Teresa Helbig estrena atelier catal¨¢n
La feminidad y la osad¨ªa de sus dise?os tambi¨¦n se imponen en su nuevo atelier catal¨¢n. All¨ª la creadora recibe a la modelo (y clienta) Davinia Pelegr¨ª.
El taller de costura de Teresa tiene su habitual olor a rosas. No ha cambiado, tampoco, la exquisitez de los materiales ni el mobiliario del antiguo, pero ahora recrea sin l¨ªmites su estilo, que antes apenas se adivinaba. En pleno Eixample barcelon¨¦s ¨Cy situado en el mismo inmueble que el anterior, pero a pie de calle¨C el nuevo espacio gana metros, acoge el lujo retro del Par¨ªs de los a?os 70 y, al mismo tiempo, traslada la imaginaci¨®n a los estudios de artistas del Nueva York de los 80.
?Quer¨ªa aunar esos mundos que me apasionan, y el interiorista Dami¨¢n S¨¢nchez me ayud¨® a lograrlo?, cuenta la creadora. M¨¢rmol negro, aplicaciones doradas, ambiente industrial, muros de obra vista, lucernario de cristal, estructura de hierro¡ El territorio en el que Teresa recibe a sus clientas respira la feminidad y osad¨ªa de su trabajo. Y el pavimento de madera, realizado a mano, unifica y aporta calidez. ?Renovarse es estimulante, lo necesit¨¢bamos tanto como las clientas?.
Una de ellas, la modelo Davinia Pelegr¨ª, acaba de llegar de Nueva York. ?Yo no soy consumista, pero s¨ª detallista. Y Teresa tiene la combinaci¨®n perfecta del gusto cl¨¢sico, el moderno y la inspiraci¨®n de otras d¨¦cadas?, comenta. Desde que empez¨® a trabajar en EE?UU, la maniqu¨ª vive dos meses al a?o en Nueva York con su pareja, el modelo Oriol Elcacho. ?En primavera y en verano trabajo en Europa; y en invierno, en EE?UU?, cuenta. Su vida neoyorquina es intensa. ?Los dos somos cocinitas, pero all¨ª no paramos en casa?, explica. Por eso estaba deseando volver a Barcelona, donde ambos tienen su ?hogar? y donde ella estudia Ciencias Ambientales.?
Teresa prueba a Davinia un vestido con apliques de metacrilato en presencia de Busa, su bulldog franc¨¦s. Los zapatos son de Serena Whitehaven.
Germ¨¢n Saiz
Teresa y Davinia se conocieron hace algunos meses en el evento mallorqu¨ªn Pr¨ºt-¨¤-Portals. ?Me toc¨® trabajar con ella y me encant¨®?, afirma la dise?adora. ?Ella es una chica Helbig: sensual, pero con un punto canalla. Y en una modelo, como en un actor, la naturalidad es lo m¨¢s importante y tambi¨¦n lo m¨¢s dif¨ªcil de conseguir?, cuenta Helbig.
El lucernario ilumina la sala donde se expone la colecci¨®n de oto?o-invierno. Cada prenda cuenta una historia. ?Me nutro de todo constantemente. La exposici¨®n de Ala?a en Par¨ªs, por ejemplo. Todav¨ªa estoy impresionada?, reflexiona. No es f¨¢cil conocer el detonante de una colecci¨®n. El de esta tiene t¨ªtulo de canci¨®n, la francesa Zou Bisou Bisou. La dise?adora no recuerda cu¨¢ndo empez¨® a seducirle, pero al ver el cap¨ªtulo de Mad Men en el que Megan se la canta a Don Draper, tuvo claro que ser¨ªa su leitmotiv. ?Con cada colecci¨®n quemo un mont¨®n de ideas. En la moda no puedes repetirte?, declara.?
Davinia, con un mono de punto roma.
Germ¨¢n Saiz
Formas de los a?os 60 y 70 en prendas modernas. La actualidad se refleja en el metacrilato como un nuevo bordado. ?Cogimos planchas, cortamos a l¨¢ser y remachamos?, explica. Un hallazgo. Como el rescate del punto roma, implementado en monos, abrigos y vestidos. ?Es un tejido que me recuerda a mi infancia y tuve la fortuna de encontrarlo en Londres?.?
Diecis¨¦is personas, que trabajan con el mimo de un taller de alta costura, conforman esta familia dedicada a crear una moda ¨²nica. Helbig no presta prendas para la alfombra roja, pero las celebridades la siguen. Pronto rodar¨¢ un fashion film en Nueva York con David Verg¨¦s y en abril abrir¨¢ su showroom en Madrid.
L¨¢mpara de Herv¨¦ Van Der Straeten y mesa comprada en un anticuario.
Germ¨¢n Saiz
Detalle del vestido Medusa, confeccionado en tul de seda con bordados de flores verdes y cristales aplicados a mano.
Germ¨¢n Saiz
Contrastes: muro de obra vista pintado y sof¨¢ tapizado con piel de vaca.
Germ¨¢n Saiz
Este alfiletero lo tiene desde los a?os en los que trabajaba junto a su madre, quien fue modista de alta costura.
Germ¨¢n Saiz
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