Por qu¨¦ reivindicar a Helen Rose, la autora del vestido de novia de Grace Kelly, y una de las creadoras m¨¢s fascinantes de Hollywood
Dise?¨® el vestuario de m¨¢s de 200 pel¨ªculas y gan¨® dos premios Oscar, lo que hizo que las creaciones de Rose fueran las m¨¢s copiadas por la clase media norteamericana.
Grace Kelly se convirti¨® en princesa de M¨®naco al contraer matrimonio civil con Rainiero III, el pr¨ªncipe constructor, el 18 de abril de 1956 en el sal¨®n del trono del palacio real de los Grimaldi. La actriz reconvertida en consorte iba vestida con un dos piezas empolvado y bordado de encaje de blonda que firm¨® Helen Rose, la discreta dise?adora de vestuario de la Metro-Goldwyn-Mayer a la que Grace hab¨ªa conocido durante el rodaje de Mogambo tres a?os antes. La ma?ana siguiente los tortolitos sellaron su amor ante los ojos de Dios, y los de los miembros menos clasistas de la realeza, en la catedral de Nuestra Se?ora Inmaculada de Montecarlo. La misma en la que ahora est¨¢n enterrados. El vestido de la novia, de cuerpo de encaje y falda de tafet¨¢n de seda con faj¨ªn, tambi¨¦n era obra y gracia de la dise?adora estadounidense Helen Rose, que la hab¨ªa vestido la v¨ªspera. Fue un regalo de la productora cinematogr¨¢fica para la que trabajaban ambas. Puro marketing. Esta pieza n¨ªvea es una de las m¨¢s copiadas de la historia de la moda nupcial. La sombra de su influencia se alarga hasta nuestros d¨ªas. La obra de Rose, que tambi¨¦n confeccion¨® el atuendo con el que Elizabeth Taylor se cas¨® en 1950 con Conrad Hilton Jr (t¨ªo abuelo de Paris), no sirvi¨® ¨²nicamente de inspiraci¨®n para al sector ceremonial. Tenemos que hablar de la influencia de Helen Rose en el estilo de vestir estadounidense.
Helen Rose naci¨® en Illinois en 1904 en el seno de una familia jud¨ªa de ascendencia rusogermana de clase media. Su padre, William Bromberg, era copropietario de un negocio de reproducci¨®n de obras de Arte y su madre, RayBobbs, costurera. Dos profesiones que acabaron convergiendo en la tarea de Helen. Despu¨¦s de asistir a la Escuela de Bellas Artes de Chicago se emple¨® como dise?adora de ropa burlesque por 37,5 centavos la hora hasta que se mud¨® al Oeste despu¨¦s del crack burs¨¢til del 29. En 1930 se cas¨® con Harry Rose en Los ?ngeles donde trabaj¨® casi una d¨¦cada dibujando el vestuario de las obras de bajo presupuesto de la productora de los hermanos Fanchon y Marco Wolff. Lleg¨® a vestir a la polifac¨¦tica Mae West y a sus musculados bailarines elegidos uno a uno por la luz rubia de los d¨ªas m¨¢s grises de EEUU. Durante esos a?os tambi¨¦n se ocup¨® del dise?o de The Ice Follies, una suerte de espect¨¢culo itinerante sobre hielo.
En 1943 dio el salto al mundo del cine al hacerse cargo del vestuario de Stormy Weather, una cinta musical producida por la 20th Century Fox donde todo el reparto era afroamericano. No fue un rodaje f¨¢cil. Helen Rose se?al¨® en sus memorias, ¡°Just Make Them Beautiful¡±: The Many Worlds of a Designing Woman, que ella misma se ocup¨® de peinar a Lena Horne despu¨¦s de que un peluquero racista se negase a tocar el cabello de la actriz y cantante negra ampar¨¢ndose en no s¨¦ qu¨¦ norma del sindicato. ¡°Estaban siendo tratados con muy poco respeto. Horne era hermosa, talentosa, elegante e inteligente, pero una mujer negra todav¨ªa no se consideraba aceptable en el Hollywood de 1940. Estall¨¦, no pod¨ªa creer lo que estaba escuchando. Lena realmente ciment¨® nuestra amistad en ese momento porque nunca perdi¨® la compostura. Se qued¨® sentada en silencio, sin decir una palabra, comport¨¢ndose como la dama que es¡±, escribi¨®.
Dos a?os despu¨¦s fue reclutada por Louis B. Mayer para formar parte del equipo de vestuario de la Metro-Goldwyn-Mayer que estaba dirigido por Irene Gibbons, con la que no hizo muy buenas migas. La jefa prefer¨ªa asignar el dise?o de sastrer¨ªa de las pel¨ªculas m¨¢s importantes a sus tres disc¨ªpulas: Barbara Krinska, Marion Herwood Keyes e Irene Sharaff.
En 1948 Helen Rose se encarg¨® de la ropa de Elizabeth Taylor, que ten¨ªa 16 a?os, en Una cita con Judy. Gracias a un vestido de gasa violeta, a juego con los ojos de la actriz, Taylor se convirti¨® en el icono de estilo de las jovencitas norteamericanas. Un par de a?os despu¨¦s confeccion¨® para la artista londinense las 47 prendas que visti¨® en El padre de la novia. Rose se convirti¨® en la cabeza del departamento de dise?o en 1949, cargo que desempe?¨® hasta 1966. El cors¨¦ que Rose dibuj¨® para Turner en La Viuda alegre (1952) fue replicado por la mayor parte de fabricantes americanos y europeos de lencer¨ªa y bautizado con el t¨ªtulo de la pel¨ªcula. El vestuario de Mogambo, rodada un a?o despu¨¦s, influy¨® en la ropa deportiva durante d¨¦cadas.
En 1958 se estren¨® La gata sobre el tejado de zinc, un drama sure?o basado en la obra teatral hom¨®nima de Tennessee Williams. A lo largo de sus 144 minutos de duraci¨®n Elizabeth Taylor s¨®lo viste tres conjuntos: una anodina pareja de blusa y falda de d¨ªa, una combinaci¨®n de sat¨¦n rosa en cuya creaci¨®n Rose gast¨® 2.000 d¨®lares y un vestido blanco de c¨®ctel hecho en gasa con escote drapeado en V, cintura remarcada con un cintur¨®n y falda capa. Era la opci¨®n B, la primera la hab¨ªa descartado Liz, apoyada por el director Richard Brooks, porque la consideraba un trapo. El sustituto se torn¨® un pelotazo. Helen Rose vendi¨® miles de copias a 250 d¨®lares del vestido de inspiraci¨®n griega de la gata. Un a?o antes la dise?adora de Chicago hab¨ªa lanzado su propia l¨ªnea de ropa. El vestido estuvo disponible en su cat¨¢logo durante seis temporadas. ¡°Descubr¨ª que las mujeres de todo el mundo siempre estaban ansiosas de usar lo que vest¨ªan las estrellas de cine¡±. Dijo la pensante del vestido.
Las estrellas, como Ava Gardner, Debbie Reynolds, Doris Day o Esther Williams, adoraban a Helen. Muchas se convirtieron en grandes amigas. ¡°Nunca estuve subordinada a las estrellas, ni me asombre. Las trat¨¦ como al resto, especialmente si eran j¨®venes. Comprend¨ª sus problemas; sab¨ªan que yo era su amiga¡±. Resumi¨® en sus memorias publicadas en 1976.
Las prendas de Helen no s¨®lo resaltaban los encantos y escond¨ªan los defectos de las actrices, tambi¨¦n eran ligeras. Louis B. Mayer le hab¨ªa pedido a Rose que el reparto pareciese hermoso. Nada m¨¢s. Al productor le importaba poco el confort del casting pero la experiencia de la dise?adora confeccionando atuendos para bailarinas le permiti¨® elaborar dise?os funcionales que facilitaban el movimiento de las int¨¦rpretes de Hollywood a base de muchos, muchos metros de gasa. Helen era famosa por usar este tejido. ¡°Un hermoso vestido de gasa de Helen Rose, un poco de Dom Perignon, algo de caviar y maldita sea ?est¨¢s casada de nuevo!¡±, dijo Zsa Zsa Gabor.
El New Look de Christian Dior, inspirado en los vestidos victorianos de Norman Hartnell que vest¨ªa la reina madre de Reino Unido, se hab¨ªa impuesto como silueta elegante despu¨¦s de la II Guerra Mundial. La mujer volvi¨® a convertirse en el mayor escaparate de la posici¨®n econ¨®mica del marido. Helen Rose ajust¨® la tendencia del franc¨¦s dentro del cine norteamericano y las mujeres estadounidenses adaptaron sus gustos a los de la gran pantalla. A los caprichos de Helen Rose. Muchas de las pel¨ªculas versaban sobre las aventuras y las desventuras de la alta burgues¨ªa en la que se miraba la clase media. V¨ªstete para la vida que quieres, no para la que tienes.
La ropa de Hollywood era moda aspiracional m¨¢s sencilla de plagiar que la Alta Costura europea en la que se basaban todos los dise?os de la industria. Los vestidos de Helen Rose fueron los m¨¢s reproducidos en los grandes almacenes de entonces porque supo adaptar el pomposo New Look ?a las necesidades de la clase media estadounidense. El cine sirve de referente para la mayor¨ªa de espectadores; en aquella ¨¦poca mucho m¨¢s numerosos que los de ahora. Las pel¨ªculas recogen realidades pero tambi¨¦n las ficciones crean las realidades. La propia Rose ofert¨®, a trav¨¦s de las revistas apellidadas femeninas, los patrones de sus creaciones para que las cin¨¦filas los pudiesen copiar.
Helen Rose dise?¨® el vestuario de m¨¢s de 200 pel¨ªculas y gan¨® dos premios Oscar. En 1952 por Cautivos del mal y en 1955 por Ma?ana llorar¨¦. Su talento, lamentablemente, ha quedado eclipsado por el de su hom¨®loga y coet¨¢nea Edith Head que trabaj¨® para la Paramont Pictures y los Estudios Universal, gan¨® ocho estatuillas doradas de la Academia y se colore¨® a s¨ª misma como a un personaje de la moda estereotipado. Rose no tiene una canci¨®n (los They Might Be Giants le dedicaron a Head ?She Think She is Edith Head) pero Mi desconfiada esposa (1957) est¨¢ parcialmente inspirada en su figura. En la divertida comedia rom¨¢ntica Lauren Bacall interpreta a una dise?adora que se enamora de un periodista deportivo. Rose se ocup¨® del dise?o de vestuario. Incluido un ficticio desfile para compradores con piezas de Haute Couture. ¡°A ning¨²n dise?ador de estudio se le hab¨ªa pedido que hiciese algo como esto, y sab¨ªa que los ojos del mundo estar¨ªan sobre m¨ª y el departamento de MGM¡±. Dijo Rose, seg¨²n recogen Jay Jorgensen y Donald L. Scoggins en su libro de 2015 Creating the Illusion (Turner Classic Movies): A Fashionable History of Hollywood Costume Designers.
Alguna de las piezas de este largometraje forman parte del armario m¨¢s caro de la historia del cine. No hay sencillo rock que se pueda comparar a este homenaje cinematogr¨¢fico de casi dos horas de duraci¨®n. Tras su muerte en 1985, la discreta Helen, leg¨® sus escasos archivos (la mayor¨ªa eran propiedad del estudio) a la agente de modelos Marilyn Visel que en 2011 los don¨® a la Palm Springs Historical Society (organizaci¨®n cultural que vela por la memoria de la zona) que de vez en cuando organiza desfiles con las muestras.
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