Un juez de Cantabria recomienda a un matrimonio separado que acuda a la Iglesia para reconciliarse
El magistrado culpa al "maligno" de que el marido haya dejado a la mujer por otra m¨¢s joven
Un magistrado de la Audiencia de Cantabria recomienda a un matrimonio separado que acuda a la Iglesia cat¨®lica para reconciliarse, en una sentencia en la que atribuye la ruptura a la intervenci¨®n del "maligno" y relaciona a la nueva pareja del marido con el fruto prohibido que aparece en el G¨¦nesis. El magistrado Esteban Campelo Iglesias ten¨ªa que resolver una apelaci¨®n presentada por la mujer contra una sentencia de un juzgado de Torrelavega que la conden¨® a 60 d¨ªas de multa por llamar "folladora, puta y guarra" a la nueva pareja de su marido, adem¨¢s de darle una bofetada y tirarla del pelo.
El juez ha confirmado la condena bas¨¢ndose en argumentos jur¨ªdicos, "como profesional encargado de administrar justicia", pero despu¨¦s dedica dos folios a dar a la pareja consejos que les puede "servir para su situaci¨®n real y existencial como personas unidas en matrimonio". El magistrado parte de la premisa de la existencia de Dios, "que ha creado al hombre para ser se?or de toda la creaci¨®n y llamado a compartir su misma vida", pero tambi¨¦n la del "maligno", en referencia al demonio, su principal enemigo, que "intenta romper ese lazo de amor".
Su exposici¨®n se basa en el libro del G¨¦nesis, que utiliza para relacionar la ruptura del matrimonio con la intervenci¨®n del diablo y a la nueva mujer del marido con el fruto del ¨¢rbol de la ciencia del bien y del mal que, en el Antiguo Testamento, Dios proh¨ªbe comer a Ad¨¢n y Eva. El juez recuerda que, seg¨²n el G¨¦nesis, Dios dijo a Ad¨¢n y Eva: "No com¨¢is de ¨¦l, que el d¨ªa que com¨¢is morir¨¦is sin remedio". Asegura que este mandato est¨¢ dirigido tambi¨¦n al marido. "Compart¨ªas la vida con tu mujer, ten¨ªas una hija, ten¨ªas salud y es de suponer que disfrutabas de las condiciones necesarias para vivir una vida normal de agradecimiento a Dios. Sin embargo, apareci¨® en tu vida una mujer mucho m¨¢s joven que tu esposa y que tu supon¨ªas pod¨ªa hacerte m¨¢s feliz", se?ala el juez.
La edad, el cari?o y el sexo
A continuaci¨®n, relaciona la infidelidad con la aparici¨®n del "maligno". Seg¨²n el magistrado, el demonio dijo al hombre: "Come y ser¨¢s como Dios, conocedor del bien y del mal". Y ¨¦l, como Ad¨¢n, comi¨® del ¨¢rbol y, como con Ad¨¢n y Eva, "surgi¨® el infierno en el matrimonio y en la familia, generando la separaci¨®n y la huida". El juez opina que el marido vive una situaci¨®n de "esclavitud" porque ha cre¨ªdo que Dios no es amor, al haberle "prohibido un fruto apreciable a la vista y alabado socialmente".
Explica que afirmar que Dios no es amor es afirmar que Dios no existe, lo que le lleva a poner todas las esperanzas en esta vida temporal. "Quieres a toda costa beberla en su integridad (la vida), rechazando todo lo que te lleve o suponga la muerte, y como tu mujer, a una determinada edad, supones t¨² que ya no te puede dar en sexo, afectividad o car¨¢cter la vida que anhelas, pues vas a beber de otra fuente que estimas menos gastada", a?ade.
Indica que ante esta situaci¨®n de "sufrimiento y esclavitud" es posible la reconciliaci¨®n, en la que est¨¢ "la verdadera justicia para el matrimonio", y propone a la pareja que ponga en medio de sus vidas "el Esp¨ªritu de Jesucristo Resucitado", acudiendo a la Iglesia cat¨®lica, "la fuerza salvadora". Campelo Iglesias pide a la pareja perd¨®n por sus disquisiciones que asegura entiende "como algo bueno y la mejor justicia que como magistrado que aspira a ser cristiano pretende dispensar".
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