Estrellas con anillos de diamantes
Los cient¨ªficos estudian c¨®mo pueden formarse estos cristales de carbono en el espacio
Se conocen tres estrellas, s¨®lo tres, que tienen diamantes a su alrededor, diamantes min¨²sculos, de un micr¨®metro, es decir, menos del grosor de un cabello humano, pero diamantes. Parece que los diamantes son escasos en cualquier entorno, en la Tierra y en espacio interestelar. Para que se formen en la tierra hace falta que se confluyan condiciones muy especiales de alta presi¨®n y temperatura, normalmente en el subsuelo a gran profundidad. ?Y en el espacio?
Los astr¨®nomos son capaces de detectar la firma del diamante en la luz que han captado de esos tres astros, en concreto en espectros de luz infrarroja. La descubrieron, en 1983, en la luz emitida por el disco protoplanetario que rodea una joven estrella de un tipo particular de astros muy brillantes, j¨®venes y de masa intermedia (entre una vez y media y diez veces la masa solar). Se ha buscado esa firma del diamante en 60 de esas estrellas, pero s¨®lo se ha encontrado en tres, informa el Observatorio Astron¨®mico Nacional de Jap¨®n, con cuyo telescopio Subaru, en Hawai, un equipos internacional de cient¨ªficos ha estudiado el problema de los diamantes espaciales.
Por un lado, los astr¨®nomos lograron precisar que la se?al del diamante est¨¢ concentrada en el disco de materia que rodea a estas estrellas en la zona m¨¢s pr¨®xima la misma. Adem¨¢s, descubrieron fogonazos de rayos X en su entorno, algo poco com¨²n en este tipo de astros. El siguiente paso fue, a partir de estas caracter¨ªsticas, intentar explicar c¨®mo se podr¨ªan dar en el casi vac¨ªo del espacio interestelar las condiciones de alta presi¨®n necesarias para que se produzcan diamantes.
Los cient¨ªficos orientaron su inter¨¦s hacia los laboratorios en busca de respuestas y encontraron una buena pista en unos experimentos realizados en 1996. Unos f¨ªsicos alemanes descubrieron min¨²sculas part¨ªculas de diamante formadas en el centro de unas estructuras formadas por m¨²ltiples capas de carbono -llamadas cebollas de carbono- al aplicar haces de electrones de alta energ¨ªa. En el proceso, la cebolla se va encogiendo y al final se produce en su interior presi¨®n ultra-alta. Tambi¨¦n hace falta calor para que se produzcan diamantes en la cebolla.
Los astr¨®nomos que estaban trabajando con el Subaru (de 8,3 metros de di¨¢metro) combinaron su informaci¨®n sobre las condiciones en el espacio interestelar con los resultados de los experimentos de laboratorio. Su conclusi¨®n es que las erupciones de rayos X detectadas en el entorno de estas estrellas probablemente se deben a la presencia de otras peque?as estrellas compa?eras que forman sistemas binarios y entonces se pueden producir cebollas de carbono con suficientes altas presiones como para producir diamantes.
En resumen, para producir diamantes interestelares hace falta una estrella caliente con una compa?era y emitiendo rayos X; su masa debe ser intermedia y debe tener un disco de materia a su alrededor. En esas condiciones muy especiales y por tanto poco corrientes, pueden formarse cebollas de carbono en las que se originen los diamantes.
Los cient¨ªficos (de Jap¨®n, Alemania y Dinamarca) de este equipo de buscadores de diamantes han explicado los detalles de su investigaci¨®n en la revista Astrophysical Journal.
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