Un elogio al escote de Oscar
El nominado vestuario de la ¡®La gran estafa americana¡¯ rescata prendas setenteras de Gucci, Diane Von Furstenberg o Halston. Canalillos y mucho brillo para batirse con las prendas de ¨¦poca del resto de candidatas.
S¨ª, en La gran estafa americana sale Bradley Cooper en rulos y con la permanente hecha, ellos lucen solapas con d¨¦j¨¤ vu a lo Tony Manero, Christian Bale se peina a lo Anasagasti y los recogidos de Jennifer Lawrence desaf¨ªan a la gravedad. Hay muchos, muchos escotazos y pocos sujetadores. Pr¨¢cticamente ninguno. Pero tambi¨¦n hay moda de primera divisi¨®n y vestidazos por los que muchas suspiran pese a estar dise?ados hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas. Dise?os de la ¨¦poca de Gucci, Dior, Haltson o Diane Von Furstenberg se entremezclan con el esp¨ªritu disco de maxi abrigos de pelo y tacones de v¨¦rtigo. ?Qui¨¦n puede resistirse a las sugerentes camisas de seda de Amy Adams? La Academia, por ahora, no. Por eso la cinta se enfrentar¨¢ al vestuario de El Gran Gatsby, 12 a?os de esclavitud, The Grandmaster y The invisible woman el pr¨®ximo 2 de marzo.
Ahora que medio mundo anda analizando si la pel¨ªcula de David O. Russell es la m¨¢s sobrevalorada del a?o (as¨ª lo piensan en Slate, el Daily Beast y, a nivel patrio, Carlos Boyero en El Pa¨ªs o Violeta Kovacsics en N¨²mero Cero) o si se merece o no todos los Oscars a los que est¨¢ nominada (tiene 10 candidaturas, ni m¨¢s ni menos), un debate m¨¢s se une al ruido medi¨¢tico: ?podr¨¢n los miembros de la Academia superar esa regla no escrita de "pon un cors¨¦ y un vestido de ¨¦poca y te llevar¨¢s el Oscar a casa"? ?Premiar¨¢n el elogio al escote de Adams? Varios factores juegan a su favor:
Amy Adams es la nueva Bianca Jagger: Adams evoca al glamour de la mujer liberada de los 70. El vestuario de la nominada al Oscar es el m¨¢s alabado (y no solo por sus pronunciados canalillos). Est¨¢ inspirado en todos los tics aspiracionales de la ¨¦poca: desde las portadas de Playboy o Cosmopolitan (donde su personaje trabaja al inicio del film), a los shootings de Helmut Newton, pasando por el estilo de Jerry Hall, Bianca Jagger o Faye Dunaway. Hasta el Hollywood Reporter dedic¨® un reportaje a la fascinaci¨®n por su escote y c¨®mo la actriz pudo ense?ar sin mostrar demasiado. Al parecer, todo est¨¢ 'en su sitio' gracias a la magia de la cinta adhesiva de doble cara.
Gafas de Dior, zapatos Charles Jourdan, complementos de Gucci¡ El exceso de los 70, en el vestuario de Amy Adams.
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Jennifer Lawrence no tendr¨¢ el mejor escote, pero gana en an¨¦cdotas. La nominada a mejor actriz secundaria no acaparar¨¢ la atenci¨®n a su escote, pero ella sabe c¨®mo ganarse a la prensa. La noticia de que casi arruina el vestidazo blanco de noche que luce en una escena clave de la pel¨ªcula por comer Doritos ha dado la vuelta al mundo (exactamente, hay m¨¢s de 12 millones de resultados en Google al teclear 'Jennifer Lawrence Doritos'). Por suerte, hab¨ªa cuatro modelos id¨¦nticos en el set porque en teor¨ªa iba a caer champ¨¢n sobre la prenda. "Digamos que Jennifer Lawrence es un poco bruta y que no le importa ponerse a comer Doritos y otros aperitivos cuando lleva el vestido puesto", apunt¨® el director de vestuario a Vanity Fair.
Jennifer Lawrence, en la pel¨ªcula.
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Todos adoran al dise?ador de vestuario. Michael Wilkinson (que ya se hizo cargo de 300 o El hombre de acero) es el nuevo ni?o mimado de la prensa. El Womens Wears Daily defiende que ha conseguido "huir de los clich¨¦s para mostrar una d¨¦cada m¨¢s sofisticada, desde un prisma m¨¢s sensual" y el New York Times asegura que los personajes "brillan" gracias a "la mezcla glamourosa de escotes de v¨¦rtigo, pieles, cadenas de oro y trajes de terciopelo que encajan tan bien que parecen pintados. Hacen que la hasta la rid¨ªcula barriga de Mr. Bale parezca sexy". Wilkinson no ha dejado de repetir que el vestuario es un personaje m¨¢s. "Cuando le¨ª el gui¨®n, me impact¨® lo vital que era la ropa para contar la historia de la pel¨ªcula. Tenemos a estos personajes apasionantes que est¨¢n continuamente reinvent¨¢ndose a s¨ª mismos en su lucha de supervivencia y la ¨²nica forma de hacerlo es visti¨¦ndose como la gente que aspiran ser. Tienen una relaci¨®n fascinante con su ropa. Sus prendas son, realmente, parte de su estafa".
Sendas actrices vistiendo los dise?os de Michael Wilkinson para la pel¨ªcula.
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Homenajea a las joyas de la corona del dise?o estadounidense. Feel like a woman, wear a dress. El lema del vestido tipo bata que se anudaba a la cintura y que ide¨® Diane Von Furstenberg fue la revoluci¨®n del dise?o norteamericano en los 70. Desde que Coco Chanel introdujo los pantalones en la mujer no se hab¨ªa visto nada igual en la liberaci¨®n del vestuario femenino. Se vendieron un mill¨®n de unidades del modelo en 1976 y desde entonces lo han lucido desde Cybill Shepherd en Taxi Driver a Michelle Obama o las hermanas Olsen. La propia dise?adora ha celebrado su incursi¨®n en el film alegando que "no pod¨ªa celebrar mejor" el 40 aniversario de su modelo. Los gui?os a Halston, la primera superestrella del dise?o norteamericano, tampoco deben pasar inadvertidos.
Pero no todo son puntos a favor. El glamour sexy made in America de La gran estafa americana tiene un duro contrincante: la liberaci¨®n flapper y majestuosa de los dise?os de Catherine Martin y las mism¨ªsima Miuccia Prada en El Gran Gatsby. Nadie dijo que fuese una carrera f¨¢cil.
Uno de los modelazos de Amy Adams en ¡®American Hustle¡¯ es un ¡®wrap dress¡¯ de Furstenberg.
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