La dictadura del colon
El s¨ªndrome del intestino irritable es una enfermedad poco conocida que hace la vida muy complicada al mill¨®n de espa?oles que la padecen: c¨®licos, fatiga, diarrea... Dif¨ªcil de diagnosticar y cr¨®nica, requiere un tratamiento fisiol¨®gico, psicol¨®gico y nutricional
Abel Ramos, de 37 a?os, no se atrev¨ªa a salir a cenar con sus compa?eros de trabajo. Cuando trabajaba como aparejador no soportaba las reuniones por la ma?ana, que ten¨ªa que interrumpir constantemente para ir al ba?o. Se define como hipocondriaco social, y sus amigos le llaman M¨ªster Lavabo. Es una v¨ªctima m¨¢s del s¨ªndrome del intestino irritable (colon irritable, como se le conoce en el lenguaje coloquial), una enfermedad poco conocida que, sin embargo, sufren m¨¢s de un mill¨®n de espa?oles, seg¨²n el doctor Ferm¨ªn Mear¨ªn, especialista de la cl¨ªnica Teknon. La mayor¨ªa lo hacen en silencio.
El s¨ªndrome del intestino irritable es una enfermedad funcional del aparato digestivo que se diagnostica por exclusi¨®n. Cuando todas las pruebas dan negativo: ?bingo!, es colon irritable. Los s¨ªntomas son dolores y distensi¨®n abdominal, c¨®licos, flatulencia, alteraci¨®n del ritmo intestinal, fatiga, digestiones pesadas. La mayor¨ªa de las personas que lo sufren presentan estre?imiento, diarrea, o alternancia de ambos. Es cr¨®nica y, aunque no mata, puede llegar a afectar de manera muy grave la calidad de vida. Tanto, que hay pacientes que s¨®lo salen de casa para lo imprescindible.
Entre las causas hay factores hormonales y?gen¨¦ticos
Esther Mart¨ª, presidenta de la Asociaci¨®n Catalana de Afectados por Colon Irritable, conoce bien el periplo de pruebas y m¨¦dicos que suele anteceder al diagn¨®stico. "Cuando llegas al m¨¦dico, ya est¨¢s desesperado. El de cabecera te env¨ªa al especialista del aparato digestivo. A veces escuchan, otras no. Te hacen pruebas de intolerancia alimentaria, de alergias, colonoscopias, rectoscopias, radiograf¨ªas del abdomen. Al final te diagnostican s¨ªndrome de colon irritable. Te dicen que no pueden hacer nada, y te recomiendan que te tomes las cosas con m¨¢s calma", explica.
Los s¨ªntomas de la enfermedad tienden a manifestarse o agravarse en situaciones de estr¨¦s y ansiedad, en momentos de mucha preocupaci¨®n. Por eso, hasta hace poco, los m¨¦dicos no hac¨ªan mucho caso al problema. El doctor Ferm¨ªn Mear¨ªn ahonda en las razones del relativo desd¨¦n por parte de la profesi¨®n: "Es una enfermedad que no te deja vivir, pero tampoco te mata". ?l es uno de los pocos que llevan d¨¦cadas investigando. Los estudios epidemiol¨®gicos que ha elaborado apuntan a que al menos el 8% de los espa?oles adultos la sufren. En otros pa¨ªses, como Estados Unidos, el porcentaje alcanza el 15%.
El colon irritable es ya una de las principales causas de visita a los especialistas del aparato digestivo. Sin embargo, su tratamiento, coinciden los expertos, debe ser multidisciplinar. Es necesario abordar todos los frentes: no s¨®lo el fisiol¨®gico, sino tambi¨¦n el psicol¨®gico y el nutricional. Los alimentos no caen igual en todos los est¨®magos. "Cada uno debe confeccionar su propia dieta", dice Mart¨ª, que pone un ejemplo: "El arroz, que se supone que es bueno, no a todo el mundo le va bien". Los especialistas tambi¨¦n est¨¢n de acuerdo en que se deben evitar las comidas picantes y fuertes, el alcohol, el tabaco, las bebidas con gas y cafe¨ªna, la boller¨ªa, el chocolate y la leche de vaca. Mart¨ª recomienda, adem¨¢s, que se apunte en un diario las comidas y cenas de cada d¨ªa y los s¨ªntomas que aparecen, para empezar a reconocer cu¨¢les son los alimentos que el organismo no soporta.
Tambi¨¦n es beneficioso el ejercicio f¨ªsico frecuente, que mejora la movilidad del intestino. La manzanilla, las infusiones con jengibre o las aguas minerales ricas en magnesio ayudan a sobrellevar el malestar.
Los afectados reclaman que las autoridades les tengan en cuenta y adapten el espacio urbano a sus necesidades. "Necesitamos m¨¢s lavabos en las ciudades", reivindica Mart¨ª. "En las estaciones de metro, en las paradas de autob¨²s. Necesitamos poder entrar al ba?o en los bares sin tener que consumir. Muchas veces incluso es un problema esperar a que te den la llave", contin¨²a. Lo que para alguien que no sufre la enfermedad es un detalle menor, para los afectados es fundamental.
En muchos casos, la acumulaci¨®n de situaciones como las descritas acaba afectando a la seguridad personal y la autoestima. "Est¨¢ siempre presente. A m¨ª me ha amargado la vida. Nunca lo hab¨ªa hablado con nadie, hasta hace poco. El a?o pasado volv¨ª a la Facultad y era un martirio. En el metro lo pasaba fatal. No me ha dejado ser yo mismo", explica Ramos.
La enfermedad "ataca en mayor medida a las mujeres que a los hombres, y sobre todo a las mujeres menores de 40 a?os", detalla Ram¨®n Ang¨®s, especialista del aparato digestivo de la cl¨ªnica Universidad de Navarra. Aunque todav¨ªa hay lagunas, se ha avanzado bastante en la investigaci¨®n sobre las causas de la enfermedad. "Sabemos que hay factores hormonales, gen¨¦ticos -por eso en algunas familias es m¨¢s frecuente que en otras- y que en algunos casos se manifiesta despu¨¦s de una gastroenteritis", relata el doctor Mear¨ªn.
Ant¨ªa Rodr¨ªguez, de 26 a?os, piensa que en su caso ha heredado la enfermedad de su madre. "Yo creo que siempre la he tenido", explica, pero fue el verano pasado cuando empez¨® la primera crisis. "Me dol¨ªa much¨ªsimo la barriga, me daban c¨®licos, no pod¨ªa trabajar. Estaba fatal", dice. No era la primera vez que le ocurr¨ªa, pero esa vez el malestar se instal¨® una semana entera. "Primero me dijeron que pod¨ªa ser un tumor en el abdomen, pero despu¨¦s las pruebas concluyeron que no ten¨ªa nada", cuenta. Ese nada era algo: colon irritable. El m¨¦dico le recet¨® una dieta estricta: sin caf¨¦, sin alcohol y sin legumbres. "Hace tiempo que no me da", dice Rodr¨ªguez, que relaciona la aparici¨®n de los s¨ªntomas con un periodo de "muchos nervios". Dentro de los afectados, ella se encuentra en el grupo de los afortunados. "Puedo vivir perfectamente con ello", reconoce.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.