El velero espacial ruso 'Cosmos-1' fracasa al no alcanzar la ¨®rbita prevista
El sat¨¦lite fue lanzado este martes desde un submarino nucelar en el mar de Barents
Rusia ha lanzado esta noche desde un submarino nuclear sumergido en el mar de Barents el velero espacial Cosmos-1, una nave experimental impulsada por el viento solar. Sin embargo, seg¨²n la agencia rusa Interfax, "fuentes en las instituciones espaciales rusas" afirman que el sat¨¦lite que deb¨ªa convertirse en el primer velero espacial impulsado por viento solar y prototipo de las naves que se utilizar¨¢n en los vuelos interplanetarios del futuro, "no alcanz¨® la ¨®rbita prevista a la hora calculada".
Por el momento, el centro de mando de la Agencia Espacial Rusa Roskosmos"no confirmado ni desmentido este extremo. El lanzamiento del sat¨¦lite, instalado en la ojiva del cohete portador Voln¨¢ (Onda, versi¨®n modificada del misil intercontinental RSM-50, o Satan¨¢s seg¨²n la clasificaci¨®n de la OTAN) se produjo a las 23.46 hora de Mosc¨², desde el submarino nuclear ruso Borisoglebsk, sumergido en el mar de Barents. Seis minutos m¨¢s tarde, el Cosmos-1 se separ¨® exitosamente del cohete y, seg¨²n un portavoz del centro de mando, todos sus sistemas funcionaron con normalidad.
En opini¨®n de los especialistas, el Cosmos 1 podr¨ªa ser el prototipo de los veh¨ªculos interplanetarios del futuro. Dise?ado por el Centro Cient¨ªfico Espacial Lavochkin de Mosc¨², es un proyecto llevado a cabo gracias a una entusiasta financi¨®n privada (varias organizaciones y la Sociedad Planetaria de EE UU). El Voln¨¢ deb¨ªa colocar al Cosmos-1 en una ¨®rbita el¨ªptica alrededor de la Tierra con una altura m¨¢xima de 800 kil¨®metros. Tras alcanzar la ¨®rbita prevista, el Cosmos-1, con una masa equivalente a 100 kilos, deber¨ªa desprenderse del Volna, desplegar sus velas para captar el viento solar y comenzar un vuelo en torno a la Tierra.
Tiene ocho velas triangulares dispuestas como las aspas de un ventilador. Unidas forman un c¨ªrculo de 30 metros de di¨¢metro, con una superficie de 600 metros cuadrados.
El funcionamiento del velamen y otros resultados del experimento deber¨ªan quedar registrados por los instrumentos que lleva a bordo el Cosmos-1. Seg¨²n expertos del Centro Lavochkin, este vuelo iba a suponer un paso m¨¢s en el uso del viento solar como fuente de energ¨ªa para impulsar naves espaciales. Para aclararnos, el Cosmos-1 ten¨ªa previsto utilizar la energ¨ªa del Sol de la mima forma que los veleros en la Tierra utilizan la fuerza del viento. Te¨®ricamente, las naves espaciales con velas solares no necesitan transportar enormes cantidades de combustible o fuentes de energ¨ªa para vencer la gravitaci¨®n de los astros y planetas y podr¨¢n navegar hasta los sitios m¨¢s apartados del Universo.
Con la vista puesta en Marte
Los veleros espaciales pueden ser la soluci¨®n al desaf¨ªo que supone un vuelo tripulado a Marte, objetivo ya planteado por la NASA y Roscosmos, la agencia espacial rusa. Pero todav¨ªa no han sido ideadas las soluciones t¨¦cnicas que permitan construir un cohete capaz de poner en ¨®rbita una nave que llegue a Marte en un vuelo de casi dos a?os. A diferencia de los vientos que soplan en la Tierra, el solar es constante y lo forma el fluido de part¨ªculas que emanan del n¨²cleo de nuestro sistema planetario. Lo que empuja a las velas son los fotones de la radiaci¨®n solar, que al chocar con ellas les transmiten parte de su energ¨ªa.
Seg¨²n sus fabricantes, los veleros espaciales en un comienzo se desplazan lentamente, pero poco a poco adquieren grandes velocidades y pueden alcanzar los lugares m¨¢s apartados del Universo. La existencia del viento solar o flujo continuo de iones emanados por el Sol fue confirmada en 1959 por la nave sovi¨¦tica Venus y, desde entonces, sus caracter¨ªsticas y propiedades han sido objeto de estudios cient¨ªficos. Estos vientos surcan nuestro sistema planetario a m¨¢s de tres millones de kil¨®metros por hora impulsados por las ondas del campo magn¨¦tico emanadas de la corona del astro rey, en una ola de energ¨ªa barata y de posibilidades ilimitadas.
La idea original de la utilizaci¨®n de la radiaci¨®n solar para navegar por el espacio se remonta a los a?os 20 del siglo pasado, y Rusia, EE UU, varios pa¨ªses de Europa y Jap¨®n trabajan ya para llevarla a la pr¨¢ctica. En julio de 2001, el mismo submarino, el Borisoglebsk, lanz¨® un cohete Voln¨¢ con otra nave Cosmos-1 que, si bien alcanz¨® la altura prevista, no pudo desplegar todas sus velas. En mayo, el Glenn Research Center de la NASA, situado en el Estado de Ohio, inform¨® de pruebas exitosas de un velero espacial estadounidense en una c¨¢mara de vac¨ªo.
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