Feliz cumplea?os, 'Hubble'
El c¨¦lebre telescopio espacial cumple 20 a?os en plena forma
El telescopio m¨¢s famoso de la historia cumple dos d¨¦cadas en ¨®rbita. Fue le 24 de abril, colocado en la bodega del transbordador Discovery, cuado sali¨® al espacio,y hoy la NASA, anticip¨¢ndose a las celebraciones, presenta nuevas im¨¢genes del cielo obtenidas con esta m¨¢quina cient¨ªfica ¨²nica. Los 20 a?os del Hubble han sido tiempos de descubrimientos deslumbrantes en los que no s¨®lo se ha visto el universo como nunca antes, sino que las im¨¢genes de galaxias y de estrellas con formas y detalles prodigiosos han llegado a millones de personas que nunca antes hab¨ªan pensado mucho en la astronom¨ªa. Adem¨¢s, el telescopio espacial, con grandes esfuerzos y altos costes para repararlo y mejorarlo a lo largo de los a?os, llega a este cumplea?os en plena forma, proporcionando informaci¨®n cient¨ªfica de primera calidad sobre el cielo.
La determinaci¨®n de la edad del universo en algo m¨¢s de 13.000 millones de a?os, las observaciones del cosmos profundo en las que se observ¨® por primera vez todo un zool¨®gico de galaxias de diferentes tipos y formas, muchas de ellas en los l¨ªmites del cosmos visible, los nidos de estrellas donde est¨¢n naciendo nuevos astros, los planetas extrasolares o los entornos de agujeros negros, son s¨®lo algunas de las aportaciones del Hubble a la ciencia y a la cultura en general. M¨¢s cerca de la Tierra, el telescopio no se perdi¨® un acontecimiento ¨²nico como los espectaculares choques de los fragmentos del cometa Shoemaker-Levy contra J¨²piter, en 1994. Tambi¨¦n en el descubrimiento de moda de la cosmolog¨ªa, el hecho de que la expansi¨®n del universo se esta acelerando, ha tenido que ver, y mucho el c¨¦lebre observatorio, que han utilizado y utilizan miles de astr¨®nomos de todo el mundo. El gran astr¨®nomo Edwin Hubble, en cuyo honor se bautiz¨®, estar¨ªa muy orgulloso de este telescopio.
Como cualquier buena historia, la del Hubble est¨¢ llena de felicidad y tragedia, de fracasos y de ¨¦xitos . Muchos de los protagonistas de este proyecto de la NASA y la Agencia Europea del Espacio (ESA) no recordar¨¢n con satisfacci¨®n precisamente los primeros pasos del telescopio en ¨®rbita, cuando, tras a?os de preparaci¨®n, dise?o y construcci¨®n, y un retraso del lanzamiento de cinco a?os motivado por el accidente del Challenger, el telescopio parti¨® por fin. Fue un momento de gran satisfacci¨®n. Pero inmediatamente, en las primeras pruebas en ¨®rbita se vio que algo andaba mal. En lugar de las im¨¢genes perfectas de los objetos celestes que se esperaban, en las fotos que llegaban del telescopio se ve¨ªan astros borrosos, con un halo artificial de luz. Fue la debacle en la comunidad cient¨ªfica y en las agencias espaciales. A los pocos d¨ªas se descubri¨® que el espejo principal del Hubble ten¨ªa un defecto de pulido que se hab¨ªa ignorado en tierra y que no se pod¨ªa arreglar en el espacio.
Entre desconcierto, cr¨ªticas y no pocos chistes sobre el fabuloso observatorio que ve¨ªa borroso, los cient¨ªficos y los ingenieros no se encogieron, y a los dos a?os ten¨ªan listo un artefacto para corregir el defecto ¨®ptico. Popularmente se habl¨® de las gafas del Hubble y a partir del momento en que los astronautas los colocaron empez¨® la historia gloriosa del telescopio espacial. Por fin obten¨ªa fotograf¨ªas con detalles inesperados de estrellas, nebulosas, supernovas, zonas de formaci¨®n estelar, galaxias, etc¨¦tera.
En 20 a?os, el Hubble ha observado m¨¢s de 30.000 objetos celestes y en su archivo se acumula ya m¨¢s de medio mill¨®n de fotograf¨ªas. Aunque hay varios observatorios fuera de la Tierra, cuando se habla de telescopio espacial, todo el mundo piensa en el Hubble. No es especialmente grande su espejo (2,40 metros de di¨¢metro), no ya en comparaci¨®n con los que hay ahora de ocho a diez metros, ni siquiera respecto a los que hab¨ªa antes. Pero al estar (a unos 560 kil¨®metros de altura) por encima de la atm¨®sfera evita sus turbulencias y las im¨¢genes tienen una magn¨ªfica resoluci¨®n. La idea de poner un telescopio en ¨®rbita para aprovechar esa ventaja se remonta a los a?os cuarenta, pero pasaron 30 a?os m¨¢s hasta que se empez¨® a construir.
El Hubble, con sus 13,2 metros de largo, 4,2 de di¨¢metro y once toneladas de masa, ha recibido cinco misiones de astronautas que han ido repar¨¢ndolo y actualiz¨¢ndolo, cambiando sus c¨¢maras por modelos m¨¢s modernos y sustituyendo dispositivos desfasados o estropeados. La ¨²ltima misi¨®n de servicio se realiz¨® el a?o pasado y no habr¨¢ m¨¢s: el telescopio seguir¨¢ observando el cielo mientras funcione, cuando deje de hacerlo se tirar¨¢ al oc¨¦ano. Es posible que el veterano telescopio llegue al 25 aniversario. Para entonces deber¨ªa estas listo el que se considera su sustituto, el James Webb, que la NASA y la ESA est¨¢n ya construyendo.
Ayuda popular para clasificar galaxias
En ocasi¨®n del XX aniversario del Hubble, los responsables del programa Galaxy Zoo ampl¨ªan el alcance de esta iniciativa de clasificaci¨®n del ingente fondo de im¨¢genes del telescopio con ayuda de voluntarios en todo el mundo. Galaxy Zoo se puso en marcha en 2007 y han participado hasta ahora unas 250.000 personas, pero la b¨²squeda se ha centrado en objetos celestes del universo local tomadas con diversos telescopios, mientras que ahora se quiere ampliar la exploraci¨®n a todo el cosmos. La participaci¨®n popular consiste en que cada uno busque entre casi 200.000 im¨¢genes de galaxias (tomadas por el telescopio espacial) las suya favorita, de manera que la clasificaci¨®n resultante ayude a sacar del anonimato miles de objetos presentes en la ingente cantidad de fotograf¨ªas del Hubble pero que, de otra manera, pasar¨ªan desapercibidos.
Qui¨¦n quiera participar en este proyecto puede acceder por internet a Galaxy Zoo, donde se les muestra una imagen de una galaxia y se les pide (con ayuda de una simples instrucciones) que contesten a unas preguntas simples acerca del objeto celeste como cu¨¢ntos brazos tiene o si parecen galaxias a punto de fusionarse. Este tipo de evaluaci¨®n es dif¨ªcil de hacer con un ordenador, explican los cient¨ªficos, mientras que es muy f¨¢cil de hacer con la intuici¨®n humana.
Lo astr¨®nomos suelen centrarse en sus observaciones en objetos o procesos concretos y no necesariamente analizan todos los que aparecen en las im¨¢genes obtenidas durante su trabajo. Por ello, los telescopios acumulan enormes fondos de datos pendientes de clasificaci¨®n. Los cient¨ªficos que usan los telescopios, incluido el 'Hubble' tienen un plazo de unos meses para analizar las im¨¢genes que han obtenido y durante ese tiempo
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