Sergi L¨®pez: ?Hago teatro para que mi madre vaya a verlo?
Este catal¨¢n es uno de los actores europeos m¨¢s queridos por cr¨ªtica y p¨²blico. Ahora se encuentra de gira con la obra 30/40 Livingstone.
Tiene cinco pel¨ªculas pendientes de estreno y una serie de televisi¨®n en TV3 sobre el religioso y poeta Pere Casald¨¢liga. Ahora est¨¢ de gira con la pieza teatral 30/40 Livingstone, que ha escrito, dirigido y protagonizado junto al tambi¨¦n actor, director y autor Jorge Pic¨®. Hoy, s¨¢bado, este relato sobre el encuentro entre un animal y un hombre de la ciencia llega al Corral de Comedias de Alcal¨¢ de Henares, y del 20 de noviembre al 8 de diciembre estar¨¢ en el madrile?o Teatro de la Abad¨ªa.
Pese a acumular tantos proyectos, Sergi niega tener mucho trabajo. ??ltimamente he hecho cosas muy peque?as en distintas pel¨ªculas y en Espa?a, algo infrecuente, ya que suelo trabajar mucho m¨¢s en Francia. Pero como lo m¨ªo es vocacional lo vivo como un privilegio?.
?C¨®mo selecciona los proyectos?
No elijo los personajes porque tengan m¨¢s minutos o sean m¨¢s relevantes. Debo creer en el proyecto. La historia es m¨¢s importante que mi carrera.
?C¨®mo surgi¨® la colaboraci¨®n entre Pic¨® y usted?
Nos conocimos en 1990 en Par¨ªs, en la escuela de Jacques Lecoq. Desde entonces nos entendemos bien. Somos muy distintos pero nos une el rigor, aunque al final siempre nos sale el humor. Llegar a La Abad¨ªa ahora nos hace ilusi¨®n porque su director, Jos¨¦ Luis G¨®mez, tambi¨¦n fue alumno de Lecoq.
Ustedes definen 30/40 Livingstone como un ?espect¨¢culo de humor, tenis y antropolog¨ªa?. Deme alguna raz¨®n para ir a verla.
Es una obra que no se parece a nada. Est¨¢ disfrazada de comedia porque hay mucho humor y la gente se r¨ªe. Pero tiene un punto extravagante, con un lenguaje surrealista. Ambos nos pasamos toda la obra preguntando si un personaje es un ciervo o un hombre¡
?En qu¨¦ idioma prefiere trabajar?
Escribo en catal¨¢n, pero siento igual en franc¨¦s, catal¨¢n o castellano. Esta obra la he representado en los tres idiomas y no hay diferencias. Nuestro teatro tiene pretensi¨®n de ser popular, de llegar a la gente. No soy un intelectual elitista: hago teatro para que mi madre venga a verlo.
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