Canad¨¢ se disculpa por los abusos recibidos por los ni?os nativos
El primer ministro comparece ante el Parlamento para pedir perd¨®n por los reiterados malos tratos aplicados en las residencias p¨²blicas
Miles de ni?os abor¨ªgenes canadienses fueron obligados a ingresar en residencias religiosas ya que la educaci¨®n era obligatoria en el pa¨ªs entre los 6 y los 15 a?os. En ellos, era habitual que los menores sufrieran abusos sexuales y f¨ªsicos. Ayer, el primer ministro Stephen Harper compareci¨® ante el Parlamento, donde hab¨ªan acudido tambi¨¦n los representantes de los nativos, para disculparse y pedir perd¨®n por "haberles fallado de forma completa".
Harper reconoce que no hay excusas para los abusos que tuvieron lugar en esas escuelas religiosas, que comenzaron a funcionar a finales del siglo XIX, aunque la ¨²ltima cerr¨® en 1996. Su proyecto inicial era educar a los peque?os, pero despu¨¦s se convirtieron en parte de una campa?a gubernamental para erradicar la cultura ind¨ªgena (como algunos de estos centros llegaron a defender hab¨ªa que "matar al indio en el ni?o").
Los representantes de los abor¨ªgenes, que escuchaban a Harper sentados en semic¨ªrculo frente a ¨¦l, esperan que esta disculpa implique el comienzo de la reconciliaci¨®n entre los canadienses y los nativos, frecuentemente marginados y que sufren altas tasas de pobreza y desempleo.
Los datos que el Gobierno maneja en la actualidad sugieren que la mitad de los menores internados en este tipo de instituciones murieron de tuberculosis y otras enfermedades. Muchos de los que lograron sobrevivir a la experiencia afirman que sufrieron abusos psicol¨®gicos, f¨ªsicos y sexuales por ejemplo por hablar su propia lengua. Tambi¨¦n eran frecuentes las amenazas de una condena eterna si no se convert¨ªan al Cristianismo.
Canad¨¢ lo lamenta
Entre los 12 representantes de los nativos se encontraban Marguerite Wabano, de 104 a?os y la superviviente m¨¢s anciana de estas escuelas, y Phil Fontaine, director de la Assembly of First Nations (una organizaci¨®n que re¨²ne a todos los pueblos ind¨ªgenas), quien afirm¨® que la disculpa "por este episodio atroz de nuestra historia" asegurar¨¢ la supervivencia de los abor¨ªgenes canadienses.
"Al final hemos escuchado que Canad¨¢ lamenta lo que ocurri¨®", ha afirmado Fontaine, uno de los primeros en hacer p¨²blico el tratamiento que recibi¨® en el centro en el que estuvo internado ante la c¨¢mara ataviado con sus ropas tradicionales. "Es posible enterrar nuestra pesadilla racial si trabajamos juntos. El recuerdo de estas residencias hiere nuestras almas. Este d¨ªa nos ayudar¨¢ a dejar ese dolor atr¨¢s".
Para los estos l¨ªderes el da?o hecho por estas escuelas es un responsable directo de muchos de los problemas sociales que sufren el mill¨®n de abor¨ªgenes que habita en Canad¨¢. El esc¨¢ndalo recuerda a lo que ocurri¨® durante ese mismo periodo en Australia, donde al menos 100.000 ni?os abor¨ªgenes fueron arrebatados a sus familias. El primer ministro australiano, Kevin Rudd, tambi¨¦n pidi¨® disculpas a las "generaciones robadas" el pasado febrero.
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