Condenado un bombero por negarse a dejar un fuego
Rehus¨® a identificarse ante la Guardia Civil mientras apagaba un incendio en su tiempo libre
El bombero Francisco Tellado ha sido condenado por desacato a la autoridad cuando estaba apagando fuera de servicio un incendio en una vivienda de La Algaba (Sevilla), una multa que asegura que no puede pagar y que estar¨ªa dispuesto a cambiar por varios d¨ªas de c¨¢rcel. Tellado ha afirmado que siente "impotencia y desilusi¨®n" por la condena que le ha impuesto un juzgado de Sevilla, que asciende a una multa de 180 euros y a las costas del juicio, por lo que deber¨ªa desembolsar "400 ¨® 500 euros", que s¨®lo podr¨ªa abonar en cuotas de 20 euros al mes, seg¨²n ha asegurado.
El operario ha sido condenado porque no se identific¨® ante los guardias civiles que asistieron al siniestro, ocurrido el 1 de enero de 2008 en una vivienda ocupada por un matrimonio que est¨¢ dispuesto a abonar el dinero porque la mujer, Antonia, afirma que el condenado "arriesg¨® su vida para salvarnos a nosotros y a mi casa". Tellado afirma que no dejar¨¢ que el matrimonio le pague la multa y reitera que le dir¨¢ al juez que le cambie la pena impuesta por varios d¨ªas de c¨¢rcel. Un portavoz de la Guardia Civil, por su parte, no ha querido hacer comentario alguno sobre este caso porque no emiten opiniones cuando existe una condena judicial.
El bombero, que volver¨ªa a actuar como lo hizo, recuerda que entr¨® en la casa y confirm¨® que la mujer y el hombre, que est¨¢ en silla de ruedas, estaban fuera del alcance de las llamas, tras lo cual pidi¨® alg¨²n objeto con el que apagar el fuego, que se origin¨® en una estufa. Fue entonces cuando le dieron una manguera de regar, con la que atac¨® el incendio, y seg¨²n su relato, cuando estaba en esa tarea sinti¨® un tir¨®n de la manguera, se volvi¨® y vio a un guardia que le conminaba a que saliera, a lo que se neg¨® hasta que tuviera el fuego controlado. Una vez llegaron los bomberos y el fuego estaba controlado, habl¨® con el jefe de la dotaci¨®n de los bomberos, se identific¨® ante el agente de la Guardia Civil, le pidi¨® disculpas por si le hab¨ªa levantado la voz, le dio la mano y se despidi¨®.
Abucheos a la Guardia Civil
"No creo que sea un delito que esperaran (los guardias) unos minutos hasta que acabara el trabajo", ha lamentado el bombero. Su sorpresa fue que le llamaron para el juicio por desacato, donde, seg¨²n su versi¨®n, el agente dijo "una sarta de mentiras" que fueron decisivas para su condena.
Antonia ha comentado que el bombero "puede que no se identificara en un primer momento por los nervios", ya que su objetivo era asegurarse de que no hab¨ªa nadie en la vivienda. Tambi¨¦n relata la mujer que cuando todo acab¨®, los numerosos vecinos congregados frente a su casa abuchearon a los agentes por la actitud que tuvieron con el bombero, lo que "puede" que le afectara negativamente al condenado.
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