Que las matem¨¢ticas se hagan visibles
La predicci¨®n del tiempo, la cirug¨ªa correctora de la miop¨ªa o la gesti¨®n del espacio a¨¦reo no ser¨ªan posibles sin sofisticados desarrollos matem¨¢ticos
A mediados de los ochenta la Xunta de Galicia nos propuso simular la dispersi¨®n de los vertidos de aguas residuales en las r¨ªas gallegas. El objetivo era determinar el emplazamiento ¨®ptimo de emisarios submarinos, con vistas a proteger las zonas de playa y cultivos marinos. El resultado han sido desarrollos matem¨¢ticos con un gran impacto. Los programas de ordenador elaborados no s¨®lo se utilizaron para las r¨ªas gallegas sino en sistemas fluviales y estuarios de otros lugares del mundo, como los de los r¨ªos Crouch y Roach en Inglaterra o el del r¨ªo B¨ªo-B¨ªo en Chile.
En la segunda mitad de los noventa, el grupo espa?ol Ferroatl¨¢ntica , primer fabricante mundial de silicio metal¨²rgico, nos encarg¨® la simulaci¨®n num¨¦rica de un electrodo para los hornos de arco el¨¦ctrico, el denominado ELSA. Este electrodo es hoy l¨ªder mundial y ha sido vendido por Ferroatl¨¢ntica a la mayor¨ªa de las f¨¢bricas del mundo; con ¨¦l se reducen los costes de producci¨®n del silicio en m¨¢s de un diez por ciento. El programa de simulaci¨®n desarrollado ha permitido comprender mejor el funcionamiento del ELSA y mejorar su dise?o y operaci¨®n.
Y hay a¨²n un tercer ejemplo de desarrollos matem¨¢ticos aplicados a problemas industriales. En la actualidad, la Fundaci¨®n Ciudad de la Energ¨ªa nos est¨¢ financiando un proyecto para simular la oxicombusti¨®n del carb¨®n en una central t¨¦rmica, una nueva tecnolog¨ªa que permitir¨¢ capturar el di¨®xido de carbono para su posterior almacenamiento subterr¨¢neo.
La invisibilidad de las matem¨¢ticas es, probablemente, la causa fundamental de su falta de aprecio social. La mayor¨ªa de los ciudadanos consideran que se trata de una disciplina demasiado abstracta, lejos de su realidad m¨¢s cercana y, adem¨¢s, dif¨ªcil de aprobar. Sin embargo, los ejemplos anteriormente mencionados indican que no es as¨ª. Las matem¨¢ticas son hoy omnipresentes, est¨¢n en multitud de elementos cotidianos importantes para la calidad de nuestras vidas. La predicci¨®n del tiempo, la cirug¨ªa correctora de la miop¨ªa o la gesti¨®n del espacio a¨¦reo, por citar solo tres ejemplos de ¨ªndole bien distinta, no ser¨ªan posibles sin sofisticados desarrollos matem¨¢ticos.
Si las matem¨¢ticas han permitido a las ciencias de la naturaleza formalizar sus descubrimientos y teor¨ªas, la introducci¨®n de los ordenadores a mediados del siglo pasado ha abierto un enorme y pr¨¢cticamente ilimitado abanico de posibilidades: la resoluci¨®n de modelos matem¨¢ticos mediante algoritmos adecuados y potentes ordenadores se considera hoy d¨ªa el tercer pilar del m¨¦todo cient¨ªfico, al lado de la teor¨ªa y la experimentaci¨®n.
Los modelos matem¨¢ticos se utilizan en la industria para analizar los procesos y dise?ar los productos, optimiz¨¢ndolos para hacerlos m¨¢s funcionales y reducir sus costes de producci¨®n. Adem¨¢s, al facilitar la experimentaci¨®n virtual, permiten reducir el tiempo que transcurre entre la concepci¨®n y la comercializaci¨®n, un aspecto fundamental para las empresas en la econom¨ªa competitiva y global en la que estamos inmersos.
La industria y las autoridades comunitarias deber¨ªan ser conscientes del enorme potencial de las matem¨¢ticas en Europa: la investigaci¨®n europea en matem¨¢ticas ocupa el primer lugar en el mundo, aunque fragmentada entre los diferentes pa¨ªses y sin una adecuada coordinaci¨®n, debido en parte a la falta de apoyo institucional.
Recientemente ha tenido lugar en Madrid una conferencia sobre matem¨¢ticas e industria financiada por la Fundaci¨®n Europea de la Ciencia (ESF, en sus siglas en ingl¨¦s) bajo el paraguas de la Sociedad Matem¨¢tica Europea (EMS) . Tras analizar la situaci¨®n en Europa, los participantes hemos propuesto medidas para desarrollar el potencial de las matem¨¢ticas como motor de la innovaci¨®n.
En la comunidad cient¨ªfica existe la convicci¨®n de que las matem¨¢ticas no est¨¢n adecuadamente tratadas por la Comisi¨®n Europea, a pesar de su importancia en una econom¨ªa basada en el conocimiento. Una de las propuestas aprobadas en la conferencia de Madrid consiste en instar a Bruselas para que las matem¨¢ticas aparezcan espec¨ªficamente en el pr¨®ximo VIII Programa Marco de Investigaci¨®n y Desarrollo.
En el caso espa?ol, las matem¨¢ticas, al igual que la mayor¨ªa de las ramas del saber, han experimentado en los ¨²ltimos 25 a?os un crecimiento espectacular, al menos desde un punto de vista cuantitativo. No obstante, la transferencia al sector productivo y, en general, las aplicaciones de las matem¨¢ticas no guardan relaci¨®n con este crecimiento, por lo que es necesario incentivarlas. La prometida creaci¨®n de un Centro Nacional de Matem¨¢ticas deber¨ªa suponer una palanca para la consolidaci¨®n definitiva de la investigaci¨®n matem¨¢tica en Espa?a y para el desarrollo de sus aplicaciones en la industria. Esperemos que la crisis econ¨®mica y las diferencias pol¨ªticas no malogren un proyecto largamente esperado por la comunidad investigadora.
Alfredo Berm¨²dez de Castro est¨¢ en el Departamento de Matem¨¢tica Aplicada. Universidad de Santiago de Compostela
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