Versace, el fin de una era: ?por qu¨¦ ha vendido Donatella?

Hace unas horas se confirmaba lo que hace d¨ªas se ven¨ªa anunciando: Michael Kors ha comprado Versace por? cerca de 2.000 millones de euros tras un acuerdo que acabar¨¢ de cerrarse bien entrado 2019. Con ello, el conglomerado avanza imparable en su estrategia de convertirse en el primer gran holding del lujo estadounidense tras hacerse el a?o pasado con Jimmy Choo (pis¨¢ndole los talones a su m¨¢ximo competidor en esta contienda, Tapestry, due?o de Coach y Stuart Weitzman, que se le adelant¨® con la adquisici¨®n de Kate Spade).

2018 no ha sido desde luego un a?o f¨¢cil para Versace, en general,?y para Donatella, en particular, como matriarca de una de las firmas italianas m¨¢s ic¨®nicas de la historia de la moda. Una firma a punto de quebrar en 2004, al borde de la bancarrota en 2009 y reflotada en la ¨²ltima d¨¦cada gracias a las inversiones externas y una nueva gesti¨®n econ¨®mica. Participada en un 20% por el fondo inmobiliario Blackstone Group desde 2014, Allegra, hija de Donatella Versace, hered¨® en su momento el 50% de la empresa mientras Donatella y el otro hermano del fallecido dise?ador, Santo, se quedaron un 20 y 30% respectivamente. La marca duplic¨® sus cifras en un par de a?os, aunque le segu¨ªa costando mantener sus antiguos m¨¢rgenes de beneficio. Dicho rendimiento no ha resultado suficiente para los planes que Blackstone ten¨ªa para la emblem¨¢tica casa de moda. Entre ellos, su salida a Bolsa, una operaci¨®n pospuesta que ha acabado finalmente con la venta de la firma y su consiguiente salida del accionariado.

Que Versace haya acabado en manos de un tit¨¢n del premium estadounidense no es fruto de la casualidad. Antes de que Riccardo Tisci fichara por Burberry, la rumorolog¨ªa de moda apuntaba a que el dise?ador italiano iba a suceder a Donatella Versace al frente de la marca. Y parece ser que el intento de acuerdo entre ambos, por otra parte, ¨ªntimos amigos ¨CTisci siempre ha citado la casa como una de sus principales fuentes de inspiraci¨®n y lleg¨® a apostar en su momento por Donatella como imagen de Givenchy¨C existi¨®, aunque nunca lleg¨® a cuajar. Uno de los motivos por los que el inter¨¦s hacia Tisci parec¨ªa m¨¢s que plausible era la supuesta intenci¨®n de los poderosos grandes almacenes de lujo norteamericanos de contar en sus establecimientos nacionales e internacionales con un Versace renovado, a cargo de un dise?ador adorado preferiblemente por el p¨²blico joven y estadounidense como preludio de la conquista del resto del mundo (Riccardo ven¨ªa avalado por el ¨¦xito de colaboraciones como la que viene lanzando regularmente de la mano de Nike, y con una conexi¨®n tan fuerte con Nueva York, su centro neur¨¢lgico, como para festejar sus diez a?os al frente de Givenchy con un irrepetible show en homenaje a la Gran Manzana celebrado justo el d¨ªa que se cumpl¨ªan 14 a?os del 11-S). As¨ª, parec¨ªa normal que sonara como candidato a ocupar el puesto de Donatella otro creador made in America: Virgil Abloh.

El de Tisci es, de todos modos, el segundo fichaje frustrado de la ense?a en menos de dos a?os, si contamos la sobrevenida salida de Anthony Vaccarello de Versus Versace a finales de 2015 tras menos de un a?o en el cargo para incorporarse a las filas de Saint Laurent. Un hecho que fren¨® en seco el crecimiento de esta segunda marca enfocada a los millenials, esa generaci¨®n milagro llamada a salvar la moda. Versus, en la que trabaja Allegra, es su l¨ªnea m¨¢s asequible y siempre ha funcionado como incubadora de nuevos talentos con gran proyecci¨®n global, entre ellos el propio Vaccarello, Christopher Kane, o Jonathan Anderson, ahora en Loewe.

Otro de los factores que no ha acompa?ado a Versace en los ¨²ltimos meses ha sido el estreno de una de las series del a?o American Crime Story: El asesinato de Gianni Versace, un biopic sobre el homicidio que acab¨® con la vida del modisto siciliano, conmemorando el veinte aniversario de su muerte. Un producto televisivo del que Donatella y el resto de la familia se desmarcaron v¨ªa comunicado oficial desde el primer momento. No estaban de acuerdo con la manera en que se narraban unos hechos calificados por ellos mismos como ¡°de pura obra de ficci¨®n plagada de cotilleos y especulaciones¡±. El ¨¦xito de la misma no ha hecho sino agrandar el mito, muy a pesar del rechazo de los Versace. Sobre la pasarela, hace ya varias temporadas que Donatella viene sacando la artiller¨ªa pesada, rebuscando en los archivos y evocando aquellos legendarios tiempos en los que la marca era una de las firmas m¨¢s influyentes del mundo. Si para el desfile de Primavera 2018 nos regal¨® un momento ¨²nico y emocionante, logrando reunir veinticinco a?os despu¨¦s a Cindy Crawford, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Carla Bruni y Helena Christensen en honor a la memoria de su hermano -el autoproclamado descubridor de las top models de la ¨¦poca-, su campa?a de Oto?o 2018 ha marcado un hito ya que incluye la imagen con m¨¢s modelos ¨C54, todas musas y colaboradoras habituales de la casa¨C jam¨¢s fotografiada. La ¨²ltima colecci¨®n de Donatella Versace como directora art¨ªstica y vicepresidenta de la compa?¨ªa, presentada hace tan solo unos d¨ªas en Mil¨¢n, no viene sino a confirmar sus esfuerzos por seguir importando y recordarle al nuevo mundo el legado de Gianni en un ejercicio de nostalgia celebrado por la mayor¨ªa de sus fans incondicionales. Un esfuerzo creativo que si bien ha bastado para seguir siendo relevante en el mundo del lujo no ha sido suficiente para continuar manteniendo el control del ¨²ltimo gran clan familiar de la industria de la moda v¨ªa lazos de sangre.