Boquetes en la rodilla y agujeros por todas partes: el regreso de los vaqueros rotos

Hace m¨¢s de un lustro que no se ve¨ªan vaqueros con agujeros tan grandes. Tras varias temporadas en las que importaba m¨¢s la silueta (boyfriend, mom, slouchy¡­) que el lavado o los ornamentos que la acompa?aban, esta primavera el denim llega plagado de rotos, deshilachados y descosidos. No hay m¨¢s que echar un vistazo a las nuevas colecciones de grandes cadenas como Zara o Mango para advertir una avalancha de vaqueros destrozados. A pesar de que en las pasarelas de primavera-verano 2021 los vaqueros rotos hicieron un discreto acto de presencia ¨Cfirmas como Etro, Alice + Olivia o Dolce & Gabbana fueron de las pocas que los defendieron¨C, el altavoz de la moda democr¨¢tica ha multiplicado su influencia por diez. Inspiradas, probablemente, por los jeans que presentaron firmas como Givenchy o Brandon Maxwell el verano pasado, as¨ª como por las elecciones de las mujeres m¨¢s influyentes de las redes y el street style, las marcas de moda r¨¢pida han rescatado una tendencia que estuvo muy presente a principios de siglo y volvi¨® a golpear con fuerza la d¨¦cada pasada.

El denominador com¨²n en 2021 de lo que en ingl¨¦s llaman ripped jeans pasa por los patrones rectos, anchos o acampanados. Lo que viene a confirmar la agon¨ªa del pitillo, al que los j¨®venes de la Generaci¨®n Z han sentenciado de muerte en TikTok. Al parecer, las nuevas generaciones prefieren pantalones que no marquen tanto la forma del cuerpo evitando una posible apolog¨ªa de la delgadez extrema. De hecho, seg¨²n Edited, empresa de an¨¢lisis de datos especializada en retail, las ventas de jeans de corte holgado para hombres han aumentado un 15% y en el caso de las mujeres la cifra es apabullante: se venden un 97% m¨¢s.?Aunque en las calles de nuestra geograf¨ªa el pitillo sigue contando con muchas adeptas, es cierto que cada vez ganan protagonismo los pantalones culotte, straight, slouchy o cualquier otro anglicismo que implique patr¨®n amplio. Ahora, adem¨¢s, iconos de estilo para las nuevas generaciones ¨Clas modelos?Emily Ratajkowski o Gigi Hadid o la reina de TikTok, Charli D¡¯amelio¨C subrayan la importancia de elegir aquellos que ense?an (casi) m¨¢s piel de la que cubren.

Para muchos no es f¨¢cil entender la l¨®gica detr¨¢s de unos vaqueros nuevos que parecen viejos. Lo resum¨ªa muy bien, haciendo uso de su caracter¨ªstica iron¨ªa, la periodista Hadley Freeman cuando se pusieron de moda hace unos a?os. ??Qu¨¦ quieres decir con estos pantalones? ?¡¯Soy tan salvaje que me los romp¨ª anoche a las tres de la ma?ana y ni siquiera me di cuenta?¡¯, ¡®Me gast¨¦ 300 euros en unos vaqueros, pero en realidad soy tan trabajador como esos se?ores de los anuncios de whisky¡¯ o quiz¨¢ ¡®Sufro terribles sofocos y por eso necesito ventilaci¨®n constante¡¯?? Sea como fuere, su regreso esta temporada es innegable y tienen muchas papeletas para volver a las calles aunque ninguna de las explicaciones anteriores sea argumento suficiente para sus detractores.

Los or¨ªgenes de esta tendencia est¨¢n en los movimientos contraculturales de los a?os 70, especialmente el punk. Antes de que llevar los pantalones llenos de boquetes fuera una declaraci¨®n antisistema, las roturas en la ropa estaban asociadas con las clases obreras y pobres, que no pod¨ªan permitirse renovar el armario. Pero con la llegada de los Sex Pistols en Gran Breta?a o Iggy Pop en Estados Unidos, quien, por cierto, dijo en una entrevista a Vice que hab¨ªa sido pionero en lucir pantalones rasgados, las connotaciones de la prenda cambiaron para siempre. Durante los 80 no faltaron en los looks de Maddona y en los 90 quedaron asociados al grunge?y a su nombre m¨¢s representativo, Kurt Cobain. Y tambi¨¦n al hip hop. Pero como casi todas las tendencias iniciadas al margen de la moda, incluso como respuesta a sus dictados, acab¨® siendo engullida por el sistema. Hace tiempo que los vaqueros no se rompen por casualidad encima de un escenario ni son s¨ªmbolo de una ideolog¨ªa. Existen incluso versiones deluxe que cuestan cientos de euros a pesar de estar rotos.

Ya no se?alizan la pertenencia a ninguna tribu urbana, corriente o estilo: son de todos y para todos. De ah¨ª que reinen en marcas tan democr¨¢ticas como las de Inditex y compa?¨ªa o se paseen aupados por mujeres con estilos tan dispares como las influencers Sof¨ªa S¨¢nchez de Betak, Pernille Teisbaek o la italiana Chiara Ferragni. Si bien los c¨®digos de vestimenta de las empresas m¨¢s r¨ªgidas siguen poniendo en duda su idoneidad en un entorno laboral, los tiempos de teletrabajo y recogimiento hogare?o parecen perfectos para rescatarlos.