Condenadas a 18 a?os de c¨¢rcel por vejar y asesinar a un transexual

Fueron nueve meses de tortura. Desde que en enero de 2007 Roberto (un hombre transexual) se qued¨® solo en casa con Dolores y Ainhoa, unas -entonces- amigas a las que acogi¨® en su casa porque viv¨ªan en una chabola. Pero la convivencia se volvi¨® un infierno enseguida, y Roberto (Concepci¨®n cuando naci¨®) muri¨® el 1 de septiembre. La Audiencia Provincial de Madrid ha dictaminado que fue asesinado por las mujeres, que adem¨¢s atentaron contra su dignidad moral, le coaccionaron y le extorsionaron. Las ha condenado por ello a 18 a?os y nueve meses de c¨¢rcel.

"Roberto el 1 de septiembre de 2007 apareci¨® asesinado en su domicilio, completamente desnudo, sobre un colch¨®n en el suelo, sin sabanas, sin almohada, lleno de orina y heces; su cuerpo, que apareci¨® con claros s¨ªntomas de desnutrici¨®n, estaba repleto de cardenales en distintas fases, abierta su cara con heridas sin curar, su rostro desfigurado, y en su frente se adivinaban golpes, uno de ellos acab¨® con su vida", as¨ª se describe en la web Diario Digital Transexual el final de la historia. Pero el relato que hacen los magistrados Manuela Carmena, Ramiro Ventura y Rosa Brobia no se queda atr¨¢s.

Empiezan los jueces disculp¨¢ndose por no poder usar en la sentencia el nombre de var¨®n que usaba la v¨ªctima. "Deseaba que se le llamara Roberto. Nos hubiera gustado respetar sus deseos pero para la mayor comprensi¨®n de esta sentencia hemos decidido denominarla por su nombre oficial", dicen, aunque explican que desde 2006 hab¨ªa comenzado el proceso de "transformaci¨®n sexual".

Luego viene la descripci¨®n de un proceso gradual para imponerse y anular al hombre. Ya en 2006, Concepci¨®n (el nombre todav¨ªa legal de quien era Roberto para todo el mundo, incluida su ex novia Yolanda), "les propuso sin conseguirlo, que se marcharan de su vivienda". Ya entonces hab¨ªa comenzado el abuso, pues las mujeres (una de ellas, Dolores, antigua compa?era del colegio de la v¨ªctima), viv¨ªan del dinero de Roberto, "sin recibir absolutamente nada de ellas", como recoge la sentencia. A partir de ahora, cambiaremos el nombre de la v¨ªctima y el g¨¦nero en el relato de los magistrados para ajustarlo al que ¨¦l quer¨ªa.

"Dolores y Ainhoa, a partir de ese momento no s¨®lo no respetaron los deseos de Roberto de que abandonaran su domicilio, sino que comenzaron a presionarle realizando todo una serie de vejaciones sin que el mismo pudiera resist¨ªrseles, oblig¨¢ndole a firmar el 1 de mayo del 2007, en un cuaderno escolar propiedad de Ainoa, que, por voluntad propia, les autorizaba a ambas a permanecer en su casa hasta que consiguiesen su vivienda propia".

En marzo lleg¨® el encierro. "Cambiaron la cerradura del piso sin darle una copia". "Asimismo se apoderaron de su tel¨¦fono m¨®vil contestando todas las llamadas que recib¨ªa", y "mantuvieron cerradas las persianas de la habitaci¨®n en la que dorm¨ªa", para que no pudiera pedir ayuda a los vecinos.

En mayo, "comenzaron a vender todas las propiedades que ten¨ªa en su domicilio, tales como las joyas y los abrigos de su madre, relojes y una colecci¨®n de sellos que ten¨ªa de su padre". Tambi¨¦n por aquella fecha "comenzaron a golpear con frecuencia" a Roberto. El siguiente paso del expolio vino despu¨¦s, cuando pusieron a la venta el piso de su v¨ªctima, y se quedaron con la fianza. A la vez, continuaban los malos tratos y la desnutrici¨®n. En ese tiempo, Roberto perdi¨® 40 kilos.

La identidad sexual del hombre tambi¨¦n fue objeto de ataques. Una vez, le desnudaron y le obligaron a afeitarse todo el cuerpo, mientras lo grababan. Era una manera de arrebatarle los rasgos masculinos secundarios (el vello corporal) que hab¨ªa adquirido con el tratamiento hormonal. Otra, le vistieron de chica, con tacones y minifalda -algo que sab¨ªan que ¨¦l rechazaba-, y le amenazaron con prostituirle (obviamente, como mujer).

Por ¨²ltimo, "la noche del 29 de agosto Dolores y Ainhoa le pegaron con tal brutalidad que falleci¨® la madrugada del d¨ªa 1 de septiembre del 2007 como consecuencia del hematoma subdural que le ocasionaron los golpes", relata la sentencia.

"Los vecinos se apenaban: era una muerte anunciada, entre ellos hablaban cada ma?ana: 'Esta noche le han debido dar a base de bien', 'un d¨ªa de estos se lo cargan'...y as¨ª ocurri¨®. Ahora que ya sabemos la sentencia, solo sentimos consternaci¨®n", remata el relato Javier V., de la Asociaci¨®n El Hombre Transexual.