Virginia Woolf y Vita Sackville-West, la apasionada relaci¨®n l¨¦sbica que hoy inspira a la moda
Givenchy acaba de presentar en Par¨ªs una colecci¨®n que parte de las ardientes cartas que la escritora intercambi¨® con su amante y amiga. No es la ¨²nica gran firma que la ha convertido en musa. La autora de ¡®A Virginia le gustaba Vita¡¯ explica por qu¨¦ causa fascinaci¨®n.
¡°Vita, deja a tu marido e iremos a Hampton Court a cenar juntas al lado del r¨ªo y a pasear en el jard¨ªn a la luz de la luna. Llegaremos a casa tarde, nos beberemos una botella de vino y te dir¨¦ todas las cosas que tengo en mi cabeza, millones, mir¨ªadas. No se agitar¨¢n durante el d¨ªa, solo en la oscuridad, junto al r¨ªo. Pi¨¦nsalo. Deja a tu marido, te digo, y ven¡±.
Este es solo un fragmento de una de las cartas que la escritora Virginia Woolf dedic¨® a la poeta y tambi¨¦n escritora Vita Sackville-West, con la que mantuvo una larga relaci¨®n desde que se conocieran en 1923. Ambas estaban casadas, pero protagonizaron uno de los idilios l¨¦sbicos m¨¢s ic¨®nicos del siglo XX. El mismo que ha inspirado la colecci¨®n alta costura primavera-verano que Givenchy acaba de presentar en Par¨ªs. La directora creativa de la firma, Clare Waight Keller, reconoci¨® al final del desfile que el pasional intercambio epistolar de ambas mujeres le hab¨ªa servido como punto de partida para empezar a dise?ar, as¨ª como la belleza de los jardines del castillo de Sissinghurst, que fueron creados por la propia Vita. ?Es uno de los lugares m¨¢s rom¨¢nticos de Inglaterra.?Estoy bastante obsesionada con ¨¦l?, declaraba la dise?adora, una de las m¨¢s aclamadas del panorama actual, despu¨¦s del show. Lejos de ser la primera vez que la moda utiliza la figura de Wool, firmas como Burberry, Rei Kawakubo o Palomo Spain han rendido homenaje a la escritora. Incluso actuar¨¢ como voz narrativa de la pr¨®xima exposici¨®n de moda que inaugurar¨¢ el Museo Metropolitano de Nueva York.
?No es de extra?ar que este jard¨ªn haya servido de inspiraci¨®n a Givenchy porque es uno de los m¨¢s famosos del mundo y se estudia en todos los manuales de jardiner¨ªa. Sin duda en aquel lugar y en aquella casa transcurrieron muchos de los encuentros entre Virginia y Vita, puesto que la segunda compr¨® Sissinghurst en 1930 cuando ya manten¨ªan una relaci¨®n?, explica a S Moda Pilar Bellver, periodista y escritora detr¨¢s de la novela A Virginia le gustaba Vita (Dos bigotes, 2016). Vita, hija de una de las familias m¨¢s adineradas de Inglaterra, no pudo heredar la casa familiar, la inmensa Knole, por ser mujer y decidi¨® comprar en su lugar Sissinghurst, donde viv¨ªa junto a su marido, el polifac¨¦tico autor y pol¨ªtico Harold Nicolson. Las faldas cuajadas de flores y p¨¦talos tridimensionales, los trajes de pantal¨®n ancho o la rica paleta crom¨¢tica que define la colecci¨®n de Givenchy beben de los colores que ti?en el jard¨ªn ideado por el matrimonio, pero tambi¨¦n de la pasi¨®n extramatrimonial que uni¨® las vidas de Virginia Woolf y Vita Sackville-West.
Cuando Virginia conoci¨® a Vita fue su propio cu?ado, Clive Bell, quien la advirti¨® de la dudosa reputaci¨®n con la que era conocida en todo Londres. ?Es una lesbiana declarada, ten cuidado?, le dijo. ?Pues con lo esnob que soy, no sabr¨¦ resistirme?, respondi¨® ella ir¨®nica. Y as¨ª fue. No solo no supo resistirse, sino que Vita se convertir¨ªa en la ¨²nica persona con la que lleg¨® a consumar el amor. ?Vita era la arist¨®crata m¨¢s famosa de su ¨¦poca y una mujer muy atractiva f¨ªsicamente. Sol¨ªa decir que le deb¨ªa su rara belleza a su abuela Pepita, una bailaora gitana malague?a. Adem¨¢s de por ser escritora (en aquel momento vend¨ªa mucho m¨¢s que Virginia), era famosa tambi¨¦n por ser abiertamente lesbiana y se empe?¨® en conocer a Virginia porque la admiraba much¨ªsimo?.
V¨ªctima de abusos sexuales por parte de su hermanastro cuando era una ni?a, Woolf no hab¨ªa querido consumar su matrimonio con el tambi¨¦n escritor y te¨®rico pol¨ªtico Leonard Woolf y jam¨¢s mostr¨® inter¨¦s por el sexo hasta que lleg¨® Vita. Tal y como qued¨® patente en las cartas que cruzaron durante a?os y en los diarios que ambas escrib¨ªan, se acostaron por primera vez la noche del 17 de diciembre de 1925 y muy pronto comenzaron a ser amantes. ?Lo fueron durante varios a?os y despu¨¦s siguieron siendo amigas ¨ªntimas toda la vida hasta que Virginia se suicid¨® en 1941. Adem¨¢s de Leonard y de su hermana Vanessa, Vita fue la persona m¨¢s importante en su vida?, detalla Bellver.
La sorprendente libertad con la que ambas vivieron su historia de amor en un momento en el que imperaba la s¨®lida moral victoriana es a¨²n m¨¢s llamativa teniendo en cuenta que sus maridos no solo estaban al tanto de su relaci¨®n, sino que las dos parejas tambi¨¦n eran amigas entre s¨ª (Felices los 4, que dir¨ªamos ahora). ?No nos confundamos, la era victoriana, su estrechez de miras, no afect¨® a las clases altas?, aclara Bellver. ?Una de las amantes de Vita, que dej¨® a su marido por ella, fue Dorothy Wellesley, Duquesa de Wellington. Otra fue Hilda Matheson, periodista de la BBC y nada menos que la inventora de los debates pol¨ªticos y las tertulias pol¨ªticas radiof¨®nicas tal como hoy las conocemos¡ En su grupo lo raro era encontrar un heterosexual. De hecho, gran parte de los conceptos que han forjado las ideas que hoy defendemos en torno a la libertad sexual las formularon ellas y ellos en los a?os 20 de hace justo un siglo?.
Seg¨²n la cr¨ªtica, ambas experimentaron sus a?os literarios m¨¢s prol¨ªficos e influyentes mientras estuvieron juntas. Woolf firm¨® La se?ora Dalloway, Las olas u Orlando, inspir¨¢ndose esta ¨²ltima en la vida de la propia Vita Sackville-West. La obra, que trata sobre un personaje que vive cinco siglos, primero como hombre y despu¨¦s como mujer, comienza con una escena desarrollada en una mansi¨®n gigantesca que supone una clara referencia a Knole, la casa familiar de Vita que termin¨® heredando su primo. La residencia, m¨¢s grande que el palacio de Buckingham, es conocida como la ¡®casa almanaque¡¯ por tener 365 habitaciones, 52 escaleras, 12 entradas y 7 patios.
Orlando sirvi¨® en 2016 al dise?ador cordob¨¦s Palomo Spain para titular su segunda colecci¨®n que, como la obra hom¨®nima, exploraba?temas como la homosexualidad o los cambios y roles de sexo. Tambi¨¦n Burberry bas¨® su colecci¨®n primavera-verano 2017 en la misma novela y Rei Kawakubo fue la encargada de dise?ar el vestuario de la versi¨®n de Orlando estrenada recientemente en la ?pera de Viena. Incluso la brit¨¢nica Alexa Chung tom¨® a la escritora como punto de partida en una de las propuestas de su marca ep¨®nima.
?Por qu¨¦ la moda est¨¢ tan obsesionada con la escritora y con su relaci¨®n con Vita? ?Lo ten¨ªan todo para despertar la curiosidad que hoy nos despiertan todav¨ªa. Curiosidad intelectual y de la otra tambi¨¦n. Piensa en Vita: arist¨®crata, rebelde, atractiva, poeta, desinhibida, rompedora de casi todas las reglas de la ¨¦poca¡ Y piensa en Virginia: para m¨ª la mejor escritora del siglo XX, una de las renovadoras m¨¢s originales de la novela moderna y una de las fundadoras del pensamiento feminista con su ensayo Una habitaci¨®n propia. Fue una suerte que se conocieran, que se quisieran y, sobre todo, fue una suerte que nos lo contaran o nunca nos habr¨ªamos enterado. L¨®gico que nos seduzcan?, termina Bellver.
Como escribe Vanessa Friedman en un art¨ªculo para The New York Times titulado Virginia Woolf is trending (Virginia Woolf est¨¢ de moda), los invitados a la pr¨®xima gala Met, cuya exposici¨®n anual har¨¢ un repaso a la historia de la moda inspir¨¢ndose en una de las escenas de la pel¨ªcula Orlando protagonizada por Tilda Swinton, ya tienen varias firmas en las que buscar ideas para vestir el primer lunes de mayo en la alfombra roja m¨¢s comentada de la industria.
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