El Reino Unido investig¨® ilegalmente durante 30 a?os con cerebros 'robados' a los muertos
Los ¨®rganos, que pertenec¨ªan a enfermos mentales y discapacitados, se usaron sin el consentimiento de sus familiares
Los cerebros de miles de personas fueron extraidos ilegalmente de sus cad¨¢veres en Reino Unido y conservados para investigaci¨®n cient¨ªfica en los hospitales del Reino Unido durante casi 30 a?os, seg¨²n una investigaci¨®n del Gobierno brit¨¢nico cuyos resultados, que se dar¨¢n a conocer el pr¨®ximo lunes, adelanta hoy el diario The Times.
Seg¨²n la investigaci¨®n, entre los a?os 1970 y 1999, numerosos m¨¦dicos facilitaron a investigadores decenas de miles de cerebros de enfermos mentales o discapacitados para realizar experimentos sin el consentimiento de sus familias, y cerca de la mitad, unos 24.000, se encuentran a¨²n almacenados en hospitales y universidades brit¨¢nicos. Las autoridades preparan ahora un cambio de la legislaci¨®n que se aprobar¨¢ este verano con el fin de impedir abusos y castigar a los m¨¦dicos que incumplan las normas, seg¨²n se?ala el rotativo brit¨¢nico.
En la actualidad, aunque los jueces de instrucci¨®n no pueden pedir que un pat¨®logo realice un examen post mortem para asegurarse de que todos los ¨®rganos contin¨²en en su lugar a menos que haya un consentimiento expreso de sus familiares, la Ley sobre Tejidos Humanos de 1961 no prev¨¦ sanciones para los m¨¦dicos que incumplan dicha norma. La investigaci¨®n se puso en marcha en 1999 a causa de la pol¨¦mica surgida en Reino Unido por varios casos concretos. El primero se produjo en el Hospital Alder Hey, donde salieron a la luz pr¨¢cticas de este tipo, entre ellas la extracci¨®n de ¨®rganos a m¨¢s de 3.500 ni?os.
El caso de Cyril Isaacs
Seg¨²n el Times, los acad¨¦micos universitarios eran partidarios de utilizar los cerebros extraidos ilegalmente porque, a diferencia de los investigadores de escuelas de medicina, no tienen acceso a los ¨®rganos extraidos durante las autopsias. Sin embargo, el diario sugiere que el caso Alder Hey puede haber puesto freno a los m¨¦dicos que llevaban a cabo estas pr¨¢cticas, que han disminuido en los ¨²ltimos tres a?os. Por su parte, el ministro de Sanidad brit¨¢nico, Alan Milburn, prometi¨® tras el comienzo de la investigaci¨®n sobre el Alder Hey un cambio en la legislaci¨®n sobre la materia. Entre las medidas tomadas hasta ahora se encuentra un cambio en las l¨ªneas directoras para la realizaci¨®n de autopsias.
La puesta en marcha de la investigaci¨®n por el caso Alder Hey se logr¨® tras varios a?os de campa?a encabezada por Elain Isaacs, ama de casa de Manchester cuyo marido, Cyril, se suicid¨® en 1987 tras sufrir una depresi¨®n. Isaacs descubri¨® por casualidad que el cerebro de su marido hab¨ªa sido extraido del cad¨¢ver y entregado a un cient¨ªfico local que lo quer¨ªa para investigaci¨®n.
El caso de Cyril Isaacs demostr¨® que los m¨¦dicos buscaban cerebros con todo tipo de enfermedades y defectos mentales, as¨ª como cerebros sanos que formaran parte de un grupo de control. De hecho, el cerebro de Isaacs no cumpl¨ªa los criterios de los cient¨ªficos y fue preservado en una estanter¨ªa hasta su incineraci¨®n, en 1994. La mujer de Isaacs mont¨® en c¨®lora ya que es jud¨ªa, y por tanto cree que el cuerpo debe ser enterrado intacto para que pueda as¨ª descansar en paz. Esto la llev¨® a unirse a organizaciones para la salud mental en una campa?a de presi¨®n para que se llevara a cabo una investigaci¨®n completa sobre el caso, que finalmente se puso en marcha en 1999.
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