Tiempos de ¡®rock and roll¡¯, por Loquillo
Que los pol¨ªticos jueguen a ser estrellas del rock no es nuevo.
Leo una frase de Pablo Iglesias que resume el momento que vivimos: ?Son tiempos de rock and roll?. Est¨¢ claro, el l¨ªder de Podemos es lector de Ruta 66. En los mentideros del rock decimos que los tiempos de crisis son perfectos para el rock and roll. ?Ser¨¢ la actitud? ?El hecho diferencial? ?La transgresi¨®n? ?La desfachatez? Ir a la contra, la b¨²squeda de una nueva frontera, decir lo que muchos piensan y nadie dice. A m¨¢s de uno y de dos nos gusta ponernos la medallita: ?Es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo?. El pop funciona mejor con la bonanza econ¨®mica, lo que llamamos el estado de bienestar. Lo dec¨ªa Ramonc¨ªn antes de ser depurado en el cl¨¢sico Putney Bridge: ?Si muere el rock, c¨®mo vas a disfrutar; si muere el punk, con qui¨¦n vas a pelear; si vuelve el pop, es que algo anda mal, fatal?. Un ejemplo: aqu¨ª, en Espa?a, la Transici¨®n la hicieron las bandas de rock urbano o duro, pero el ¨¦xito se lo llev¨® la movida, que el PSOE hizo suya.
Hace poco vimos a Pablo Iglesias muy r¨¢pido de reflejos al comparar a Pedro S¨¢nchez con una canci¨®n de The Clash, Lost in the Supermarket, tras perderse ¨¦ste en su gira americana. El candidato socialista mostr¨® su esplendorosa biso?ez respondiendo con un tema de Caf¨¦ Quijano. Pablo tiene calle, y se le nota. La cultura rock ha estado presente en los hechos m¨¢s relevantes de la historia de los ¨²ltimos 60 a?os, ha sido testigo y parte: Vietnam, mayo del 68, Checoslovaquia, la crisis del petr¨®leo¡ Iconos y mitos asociados a una canci¨®n. Hasta el punto de que la historia de la m¨²sica popular cambi¨® el d¨ªa que Dylan se electrific¨® y se compr¨® una Triumph para emular a Marlon Brando en Salvaje.
Pero no olvidemos una cosa, el rock and roll tambi¨¦n ha sido utilizado para atraer a j¨®venes hacia un mundo nuevo y feliz, desde el satanismo al catolicismo, pasando por el nacionalismo o la revoluci¨®n de turno. En el otro lado est¨¢n los que consideran el rock and roll un s¨ªmbolo capitalista, proyanqui e individualista, como les pasaba a muchos seguidores de Mao, Fidel o Stalin durante la Transici¨®n espa?ola.
Que los pol¨ªticos jueguen a ser estrellas del rock no es nuevo. En nuestro pa¨ªs, Felipe Gonz¨¢lez, que se miraba en Olof Palme, fue el primero en hacerse la foto de rigor con Mick Jagger, que a?os antes cantaba aquello de ?Street Fighting man, business is business?. Pablo Iglesias s¨ª lo sabe. Provocador hasta el tu¨¦tano, da brillantes titulares, fundamental en esto de ser una estrella del rock. Odiado y/o querido, los medios se lo rifan. ?Sabe Pablo que en este gremio el corporativismo no existe y que cada uno va a su bola? ?Que cuando molestas el poder te hace la vida imposible, como les pas¨® a John Lennon o a Phil Ochs? En Espa?a tambi¨¦n tenemos claros ejemplos. Esto no es el teatro ?donde todo el mundo se toca y se quiere?, como dec¨ªa un personaje de Cassavetes, aqu¨ª no hay subvenciones como en el cine y si lo pasas mal te jodes. Los cuchillos vuelan y tus compa?eros te venden por un sitio m¨¢s alto en el cartel. Adem¨¢s, si triunfas, tus ex que se quedaron en el camino y los losers de turno no tardan en llamarte vendido o traidor. Ya no ser¨¢s aut¨¦ntico, est¨¢s solo y lo sabes, eres t¨² frente al mundo, caballero andante.
Somos un gremio que sobrevive entre los restos del naufragio. Llevamos la palabra problemas escrita en la frente. Nos pierde la pasi¨®n por la vida. Nos han dicho de todo, pero de eso se trata, ?verdad? Esto es rock and roll. Ahora que se encuentra de gira por toda Espa?a, Pablo Iglesias sabe que tiene que darle una vuelta de tuerca al repertorio, gustar a los indies ya no es el objetivo, hay que ser ambiciosos. Un gesto, una frase magistral tipo ?Somos socialistas antes que marxistas?, que dio a Felipe Gonz¨¢lez la credibilidad que le ped¨ªa Europa y que cambi¨® el rumbo de la Historia. Su equipo lo sabe. Hay que tener preparada la estrategia ante la proximidad de las elecciones, a pocas leguas, a caballo, se acercan las huestes de su competidor por un lugar en el Rock and Roll Hall of Fame: Albert Rivera.
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