El Papa pide a la UE que defienda la vida y la familia tradicional
Benedicto XVI recuerda al nuevo representante europeo ante la Santa Sede que Europa no hace lo suficiente para promocionar sus "valores cristianos fundacionales"
El deber de la Uni¨®n Europea es reafirmar "su herencia human¨ªstica y sus ra¨ªces cristianas", y defender "la vida humana desde la concepci¨®n hasta la muerte natural" y "el matrimonio entre hombres y mujeres". Dos d¨ªas despu¨¦s de la manifestaci¨®n de Madrid contra la nueva ley del aborto del Gobierno socialista espa?ol, Benedicto XVI ha recordado al nuevo representante de la Comisi¨®n Europea ante la Santa Sede, el franc¨¦s Yves Gazzo, que Europa no hace lo suficiente para promocionar sus "valores cristianos fundacionales".
En su respuesta al discurso de presentaci¨®n de credenciales de Gazzo, que define a la UE como "una zona de paz que re¨²ne a 27 Estados que comparten los mismos valores", Joseph Ratzinger no ha dudado en matizar que "es justo, empero, notar que la UE no est¨¢ dotada de esos valores, sino que, m¨¢s bien, esos valores compartidos la hicieron nacer y son una especie de fuerza de gravedad que ha acercado al n¨²cleo de los pa¨ªses fundadores a otras naciones que se han unido con el tiempo".
Si se reduce la importancia de la herencia religiosa, alertado Ratzinger, "se corre el riesgo de que los valores sean instrumentalizados por individuos o grupos de presi¨®n deseosos"
"Estos valores", seg¨²n el Papa, "son el fruto de una larga y sinuosa historia en la cual, nadie lo negar¨¢, el Cristianismo ha jugado un papel de primer plano".
Pero, para que los inmensos recursos intelectuales, culturales y econ¨®micos del continente sigan dando frutos, ha advertido Ratzinger, "deben ser fecundados por la visi¨®n trascendente de la persona humana, que constituye el tesoro m¨¢s precioso del patrimonio europeo". Se trata, ha explicado, de buscar "el justo y delicado equilibrio entre eficacia econ¨®mica y necesidades sociales, de salvaguardar el medio ambiente, y, sobre todo, de dar el indispensable y necesario apoyo a la vida humana desde su concepci¨®n hasta la muerte natural y a la familia fundada sobre el matrimonio entre hombre y mujer".
Europa solo ser¨¢ ella misma si promociona "el desarrollo integral de las personas, que la Iglesia cat¨®lica considera la ¨²nica v¨ªa capaz de remediar los desequilibrios del mundo", ha a?adido el Papa.
"Cuando la Iglesia reclama las ra¨ªces cristianas de Europa", ha precisado, "no busca un estatus privilegiado para ella misma". Pero si se reduce la importancia de la herencia religiosa, ha alertado, "se corre el riesgo de que los valores sean instrumentalizados por individuos o grupos de presi¨®n deseosos de hacer valer sus intereses particulares frente al proyecto colectivo".
Esta ¨²ltima frase se interpreta como una advertencia de amplio espectro, contra el ate¨ªsmo de las ¨¦lites radicales, contra la masoner¨ªa, pero tambi¨¦n contra los nuevos populismos, y los movimientos fundamentalistas cat¨®licos, como los Legionarios de Cristo o las Cruces de Hierro, y contra las multinacionales y los bancos. El Papa ha concluido diciendo que Europa debe ser, "m¨¢s que un continente, una casa espiritual".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.