Siete camisas en busca de autor

Afirma uno de los autores entrevistados, Fr¨¦d¨¦ric Beigbeder, que para escribir y vestirse hay que tener estilo. Y aunque algunos pequen de modestia, todos los escritores de este reportaje exhiben cierta coqueter¨ªa que se muestra tanto en sus apariciones p¨²blicas como en su poca objeci¨®n para hablar de la moda y sus influencias. Con ellos, la literatura es pura tendencia.

NICOLAS FARGUES
Meulan, Francia, 1972. Salt¨® a la fama en el pa¨ªs galo con ¡®Estaba detr¨¢s de ti¡¯ (Edaf), una novela autobiogr¨¢fica. Repiti¨® el ¨¦xito con ¡®Tu verras¡¯ (P.O.L.), todav¨ªa in¨¦dita en castellano.

?Me molesta la idea de envejecer. Es bastante fastidioso. A m¨ª me gusta gustar?

Durante un viaje a Sevilla, Nicolas Fargues decidi¨® buscar su ¨²nico libro traducido al castellano, pero no logr¨® encontrarlo. ?No tuvo repercusi¨®n alguna, a diferencia de lo que hab¨ªa sucedido en otros pa¨ªses?, explica. Entre otros, en el suyo. Estaba detr¨¢s de ti ya se acerca a los 350.000 ejemplares vendidos en Francia. Tal vez por el car¨¢cter autobiogr¨¢fico de lo que cuenta: la quiebra de su matrimonio al conocer a una explosiva amante italiana. Puede que tampoco haya sido desfavorable su f¨ªsico imponente, que no desmerecer¨ªa al de un modelo retirado. Una profesi¨®n que, de hecho, ejerci¨® una vez. ?Hace una d¨¦cada, Chanel me eligi¨® para la publicidad de uno de sus perfumes. Me pagaron 10.000 d¨®lares por un d¨ªa de trabajo. Me sent¨ª muy halagado, pero no lo volver¨ªa a hacer. No era mi vocaci¨®n ni tampoco mi mundo. El lujo no me interesa?, cuenta Fargues, que reside en un barrio popular de Par¨ªs, lejos de la esfera literaria de Saint-Germain. ?Soy un personaje solitario. Desde que era ni?o, nunca me ha gustado formar parte de un grupo?, asegura. Un rasgo de car¨¢cter que lo ha llevado a escapar con frecuencia. El autor ha vivido en lugares como el L¨ªbano, Indonesia y Madagascar. Asegura que si no fuera un gran viajero, tampoco ser¨ªa escritor. ?Empiezo a escribir cuando me marcho. Es durante el viaje cuando pongo en duda mis certezas. Y eso termina siempre por desencadenar la escritura?, sostiene. A menudo, Fargues se muestra decepcionado con el resultado. ?Escribo libros que, como lector, no me acabar¨ªan de gustar. Yo querr¨ªa ser Tom Wolfe, pero no s¨¦ hacerlo mejor. Me gustar¨ªa correr una marat¨®n, pero solo me da para hacer 100 metros lisos. No tengo aliento para m¨¢s, aunque creo que todav¨ªa soy capaz de ir un poco m¨¢s lejos?, promete. Actualmente, escribe art¨ªculos de viaje. Y, tras cumplir los 40, dice que empieza a molestarle envejecer. ?Es bastante fastidioso. Y a m¨ª me gusta gustar?, concluye.

Camisa de algodon estampada de Givenchy por Riccardo Tisci, vaqueros y cintur¨®n de cuero de Ps by Paul Smith.

Edward Alcock, Alberto Heras y Jorge Monedero

LAURENT BINET
Par¨ªs, 1972. Revelaci¨®n del a?o con ¡®HHhH¡¯ (Seix Barral). En septiembre publica un libro sobre el acceso al poder de Fran?ois Hollande.

?Quisiera ser elegante y vestir bien, pero creo que nunca he tenido ese don?

A los seis a?os, Laurent Binet escribi¨® su primer poema. ?Hablaba de los planetas, del cosmos y de la galaxia?, explica. Desde entonces, supo que se dedicar¨ªa a escribir. Tras una tesis sobre Guerra y paz y una d¨¦cada como profesor de Lengua en los suburbios de Par¨ªs, decidi¨® consagrarse a la escritura de su primer libro, HHhH, en el que describe la operaci¨®n de dos resistentes checoslovacos para eliminar al jefe de la Gestapo, Reinhard Heydrich. Su padre, historiador, le hab¨ªa relatado la historia cuando era adolescente. ?La ten¨ªa en la cabeza desde entonces?, explica. El ¨¦xito del libro en medio mundo ¨Cse hizo con el Goncourt al mejor debut y acaba de ganar el premio Terenci Moix¨C lo ha catapultado a la primera divisi¨®n de las letras francesas, un clan en el que no se siente integrado. ?Tengo la sensaci¨®n de no formar parte de ese sistema. Es un universo que observo con distancia e incluso desconfianza?, reconoce.

El a?o pasado, Binet decidi¨® embarcarse en un proyecto ambicioso: escribir una cr¨®nica de la campa?a que terminar¨ªa conduciendo a Fran?ois Hollande al El¨ªseo; igual que Yasmina Reza hizo con Sarkozy y Hunter S. Thompson, con Nixon. La compa?era del actual presidente franc¨¦s, Val¨¦rie Trierweiler, lo acababa de entrevistar para Paris Match. Binet se atrevi¨® a escribirle un correo electr¨®nico para pedirle una cita con Hollande, y ¨¦l acept¨® la oferta. El libro aparecer¨¢ en septiembre bajo el t¨ªtulo Rien ne se passe comme pr¨¦vu (?Nada sucede como estaba previsto?).

Trierweiler defini¨® a Binet en su art¨ªculo como ?un profesor t¨ªo bueno?. Binet sonr¨ªe al escuchar la definici¨®n. ?Si lo soy, lo soy menos que Nicolas Fargues?, dice con sorna. El escritor se describe como un adepto del no look, pero no duda en elegir una camisa no precisamente discreta. ?Me gustar¨ªa ser elegante y vestir bien, pero nunca he tenido ese don?, conf¨ªa. Sin embargo, descubri¨® cierto gusto por el buen vestir mientras segu¨ªa a Hollande. ?En algunas ocasiones me ten¨ªa que poner corbata. Yo, que he ido toda la vida con camiseta y vaqueros. Pero me sorprendi¨® que no me quedara mal. Me encontr¨¦ cierto parecido a James Bond?, se r¨ªe. ?Eso s¨ª, siempre dejaba el ¨²ltimo bot¨®n de la camisa abierto. Tampoco hay que pasarse?.

Camisa de Scooter.

Edward Alcock, Alberto Heras y Jorge Monedero

NICOL?S CASARIEGO

Madrid, 1970. Escritor, finalista del Premio Nadal y guionista de cine. Su ¨²ltimo guion, ¡®Intruders¡¯, fue dirigido por Juan Carlos Fresnadillo.

?Le cojo cari?o a la ropa que me ha acompa?ado mucho tiempo y me cuesta tirarla?%3