poca dorada entre finales de los a?os noventa y principios de los 2000. Tanto que los adolescentes sacrificaban horas de sue?o en las ma?anas estivales para ver crecer a Dawson o, los m¨¢s madrugadores, para vivir las desventuras de Los rompecorazones (como recogi¨® El Pa¨ªs, Espa?a fue, despu¨¦s de Australia ¨Csu pa¨ªs de origen¨C, donde m¨¢s ¨¦xito disfrut¨® esta ficci¨®n que La 2 repiti¨® hasta la saciedad). Despu¨¦s, en los meses escolares, los mismos j¨®venes restaban minutos al descanso para conocer el destino de Quimi y Valle en Compa?eros. La fiebre fue tal que llegaron a tener su propia pel¨ªcula para concluir la historia que en la televisi¨®n no lleg¨® a terminar. El mediod¨ªa lo pasaban frente a la pantalla devorando cap¨ªtulos diarios de Al salir de clase o de Nada es para siempre. El boom disminuy¨® en la primera d¨¦cada del siglo XXI, pero el g¨¦nero resurgi¨® pronto como una apuesta segura. Gossip Girl se convirti¨® en un fen¨®meno mundial entre 2007 y 2012. La mejor prueba es que, el pasado julio, el anuncio de su regreso con nuevos cap¨ªtulos de la mano de HBO cop¨® decenas de titulares; F¨ªsica o qu¨ªmica fue todo un fen¨®meno entre 2008 y 2011: recibi¨® un Premio Ondas a Mejor drama, se emiti¨® en Francia y su cuota de pantalla rondaba el 20% en sus mejores momentos, rozando los cuatro millones de espectadores. El hueco que dej¨® lo ha venido a cubrir, desde el a?o pasado, ?lite, serie de factura patria de Netflix, que regresa este 6 de septiembre con su segunda tanda de episodios.
La producci¨®n sigue las vidas de ocho estudiantes del elitista colegio Las Encinas y arranca con el misterioso asesinato de una compa?era. Desde este punto de partida, la primera temporada se estructura como un gran flashback que narra la llegada al centro de tres estudiantes becados, de origen humilde. Las relaciones que se establecen entre ellos y los alumnos de familias acomodadas van dando sentido a toda la trama y cobrando m¨¢s importancia que el crimen. La continuaci¨®n que llega ahora se centra, precisamente, en las intrigantes tensiones que existen entre los protagonistas.
?El guion es majestuoso, no hemos ca¨ªdo en el clich¨¦ de los dramas adolescentes?, opina Mina El Hammani, que interpreta a una de las estudiantes becadas. ?Los personajes est¨¢n muy bien trabajados, gracias a que pasamos un mes construy¨¦ndolos junto a Ram¨®n Salazar, uno de los directores?, explica. Ester Exp¨®sito, que en la serie da vida a una alumna de familia adinerada, a?ade: ?Trata los problemas de forma adulta, desde un punto de vista crudo y sin tapujos. Los temas que se desarrollan interesan a todo el mundo: salir del armario, las diferentes formas de mantener relaciones sexuales, la enfermedad que padece uno de los personajes, al que le contagiaron de VIH con 16 a?os, que se intenta normalizar¡?. La apuesta por el formato teenage no le pudo salir mejor a la plataforma. El pasado enero, Netflix anunci¨® que la serie, estrenada en octubre, la hab¨ªan visto en 20 millones de hogares. La web estadounidense?Vulture?dedic¨® un art¨ªculo a posicionar sus parejas ficticias seg¨²n su inter¨¦s, prueba fehaciente de que el drama se ha hecho ya internacional. Pero los nacionales no son los ¨²nicos l¨ªmites que ha traspasado: tambi¨¦n los generacionales. La trama engancha tanto a j¨®venes como a adultos. David Griffin, editor de la? prestigiosa revista digital de cultura pop IGN, la calificaba con un 8,8 sobre 10 y aseguraba que ?establece un nuevo est¨¢ndar sobre c¨®mo abordar las series de instituto?.
La serie trata los problemas de forma adulta, desde un punto de vista crudo y sin tapujos
Aunque haya sido un ¨¦xito tambi¨¦n entre los adultos, la serie est¨¢ dirigida sobre todo a los adolescentes, quienes han sentido que las historias que cuenta son una especie de gu¨ªa emocional que les ayuda a lidiar con problemas generacionales. Adem¨¢s, el mundo que presenta funciona como ventana aspiracional a lo que desean alcanzar en sus vidas. ?A todos les ha pasado, les est¨¢ pasando o quieren que les pase lo que ven en la pantalla?, valora Danna Paola, que encarna a otra de las alumnas de clase alta de la primera temporada.
El guion se aproxima a las preocupaciones que ocupan a los adolescentes en la actualidad: los conflictos de clases, las diferentes formas de masculinidad (del macho alfa que soluciona sus problemas mediante la violencia al hombre comprensivo y sensible), el racismo, la homofobia y las distintas relaciones e interacciones humanas (de las m¨¢s t¨®xicas y de dependencia a otras sanas). ?Evidentemente, no pasan todas estas cosas en un instituto, pero se pueden llegar a vivir?, comenta divertida Ester.
Respecto a sus personajes, ellas mismas ven puntos en com¨²n con ellos. Ester, por ejemplo, interpreta a Carla, la m¨¢s abierta a aceptar a los reci¨¦n llegados al instituto. ?Carla no act¨²a por impulsos, siempre observa y piensa primero, y desde esa perspectiva la he construido?, cuenta. Su personaje mantiene en la serie una relaci¨®n poliamorosa, lo que representa una interesante transgresi¨®n. La actriz conoce casos similares en su entorno. ?Algunas de mis amigas, con 18 a?os, mantienen relaciones abiertas. Tener pareja no quiere decir que no tengas ojos y dejes de sentirte atra¨ªda por otras personas?. Danna da vida a Lu, una chica ambiciosa que se perfila como la villana de la serie, que har¨¢ todo lo que est¨¦ en su mano para lograr sus objetivos. ?Me dio una bofetada saca mi alter ego, porque al final nadie es totalmente bueno ni malo?, dice.
Mina encarna a Nadia, una de las alumnas que se matriculan gracias a una beca, y que vivir¨¢ el rechazo y las burlas por ser, como la propia actriz, de origen marroqu¨ª. ?He vivido y sigo viviendo entre dos culturas; durante la adolescencia, que siempre resulta muy complicada, todo lo que te rodea te afecta m¨¢s?. Sumergirse en este papel le ha hecho revivir muchas de sus experiencias personales durante los a?os de secundaria. ?A lo largo de mi adolescencia sent¨ª que mis or¨ªgenes me pon¨ªan m¨¢s obst¨¢culos que mi g¨¦nero?. De alguna forma estaba acostumbrada al machismo: ?Vengo de una cultura en la que se le permiten muchas m¨¢s cosas a los hombres que a las mujeres?. En el instituto vivi¨® algunos episodios cercanos al bullying: ?Me atacaban con el nombre: Mina portaminas, Mina anfetaminas¡ Y tambi¨¦n me han llamado ¡®morita?. Con cierta tristeza apunta: ?Los profesores no hac¨ªan mucho por cambiar aquello?. Con el paso del tiempo, ha visto progresos, pero reconoce que a¨²n detecta xenofobia de vez en cuando. ?Todav¨ªa queda mucho por hacer hasta que lleguemos a entendernos entre todos?.?Este a?o se suman a la serie dos nuevos rostros femeninos, Claudia Salas y Georgina Amor¨®s. El hermetismo que rodea siempre a todas las novedades de Netflix (y que evita spoilers y mantiene la emoci¨®n) no les permite proporcionar mucha informaci¨®n de sus personajes. El factor sorpresa ante todo.
Fuera de la ficci¨®n, las cinco int¨¦rpretes, con pasados e historias distintas, tienen mucho en com¨²n. Todas han sentido la vocaci¨®n desde ni?as. Para Mina, su acicate fue la curiosidad por las vidas ajenas: ?Iba en el autob¨²s con mi madre y me preguntaba qu¨¦ har¨ªa la gente cuando se bajase?. Georgina ya tomaba clases de interpretaci¨®n a los cinco a?os. Danna responsabiliza a su familia de su vena art¨ªstica: ?En la rama materna hay varios actores, mi abuelo paterno canta ¨®pera y mi padre pertenec¨ªa a la boy band mexicana Cicl¨®n?. Para Claudia el punto de inflexi¨®n se produjo cuando ?con 15 a?os mi padre me llev¨® a ver el musical Hoy no me puedo levantar y pens¨¦ que necesitaba estar ah¨ª arriba para provocar en otros lo que esos artistas hab¨ªan producido en m¨ª durante esas dos horas?. Ester tambi¨¦n sab¨ªa a qu¨¦ se quer¨ªa dedicar desde una edad temprana, y si no empez¨® antes fue por la oposici¨®n de sus progenitores: ?No me dejaron presentarme a ning¨²n casting hasta los 14 a?os, cuando consideraron que ten¨ªa la suficiente madurez para afrontar un reto laboral?.
Todas son centenials, lo que significa que pertenecen a esa generaci¨®n que siempre ha dispuesto de cantidades ingentes de informaci¨®n y que ha crecido con las redes sociales, donde no tienen miedo a defender sus ideas y su activismo. Georgina se define como ?feminista exaltada? en su cuenta de Instagram. ?Es un gui?o al libro C¨®mo ser mujer, de Caitlin Moran, en el que la autora defiende que no hay nada de malo en luchar con ganas por la igualdad?. Mina y Claudia tienen muy claro que quieren usar su presencia medi¨¢tica como altavoz. ?Contamos con los medios para hacerlo y las personas dispuestas a escucharnos, ?por qu¨¦ no? Es fundamental que nos ayudemos entre todos?, dice la primera. Georgina, por su lado, impuls¨® la campa?a Por un voto, en la que instaba a los j¨®venes a ejercer su derecho y en la que participan algunas de sus compa?eras de reparto. ?Surgi¨® del miedo a las consecuencias de la indiferencia. Muchos piensan que las elecciones no les influyen, y luego se arrepienten?, explica. ?Es un derecho que cost¨® mucho conseguir y todos los recortes y l¨ªmites que impongan desde arriba nos acaban afectando, si no hoy, en 10 a?os?, recalca Claudia, parte del proyecto.
El sue?o dorado de Hollywood, que obsesionaba a las actrices de otras generaciones, se va diluyendo en el caso de las chicas de ?lite: gracias a la internacionalizaci¨®n de las series en las plataformas de televisi¨®n a la carta las posibilidades de triunfar en todo el mundo sin pisar Los ?ngeles son mucho mayores. ?Las cadenas generalistas solo pueden hacer una serie por temporada y debe reunir a toda la familia. Netflix puede rodar tres y mucho m¨¢s arriesgadas?, valora Georgina. Mina a?ade: ?Ahora hay m¨¢s personajes, m¨¢s variedad de raza, edad y orientaci¨®n sexual, que era algo muy necesario. Y esta diversidad ha venido para quedarse?.
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