"Se puede gestar una insuficiencia renal durante a?os sin que haya ning¨²n s¨ªntoma"
A Detlef Schlondorff, alem¨¢n de origen y afincado en Estados Unidos desde hace a?os, le encanta visitar Espa?a. Incluso entiende algo del idioma y es capaz de pronunciar algunas palabras. En esta ocasi¨®n, como profesor em¨¦rito del hospital Mount Sinai de Nueva York, ha visitado Madrid para recoger el Premio Internacional de Nefrolog¨ªa Luis Hernando que, en su segunda edici¨®n, concede la Fundaci¨®n Renal ??igo ?lvarez de Toledo (FRIAT). Constituida hace 25 a?os, es la instituci¨®n espa?ola que, despu¨¦s del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS), de car¨¢cter p¨²blico, destina m¨¢s recursos a la investigaci¨®n de los procesos renales.
Las enfermedades del ri?¨®n, especialmente cuando conducen a di¨¢lisis o trasplante, representan una gran carga financiera socio-sanitaria, as¨ª como un gran coste humano, sufrimiento y p¨¦rdida de calidad de vida, seg¨²n subraya Schlondorff. Estas enfermedades deben tenerse muy en cuenta si se considera que el 13% de la poblaci¨®n mayor de 20 a?os sufre alg¨²n tipo de patolog¨ªa renal y en torno al 4% tiene insuficiencia renal, es decir, que conserva intacta menos del 60% de su funci¨®n renal.
"De los 240 millones de diab¨¦ticos que hay en el mundo, un 30% sufrir¨¢ insuficiencia renal grave"
Pregunta. Hasta 1960, todo enfermo con insuficiencia renal cr¨®nica estaba abocado irremisiblemente a la muerte, ?no? A partir de entonces, los ri?ones pueden ser sustituidos por una m¨¢quina.
Respuesta. Los ri?ones son los ¨²nicos ¨®rganos, adem¨¢s del p¨¢ncreas o del coraz¨®n en el momento de una cirug¨ªa extracorp¨®rea, que cuando fallan pueden ser sustituidos indefinidamente por una m¨¢quina: el ri?¨®n artificial o un tratamiento de di¨¢lisis. Tambi¨¦n cuentan con la posibilidad de ser sustituidos por el mismo ¨®rgano procedente de otra persona: el trasplante renal. En 1960 se practicaron simult¨¢neamente en Estados Unidos y Francia los primeros trasplantes renales. Merril fue el encargado de realizarlo en una cl¨ªnica de Boston, y Hume, en un hospital de Par¨ªs.
P. El tratamiento de di¨¢lisis es tildado de ser excesivamente caro y de esclavizar al enfermo. ?Es entonces el trasplante la panacea?
R. El planteamiento no es tan simple. Depende de cada caso, del n¨²mero de ¨®rganos disponibles. Adem¨¢s, no todos los enfermos dializados son susceptibles de trasplante. S¨®lo el 20% lo ser¨ªan, ya fuera por tener otras patolog¨ªas asociadas o ser mucho m¨¢s vulnerables al rechazo, que es siempre una espada de Damocles.
P. ?Por qu¨¦ dejan de funcionar los ri?ones?
R. Por m¨²ltiples causas y enfermedades, como otros ¨®rganos. Buena parte de mis investigaciones se centran en las enfermedades inflamatorias que afectan al ri?¨®n. En concreto, al glom¨¦rulo, que es la unidad anat¨®mica del ri?¨®n y donde se realiza la funci¨®n de aclaraci¨®n o filtraci¨®n de la sangre. Y si esos trastornos no se controlan, pueden llegar a cronificarse y a generar una insuficiencia renal cr¨®nica. De hecho, actualmente las glomerulonefritis son la cuarta causa de di¨¢lisis.
P. ?Es dif¨ªcil llegar hasta un diagn¨®stico de insuficiencia renal cr¨®nica?
R. Naturalmente, depende de la causa. Con la edad es fisiol¨®gico ir perdiendo funci¨®n renal. Si por debajo del 60% de la funci¨®n consideramos que ya empieza a haber insuficiencia cr¨®nica, por debajo del 10% es ya necesaria la di¨¢lisis. La particularidad de estos ¨®rganos es que se puede ir produciendo una insuficiencia renal cr¨®nica a otras edades j¨®venes, por la raz¨®n que sea, sin causar ning¨²n s¨ªntoma, y cuando ¨¦sta se detecta, el da?o renal ya es irreversible. A menudo se trata de hallazgos casuales en revisiones m¨¦dicas de empresas o en consultas que se llevan a cabo por otros motivos. Se est¨¢n estudiando en modelos animales marcadores gen¨¦ticos precoces que avisen de un posterior desarrollo de insuficiencia renal cr¨®nica. Pero, de momento, en humanos esta investigaci¨®n es muy compleja.
P. El da?o renal guarda una estrecha relaci¨®n con factores de riesgo cardiovascular como la diabetes y la hipertensi¨®n. Alguna relaci¨®n debe de haber entre ri?¨®n y coraz¨®n cuando la mayor¨ªa de los enfermos renales en di¨¢lisis fallecen por muerte cardiovascular.
R. Sin duda. De los 240 millones de diab¨¦ticos que hay en el mundo, el 30% sufrir¨¢ insuficiencia renal grave. Algo parecido podr¨ªamos decir de los hipertensos. Es la pescadilla que se muerde la cola. La diabetes y la hipertensi¨®n pueden acabar afectando seriamente los ri?ones, y ¨¦stos, si no funcionan bien, pueden generar hipertensi¨®n y mortalidad vascular.
P. ?Pueden influir algunos factores medioambientales en el da?o renal?
R. El tabaco, sin ninguna duda, afecta muy negativamente. El exceso de alcohol, una dieta no equilibrada, la calidad del aire que respiramos... Dentro de las distintas funciones de los ri?ones, las m¨¢s destacables son que regulan el equilibrio entre el agua y el sodio. Eliminan los productos de desecho y producen ciertas hormonas, como la eritropoyetina. S¨®lo estas tres funciones ya son important¨ªsimas, que se pueden ver afectadas.
P. ?Qu¨¦ opina del modelo espa?ol de donaciones y trasplantes de ¨®rganos s¨®lidos?
R. Es un logro extraordinario, que todo el mundo admira, especialmente el resto de Europa y Latinoam¨¦rica. Es important¨ªsima la organizaci¨®n, la desburocratizaci¨®n, la agilidad y flexilidad de movimientos, la solidaridad de la gente. Es algo muy grande que naci¨® en gran medida gracias al empe?o y a la ilusi¨®n de dos nefr¨®logos espa?oles: Rafael Matesanz, el director de la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes, y Francisco Ortega Su¨¢rez, que entonces estaba en Madrid como director del Insalud y ahora ejerce como cl¨ªnico en Asturias, pero que ha venido a la capital a acompa?arme a recoger el premio y a asistir al simposio que se celebra a la vez y que cada a?o organiza esta fundaci¨®n.
P. ?En los pa¨ªses del Tercer Mundo la realidad sigue siendo tan cruel que los pacientes con insuficiencia renal cr¨®nica se mueren, como en el Primer Mundo antes de 1960, por falta de acceso a di¨¢lisis o trasplante?
R. As¨ª es de duro y de triste.
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