De prostituta adolescente a madre de diez hijos: Tiny, la ¡®Boyhood¡¯ de la fotograf¨ªa
Un libro y un documental reci¨¦n estrenado relatan los 30 a?os de amistad entre una joven sin techo y la fot¨®grafa Mary Ellen Mark. Hablamos con su marido y director del filme sobre el compromiso de toda una vida.
Una joven fot¨®grafa llamada Mary Ellen Mark, todav¨ªa desconocedora de su futuro como leyenda del oficio, recibi¨® el encargo de la prestigiosa revista Life de fotografiar a un grupo de j¨®venes sin techo en Seattle. La ciudad del noroeste de Estados Unidos era, por aquel 1983, un brillante proyecto emergente con gran calidad de vida, y que servir¨ªa como perfecta muestra de la situaci¨®n general del pa¨ªs. En su primera noche de trabajo, Mark acudi¨® al parking de un club nocturno, el Monastery, en busca de potenciales objetivos para su c¨¢mara. Del taxi detenido frente a ella baj¨® una ni?a de 13 a?os. Se llamaba Erin Blackwell, pero la llamaban Tiny debido a su peque?o tama?o. En aquel instante, la vida de las dos mujeres cambi¨® para siempre. Este fue el primer encuentro entre la fot¨®grafa Mary Ellen Mark y la fotografiada Tiny, protagonista de un celebrado reportaje, un documental nominado al Oscar en 1984 y una relaci¨®n que se extender¨ªa durante tres d¨¦cadas. A trav¨¦s de sus im¨¢genes, intimistas, cercanas y siempre en blanco y negro, somos testigos de los momentos claves en la dif¨ªcil vida de Tiny: desde su juventud como prostituta hasta la realidad actual como esposa y madre de diez hijos que ha superado su drogadicci¨®n. Aunque Mary Ellen Mark muri¨® el a?o pasado, el reci¨¦n estrenado documental Tiny: The life of Erin Blackwell y el libro Streetwise: Revisited ofrecen nuevos detalles sobre este Boyhood fotogr¨¢fico de 32 a?os de duraci¨®n que abri¨® los ojos a todo un pa¨ªs sobre las vidas de los m¨¢s desfavorecidos. Martin Bell, esposo de la difunta Mary Ellen Mark y director del documental, relata a S Moda los entresijos de la amistad entre las dos mujeres.
¡°Mary Ellen y yo nos conocimos en 1980 y desde entonces busc¨¢bamos alg¨²n proyecto en el que trabajar juntos. Recuerdo cuando me llam¨® emocionada, describi¨¦ndome su encuentro con Tiny. Me habl¨® tambi¨¦n sobre los otros ni?os y pens¨® que ser¨ªa una gran pel¨ªcula, as¨ª que la hicimos¡±, apunta Bell, que por aquel entonces trabajaba en el equipo del cineasta Milos Forman. El grupo de j¨®venes ladrones, prostitutas o chaperos que hab¨ªan protagonizado el reportaje?de la fot¨®grafa para Life era tan valioso que la pareja no dud¨® en rodar el documental Streetwise, que se convirti¨® en todo un ¨¦xito en los 80 y fue nominado al Oscar. Nueve adolescentes improvisando su madurez, supervivientes en busca de un futuro en las peligrosas calles de Seattle, que relataban a c¨¢mara c¨®mo perd¨ªan su inocencia a pasos agigantados. Pero ninguno de ellos ten¨ªa el carisma de Tiny. ¡°Era la estrella. Ten¨ªa una honestidad especial, era directa, interesante y una belleza. Mary Ellen dec¨ªa de ella que era imposible de olvidar. Y es verdad¡±. La pareja continu¨® fotografiando y grabando a Tiny, forjando uno de los proyectos m¨¢s significativos y conmovedores que se recuerdan. Su relaci¨®n era tan estrecha y especial que incluso le ofrecieron mudarse con ellos a Nueva York. ¡°Solo hab¨ªa una condici¨®n: ten¨ªa que ir a la escuela. Tiny dijo ¡®no¡¯. Ten¨ªa 14 a?os, acababa de dejar su casa y era libre por primera vez en su vida. La calle era excitante para ella, pero las cosas no salieron bien y su vida se convirti¨® en un caos. Tiny le confes¨® a Mary Ellen que se acordaba de esa decisi¨®n todos los d¨ªas¡±.
El compromiso vital que Mary Ellen adquiri¨® con la joven se cimentaba en lo reflejada que se ve¨ªa en ella. Ambas estaban unidas por su condici¨®n de ni?as nacidas en hogares disfuncionales que huyeron de casa lo m¨¢s pronto que pudieron. Tiny abandon¨® el colegio y durante 17 a?os se endureci¨® en las calles del centro de Seattle. Mary Ellen podr¨ªa haber tenido una vida como la suya si no hubiera continuado con los estudios y trabajado de forma incansable para abrirse paso en un mundo dominado por los hombres. Ella consigui¨® convertirse en un referente internacional del fotoperiodismo; Tiny dejar las drogas, casarse y educar a diez hijos a los que protege con fiereza. Tan distintas, tan iguales. ¡°Todo depende del lado de la cama en el que naces, es una cuesti¨®n de azar. Los recorridos vitales que las llevaron a encontrarse en un parking de Seattle fueron muy diferentes pero ambos requirieron de fuerza y determinaci¨®n. Mary Ellen dec¨ªa que lo m¨¢s dif¨ªcil era encontrar el motivo correcto. Creo que ella lo encontr¨®¡±.
30 a?os despu¨¦s, la fot¨®grafa y su marido comenzaron una campa?a de crowdfunding para publicar todo el material obtenido durante los a?os junto a Tiny. El resultado es el documental Tiny: The Life of Erin Blackwell y la colecci¨®n Streetwise: Revisited, publicada meses antes del fallecimiento de Mary Ellen Mark, con im¨¢genes in¨¦ditas, transcripciones de sus conversaciones con Tiny y textos de los escritores Isabel Allende y John Irving (Las normas de la casa de la sidra), que muestran el intento de recuperaci¨®n, si es que a¨²n siguen con vida, de aquellos ni?os que perdieron su infancia demasiado pronto. ¡°La historia de Tiny encarna lo que muchos americanos arrastran durante toda su vida: pobreza, adicci¨®n, falta de educaci¨®n, familia desestructurada¡ Nuestra esperanza es que su historia abra un debate que lleve a la acci¨®n y al cambio. Tenemos que resolver este problema. Nadie deber¨ªa ser dejado atr¨¢s¡±, expone el cineasta.
Pese a los deseos de Bell, la realidad es hoy casi m¨¢s cruda que la vivida por la joven Tiny en los ochenta. La poblaci¨®n sin hogar se ha multiplicado en los ¨²ltimos a?os debido a la crisis econ¨®mica, en una sociedad con enorme disparidad entre las diferentes clases sociales. En el anillo que rodea Seattle se concentran n¨²cleos de chabolas que dan refugio a los m¨¢s desfavorecidos. En uno de ellos, conocido como ¡®La jungla¡¯, viven 400 personas. En total, se estima que hay cerca de 10.000 personas sin hogar en la ciudad. Gracias a los documentos de Mark y Bell, podemos ser testigos del d¨ªa a d¨ªa de aquellos que viven al filo de la sociedad. Esa es la principal intenci¨®n del trabajo de Martin Bell, pero no la ¨²nica. ¡°Estuvimos casados 35 a?os. El trabajo que contiene esta pel¨ªcula y estas fotograf¨ªas cubre 32 a?os de nuestras vidas juntos. He hecho la pel¨ªcula para Mary Ellen¡±, nos confiesa. Pocos motivos mejores se nos ocurren.
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