¡®Saint Laurent¡¯: historia del ¡®biopic¡¯ imposible
As¨ª se hizo la biograf¨ªa del modisto franc¨¦s que el cineasta Bertrand Bonello ha estrenado con aplausos en el Festival de Cannes
El director franc¨¦s Bertrand Bonello acaba de ganar la batalla y la guerra. Saint Laurent, su biograf¨ªa del modisto franc¨¦s fallecido en 2008, ya se ha convertido en uno de los t¨ªtulos que marcar¨¢n la presente del Festival de Cannes, donde la pel¨ªcula parte en el pelot¨®n de cabeza para figurar en el palmar¨¦s que el pr¨®ximo s¨¢bado conceder¨¢ un jurado presidido por Jane Campion ¨Cque cuenta con toda una experta en moda en sus filas, Sofia Coppola¨C. La pel¨ªcula logra hacer palidecer un 'biopic' rival, Yves Saint Laurent, que logr¨® llegar a las salas francesas hace cinco meses, pese a haber iniciado su producci¨®n bastante m¨¢s tarde. Como dijo Variety tras su estreno en Cannes, ¡°la primera ser¨ªa alta costura y la segunda, solo pr¨ºt-¨¤-porter¡±. Sin embargo, Bonello ha tenido que sortear todo tipo de dificultades para tirar adelante su proyecto, un encargo de EuropaCorp, la productora de Luc Besson, y los poderosos hermanos Altmayer (productores de las pel¨ªculas de Michel Hazanavicius y Fran?ois Ozon). Sin embargo, el cineasta reivindica Saint Laurent como ¡°un proyecto personal¡±: dice que uno de sus primeros recuerdos de infancia es ver a su madre vistiendo un smoking YSL. Este es el relato de la larga gestaci¨®n de su proyecto.
El director odia los ¡®biopics¡¯, pero hizo una excepci¨®n. Cuando le propusieron llevar a la gran pantalla la vida de Saint Laurent, Bonello (que ya compiti¨® en Cannes con L¡¯Apollonide, en Espa?a conocida como Casa de Tolerancia) se lo pens¨® unas cuantas veces. Lo ¨²ltimo que le apetec¨ªa era abrazar un g¨¦nero que detestaba ¨Cel 'biopic'¨C, siempre proclive a contar vidas de santos a trav¨¦s de una serie de inalterables convenciones. Para preparar la pel¨ªcula, Bonello asegura que vision¨® decenas de ellos, hasta entender qu¨¦ era lo que tanto le molestaba y decidir c¨®mo sortear el problema. En todo 'biopic', el director suele indagar en la vida del homenajeado hasta ¡°encontrar una explicaci¨®n [sobre sus problemas], a menudo en una escena de su infancia¡±, ha afirmado esta semana a la revista francesa Les Inrockuptibles. ¡°Lo que me interesa del mito es el mito, y no su explicaci¨®n. Me gustar¨ªa que mi filme sea m¨¢s misterioso al final que al principio. Que no hayamos descubierto ninguna clave explicativa. Que sintamos, como mucho, lo dif¨ªcil que fue para Saint Laurent ser Saint Laurent¡±, asegura Bonello. Misi¨®n cumplida: su biograf¨ªa se salta todos los estereotipos, prefiriendo pintar un fresco biogr¨¢fico que deambula entre los a?os 1967 y 1977, pero luego salta en el tiempo hasta el final de su carrera. Bonello no encuentra ninguna explicaci¨®n psicol¨®gica a su suplicio. B¨¢sicamente, porque no ten¨ªa ninguna intenci¨®n de buscarla. Y, sin embargo, logra reproducir la identidad y el tormento de un hombre que nunca pis¨® un supermercado ni sab¨ªa cambiar una bombilla, como le recrimina su madre en la pel¨ªcula, una espectral Dominique Sanda, en esta biograf¨ªa donde resuenan ecos de Proust, Oph¨¹ls y Visconti.
El proyecto se origin¨® en manos de Gus Van Sant. ¡°En un momento dado, el proyecto estuvo en manos de Gus Van Sant. Hab¨ªamos simpatizado durante el rodaje de Paris je t¡¯aime [pel¨ªcula por cap¨ªtulos donde Ulliel interpretaba a uno de los protagonistas del segmento de Van Sant]. Una noche, mientras cenaba con H¨¦di Slimane, observ¨® una foto de Saint Laurent y estuvo sorprendido por nuestro parecido f¨ªsico¡±, explica Gaspard Ulliel, el actor escogido para interpretar al modisto. ¡°Fue ah¨ª donde todo empez¨®, por lo menos para m¨ª. El proyecto me entusiasmaba, pero termin¨® siendo abandonado¡±, afirma el actor. Los hermanos Altayer tambi¨¦n pensaron en Julian Schnabel, pero la alianza no se concretiz¨®. A?os m¨¢s tarde, cuando Bonello tom¨® las riendas, no vio necesariamente a Ulliel en el papel. ¡°Todo el mundo me hablaba de ¨¦l desde el primer momento a causa de su parecido f¨ªsico. A m¨ª, ese parecido me paralizaba. No hab¨ªa suficiente con eso. Vi a unos veinte actores e hicimos tres meses de ensayos. Esos ensayos sirven para estar seguros de que podremos acompa?arnos el uno al otro y construir algo juntos¡±, ha afirmado el director a Le Monde. Ulliel tambi¨¦n se termin¨® viendo beneficiado por su imagen ¨ªntimamente ligada a la moda: ha sido imagen del perfume Bleu de Chanel y es asiduo de los desfiles.
Los secundarios fueron reducidos a la m¨ªnima expresi¨®n en la sala de montaje. Alrededor de Ulliel, Bonello ha seleccionado a un casting pr¨¢cticamente perfecto, si bien en papeles menores, que han quedado extremadamente reducidos en el montaje final, de casi dos horas y media de duraci¨®n. El director prefiri¨® centrarse en la figura de su h¨¦roe y no andarse por las ramas con el resto del equipo, formado por destacados int¨¦rpretes. En primer lugar, J¨¦r¨¦mie Renier (uno de los actores fetiche de los hermanos Dardenne) interpreta al fiel y sufrido Pierre Berg¨¦, compa?ero sentimental pero tambi¨¦n jefe de la empresa que fundaron juntos. ¡°Se instaur¨® una sensualidad entre nosotros. Nos conocemos desde hace mucho tiempo. En cambio, con Louis Garrel nos conoc¨ªamos poco. Pero hubo una especie de gracia, sucedi¨® algo. La escena del beso ni siquiera estaba en el guion¡±, confiesa Ulliel. Garrel interpreta a Jacques de Bascher, el amante fatal que Saint Laurent comparti¨® con Karl Lagerfeld ¨Ca quien llamaba mein Kaiser¨C. Bascher, dandy parisino que hab¨ªa sido muso de David Hockney, se convirti¨® en un habitual de la noche parisina hasta que falleci¨®, afectado por el sida, en 1989. En el departamento de colaboradoras y modelos, que rondan un atelier de confecci¨®n m¨¢s parecido a una sala de hospital que a otra cosa ¨CSaint Laurent obligaba a los presentes a vestir batas blancas y guardar el silencio¨C, sobresalen L¨¦a Seydoux (como su ¨ªntima amiga Loulou de la Falaise, en un m¨ªnimo papel que es poco m¨¢s que un cameo alargado), Amira Casar (como la estricta jefa de su estudio de alta costura, Anne-Marie Mu?oz) y la modelo Aymeline Valade, quien ha sido imagen de Marni, Balmain y Alexander Wang, como Betty Catroux, en un papel inicialmente pensado para Olga Kurylenko.
Un fotograma de Saint Laurent.
Mandarin Cinema ¨C Europacorp
Pierre Berg¨¦ ha amenazado con denunciar al equipo. El proyecto de Bonello cont¨® con el benepl¨¢cito del millonario Fran?ois-Henri Pinault, propietario de la marca Yves Saint Laurent desde 1999, que cedi¨® los derechos para utilizar el nombre de la marca, el logo y los vestidos desde principios de esta d¨¦cada. Sin embargo, los productores no pensaron en solicitar el visto bueno de Pierre Berg¨¦, heredero de Saint Laurent y guardi¨¢n de los impresionantes archivos de la fundaci¨®n Berg¨¦-Saint Laurent, que cuenta con 5.000 vestidos, 15.000 accesorios y cerca de 35.000 dibujos y esbozos. ¡°Me enter¨¦ por la prensa que se preparaba una pel¨ªcula. Les escrib¨ª para avisarles que era necesario que me pidieran mi autorizaci¨®n. Eso nunca tuvo lugar. Atacar¨¦ por v¨ªa judicial si la pel¨ªcula se estrena¡±, escribi¨® Berg¨¦ en Le Monde hace unos meses. De momento, la denuncia no ha procedido. En cambio, Berg¨¦ s¨ª autoriz¨® al responsable de la pel¨ªcula rival, el actor y director Jalil Lespert, con quien se reuni¨® en 2012. A veces, la cortes¨ªa todav¨ªa se recompensa.
Dos colecciones de moda fueron recreadas para la ocasi¨®n. Un problema derivado de la negativa de Berg¨¦ fue la necesidad de encontrar o reconstituir las prendas y accesorios que figuran en la pel¨ªcula, en la que se ven decenas de vestidos y hasta dos colecciones enteras. Entre ellas, la impresionante colecci¨®n rusa del oto?o-invierno de 1976. Berg¨¦ hab¨ªa amenazado con recurrir a los tribunales si se vinculaban a Saint Laurent creaciones que no fueron creadas por el modisto. Bonello recurri¨® a dos mujeres para resolver el problema. La primera fue la responsable de decorados, Katia Wyszkop, que tuvo la tarea de reconstruir el m¨ªtico apartamento de la rue de Babylone y los talleres de la rue Spontini. El equipo alquil¨® un h?tel privado de la rive gauche donde rod¨® durante meses. Pero el aut¨¦ntico reto recay¨® en Ana?s Romand, creadora del vestuario. ¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil t¨¦cnicamente fue confeccionar las dos colecciones m¨ªticas de alta costura que se ven en la pel¨ªcula a partir de nada, o casi nada, sin tener acceso a los archivos y a los vestidos de verdad que pertenecen a la Fundaci¨®n Berg¨¦-Saint Laurent. Fue un trabajo de hormiga decodificar la documentaci¨®n para encontrar los vol¨²menes y materias correctos para no traicionar el esp¨ªritu YSL¡±, afirma.
Romand cont¨® con un aliado de envergadura: Olivier Ch?tenet, ex asistente de Azzedine Ala?a y creador de la marca E2 ¨Cque cuenta con incondicionales como Gwyneth Paltrow y Madonna¨C, adem¨¢s de responsable de una impresionante colecci¨®n privada de m¨¢s de 3.000 vestidos de Saint Laurent. Cuando se enter¨® de que Bonello preparaba el 'biopic', le pidi¨® una cita. Se present¨® con un iPad cargado de im¨¢genes de sus vestidos y accesorios. Fue contratado inmediatamente. Durante nueve meses, trabaj¨® junto a Romand para perfeccionar los atuendos de los protagonistas. Lo m¨¢s dif¨ªcil, seg¨²n su propia confesi¨®n, fue esforzarse en que parecieran modernos. ¡°No quer¨ªa que pareciera una pel¨ªcula de ¨¦poca llena de vestidos que nadie llevar¨ªa hoy. Quer¨ªa que los vestidos siguieran siendo deseables para la gente joven de 2014¡±, sostiene la dise?adora de vestuario. En la pel¨ªcula, el mismo Saint Laurent ¨Cinterpretado por el viscontiano Helmut Berger al final de su vida¨C reza lo siguiente: ¡°Quise ser moderno y creo que lo consegu¨ª¡±. Lo mismo puede decirse de una pel¨ªcula que recorre el pasado sin resultar polvorienta. ¡°Anoche tuve un sue?o. Chanel y yo pase¨¢bamos por Saint-Germain. Observ¨¢bamos los escaparates y nos pon¨ªamos a llorar¡±, dice Ulliel en uno de los momentos m¨¢s perturbadores de la pel¨ªcula. Lo preferimos de largo a lo que hubiera hecho cualquier otro director menos dotado de sensibilidad y de talento: esa cl¨¢sica escena en la que un padre pega a su hijo mientras se pinta con carm¨ªn ante el espejo.
El equipo de ¡®Saint Laurent¡¯ en el estreno de la pel¨ªcula en Cannes.
Getty
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