Rebeli¨®n contra la cocina de los ¡®machos alfa¡¯
La revista Cherry Bombe, dedicada a mujeres y gastronom¨ªa, responde a quienes creen que la alta gastronom¨ªa es solo para hombres.
Es dif¨ªcil saber si la revista Time pretend¨ªa hacer un poquito de trolling medi¨¢tico ¨Cpublicar algo controvertido adrede, para generar pol¨¦mica¨C o si simplemente les sali¨® as¨ª cuando, hace unas semanas, sac¨® su especial dedicado a "los dioses de la cocina". Los tres chefs que aparecen en la portada son hombres y llevan barba: David Chang, Alex Atala y Ren¨¦ Redzepi. Dentro, eleboraban un ¨¢rbol geneaol¨®gico de los influyentes de la cocina. All¨ª aparec¨ªan hasta 48 chefs punteros de todo el mundo, desde James Knappet, que sirve perritos calientes con con champ¨¢n en su restaurante Bubbledogs de Londres, a Victor Arguigoniz, el mago de las brasas del Asador Etxebarri de Atxondo (Vizcaya). Pero no, ah¨ª tampoco hubo sitio para una sola mujer. Si se buscaba bien, en una columna de breves perfiles sobre reposteros s¨ª hab¨ªa dos cocineras, Pam Yung y Rosio Sanchez.
Como se?alaba Mikel L¨®pez Iturriaga, El Comidista, en su columna al respecto, todo el n¨²mero parec¨ªa concebido para sellar una imagen de la alta cocina como territorio de hombres de pelo en pecho que se ha querido instaurar en los ¨²ltimos a?os. "Son supercolegas, llevan muchos tatuajes, dicen muchos tacos y les gustan las mujeres,?les gusta el vino", ironiza El Comidista. Los medios generalistas se enamoraron de esa imagen del cocinero-macho alfa de vida peligrosa hace cosa de una d¨¦cada, coincidiendo con la publicaci¨®n del (muy recomendable) libro Confesiones de un chef, de Anthony Bourdain, en el que pintaba una imagen de las cocinas profesionales como galeotes de bribones amigos de la qu¨ªmica que nunca duermen y desayunan whisky y tu¨¦tano a la brasa untado en pan de espelta. Eso era atractivo porque borraba de un plumazo la imagen anterior que se ten¨ªa de los chefs, la de se?ores de dedo me?ique estirado y acento franc¨¦s, pero de paso tambi¨¦n dejaba sin hueco medi¨¢tico a las mujeres que no se ajustan a ese esquema.
El mismo d¨ªa que se public¨® ese n¨²mero de Time, que gener¨® una previsible pol¨¦mica y la respuesta airada de muchas (y muchos) profesionales de la cocina, Kerry Diamond, decidi¨® que celebrar¨ªa un festival dedicad¨® s¨®lo a las mujeres y la gastronom¨ªa, el mismo principio que gu¨ªa a la revista bianual que co-fund¨® y dirige, Cherry Bombe. La cita tendr¨¢ lugar el 9 de marzo, con el nombre de Jubilee, incluir¨¢ debates, entrevistas, demostraciones y, claro, mucha comida. "No habr¨¢ decapitaciones de aves, matanza de animales ni ning¨²n tipo de actividad del tipo Los juegos del hambre", ironiz¨® Diamond en la web Eater.
La modelo Karlie Kloss, que comercializa sus ¡®Karlie¡¯s kookies¡¯, fue portada del primer n¨²mero de la revista
Cortes¨ªa de ¡®Cherry Bombe¡¯
Su revista, que ha publicado ya dos n¨²meros, es uno de los ejemplos m¨¢s logrados de la nueva generaci¨®n de publicaciones foodie (orientadas a los amantes de todo lo comestible) independientes y de alt¨ªsima calidad. La m¨¢s celebrada es la estupenda Lucky Peach, que edita precisamente David Chang, uno de los tres dioses de la cocina elevados a los altares por Time, pero tambi¨¦n est¨¢n la sueca Fool, Meatpaper, no apta para vegetarianos, o la interesante Put an Egg on it, con una deliberada est¨¦tica de fanzine barato y un contenido de lo m¨¢s heterog¨¦neo (por ejemplo: fotos de Jean Michel Basquiat comprando anguila ahumada en Dean & Deluca). Cherry Bombe, que debe su nombre a la canci¨®n de las Runaways y a la pasta bombe, es un poco menos indie que las citadas y algo m¨¢s aspiracional (por algo cada n¨²mero cuesta 18 d¨®lares), m¨¢s cercana a las publicaciones tradicionales de moda. No en vano sus dos fundadoras, Diamond y Claudia Wu se conocieron mientras trabajaban en la edici¨®n estadounidense de Harper's Bazaar.?Pero su principal diferencia es que en sus p¨¢ginas s¨®lo aparecen mujeres. En sus dos primeros n¨²meros se han colado Sofia Coppola, la bloguera Garance Dor¨¦, la legendaria chef Alice Waters, Kim Gordon, Tavi Gevinson y hasta Julia Roberts hablando de sus sobras en la cocina.
"Empezamos la revista por amor a la moda y a la cultura pero tambi¨¦n como una reacci¨®n a la poca cobertura que reciben las mujeres en el mundo gastron¨®mico. Siempre ha sido muy macho, no es un fen¨®meno nuevo", cuentan las fundadoras a S Moda. Para darle un empuj¨®n al proyecto, iniciaron una colecta en Kickstarter, que tuvo un ¨¦xito inesperado. Ped¨ªan 30.000 d¨®lares y consiguieron 42.000 en apenas unos d¨ªas. "?ramos optimistas pero cautelosas. La respuesta nos sorprendi¨®", comentan. Los dos n¨²meros que la revista han tenido en portada algo relacionado con la resposter¨ªa: la primera fue para la modelo Karlie Kloss, que comercializa sus propias galletas, las Karlie's Kookies, y la segunda para la empresaria y cocinera Erin McKenna, de Babycakes, que hace pasteles sin gluten, sin az¨²car refinada, sin l¨¢cteos, sin harina, sin huevos y sin soja. ?No estar¨¢n incurriendo en cierto malenismo?, ?hay espacio en Cherry Bombe para recetas de macarons y recetas de rabo de buey? "Ya hemos publicado una para hacer macarons. La de rabo de buey todav¨ªa no, pero mantente a la espera", responden. Dada su capacidad para cazar grandes nombres. ?A qui¨¦n les gustar¨ªa tener en sus pr¨®ximos n¨²meros? "A Angelina Jolie y a Chl?e Sevigny". Seguro que no tardan.
?Qu¨¦ comen las blogueras cuando no est¨¢n en eventos? Lo aclara Garance Dor¨¦.
Cortes¨ªa de ¡®Cherry Bombe¡¯
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