Plasticarianos, una vida sin pl¨¢sticos
Hace 50 a?os cada espa?ol consum¨ªa al a?o unos 300 gramos de este material. Ahora son 115 kilos. Invertir este proceso es la cruzada de los plasticarianos, una comunidad emergente con una meta: erradicar el h¨¢bito de usar y tirar.
?Ll¨¦vese la botella de agua, prefiero una jarra?. ??Pero si est¨¢ incluida en el men¨²!?. ?No importa, no consumo pl¨¢stico?, As¨ª act¨²a el artista visual Daniel Canogar en los restaurantes, pero pod¨ªa haber sido la reacci¨®n de cualquier plasticariano. El t¨¦rmino acu?ado recientemente en el Reino Unido define a aquellos que intentan romper con este derivado del petr¨®leo, sobre todo en su versi¨®n de usar y tirar. En total, las bolsas de este material y las botellas livianas representan el 90% de los residuos que flotan en el mar, seg¨²n revela un estudio de la Fundaci¨®n de la Energ¨ªa de la Comunidad de Madrid (Fenercom). ?Me afecta mucho este desastre. Siempre utilizo cantimplora, en casa depuro el agua con filtro y cuando no puedo evitar tomarla embotellada, me llevo conmigo el envase. Ya tengo una colecci¨®n de 180. En el futuro me gustar¨ªa organizar una exposici¨®n con ellos, cuando haya desaparecido esta pr¨¢ctica?, comenta.
El compromiso de Canogar comenz¨® cuando la Fundaci¨®n Canal de Madrid le pidi¨® hacer una muestra. ?Desde el principio quise desarrollar algo relacionado con el agua, pero cuando comenc¨¦ a investigar, surgi¨® el problema del pl¨¢stico. Me impact¨® mucho el gran v¨®rtice del Pac¨ªfico ¨Cel mayor vertedero del mundo compuesto por basura flotante arrastrada desde todo el planeta¨C y lo utilic¨¦ como tema?, comenta Daniel.
La vida ¨²til de una bolsa desechable es de 12 minutos y tarda en descomponerse 400 a?os. En el mundo se reparten un mill¨®n cada 60 segundos. En 2018 se prohibir¨¢ su uso en Espa?a ¨Csalvo para guardar pescado¨C. ?Se calcula que un 70% de los deshechos se puede reducir f¨¢cilmente. Simplemente evitando el consumo de bolsas y agua embotellada?, comenta Manuel Maqueda, un espa?ol que se traslad¨® a California y all¨ª fund¨® la plataforma antipl¨¢stico Plastic Pollution Coalition. En Espa?a, ha creado el blog Elplasticomata.com. ?Los gobiernos nos han ense?ado a estar orgullosos de lo que reciclamos. Somos gestores de residuos y muchos terminan en pa¨ªses pobres. Pero la meta real es no consumir estos productos que la tierra no puede digerir?, asegura Manuel.
Entre los h¨¢bitos diarios de Beth Terry ¨Cplasticariana desde 2007¨C no se contempla el uso de esta sustancia no biodegradable. ?Existen alternativas para casi todo. Simplemente hay que ser consciente de lo que se hace. El mayor obst¨¢culo que encuentro son los medicamentos?, comenta la activista. ?Cuando salgo de casa siempre llevo conmigo una taza, utensilios, un recipiente de acero inoxidable y, por supuesto, bolsas reutilizables. Adem¨¢s, he ahorrado mucho dinero porque no compro tantas cosas como antes?, contin¨²a Beth. A finales del a?o pasado lanz¨® Plastic-Free: How I Kicked the Plastic Habit and How You Can Too, su particular gu¨ªa de supervivencia. ?Hay muchas recetas para hacer en casa y evitar alimentos o productos de higiene personal envasados. Desde la pasta de dientes al k¨¦tchup?, contin¨²a la tambi¨¦n autora del blog Myplasticfreelife.com.?
La arena de Kamilo Beach (Haw¨¢i) contiene micropl¨¢sticos.
Getty Images
Comercio eco. Muchos plasticarianos han hecho de su filosof¨ªa un negocio. Entre ellos est¨¢ Crystal Plew, fundadora de una aplicaci¨®n de m¨®vil para conseguir agua sin embotellar. ?Todo surgi¨® un d¨ªa a m¨¢s de 40 grados, cuando me dirig¨ªa a un festival de m¨²sica. No encontr¨¦ ning¨²n lugar en el que poder llenar mi recipiente para beber. Entonces, decid¨ª montar Amazi?, comenta Crystal, quien lanzar¨¢ su proyecto en un par de meses en Estados Unidos y espera que el pr¨®ximo a?o funcione a escala global. ?Ofrecemos miles de localizaciones en las que conseguir m¨¢quinas de agua filtrada: tiendas de alimentaci¨®n, aeropuertos, campus, cafeter¨ªas y recursos municipales?, asegura.
Cada a?o se producen unos dos millones de toneladas de residuos pl¨¢sticos de origen dom¨¦stico. El 30% se recicla, con el 14% se produce energ¨ªa, pero el 66% restante termina en los vertederos. ?Los envases de comida suponen la mayor parte del pl¨¢stico en la vida de las personas?, asegura Taina Uitto, una finlandesa afincada en Canad¨¢ que comenz¨® su cruzada como un experimento. ?En 2010, me plante¨¦ el reto de vivir un a?o sin este elemento, pero pronto me di cuenta de que no hab¨ªa vuelta atr¨¢s. Ahora tengo informaci¨®n sobre la poluci¨®n en los oc¨¦anos y me he dado cuenta de que no voy a volver a formar parte del problema?, declara.
El mercado comienza a responder ante la negativa, cada vez mayor, de la sociedad ante el PVC, el pet y otras variantes. Judith Vidal es otra de las que piensa que no tiene sentido acumular para reciclar. Ese fue uno de los motivos que la llev¨® ¨Cjunto con su socio Iv¨¢n¨C a fundar Granel, una tienda de alimentaci¨®n en la que se comercia al peso, como antiguamente. Los envases de usar y tirar se sustituyen por recipientes de cristal, bolsas de tela o papel que se llenan con arroz, legumbres, cereales e incluso cosm¨¦ticos.
Comenzaron en diciembre de 2011 con un primer espacio en Vic, Girona, y ya disponen de una red de ocho, que a finales de a?o sumar¨¢n 13. ?Seis meses despu¨¦s de inaugurar nuestro primer punto de venta, hab¨ªamos recibido 300 peticiones para que llev¨¢semos el concepto a otros lugares del pa¨ªs. Ya tenemos solicitudes para exportarlo a Europa?, comenta Judit, quien cuenta c¨®mo el consumo ha crecido en sus tiendas un 30% respecto al a?o pasado. Otra iniciativa es la de Goccia Verde, una cadena italiana de droguer¨ªas a granel, que ya tiene varios establecimientos en Espa?a. ?El cliente viene de casa con su propio recipiente y lo rellena con el producto que necesita?, dice Carolina Mart¨ªnez, responsable de la marca en nuestro pa¨ªs. Abrieron dos tiendas en Barcelona hace siete meses y su facturaci¨®n en este tiempo se ha duplicado. ?Nuestros productos son un 50% m¨¢s baratos que las marcas l¨ªderes del mercado y adem¨¢s son biodegradables del 90% al 100%, sin fosfatos ni disruptores endocrinos ¨Csustancias que act¨²an sobre el sistema hormonal y pueden provocar mutaciones celulares¨C?. Sus clientes ¨Centre los que tambi¨¦n hay hoteles y restaurantes¨C acuden, adem¨¢s de por la motivaci¨®n ecol¨®gica, por sus precios econ¨®micos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.