El copago y la privatizaci¨®n, escollos del pacto sanitario

La idea de obtener un pacto sobre la sanidad que haga que el sistema de atenci¨®n no dependa de los vaivenes pol¨ªticos -lo mismo que se hizo con las pensiones en el pacto de Toledo- gan¨® hace a?o y medio, cuando lo propuso IU, el apoyo de casi todos los grupos parlamentarios -el PNV se considera al margen porque el Pa¨ªs Vasco tiene un sistema propio de financiaci¨®n-. Pero llevarlo a cabo ha sido imposible. La semana pasada, el presidente de la subcomisi¨®n correspondiente, Gaspar Llamazares, dio por fracasado el intento. Seg¨²n ha explicado hoy hay dos causas: "la voracidad de la derecha", y la "indiferencia del Gobierno".

Llamazares reparti¨® hoy el texto de 60 puntos que especifica las l¨ªneas generales de lo que deber¨ªa ser ese acuerdo, seg¨²n lo que se debati¨® en la subcomisi¨®n correspondiente. El documento navega entre las propuestas concretas y las declaraciones de principios. Y es en las primeras en las que se basa el rechazo de CiU y PP.

Entre los enunciados pol¨¦micos est¨¢ que se aumente la financiaci¨®n para la sanidad -algo en lo que todos est¨¢n de acuerdo-, y que esta sea finalista. Llamazares concret¨® en que se tratar¨ªa de dedicarle un punto m¨¢s del PIB. La segunda parte supondr¨ªa cambiar el modelo de financiaci¨®n auton¨®mica, seg¨²n el cual el Gobierno central reparte un dinero entre las comunidades y estas lo gastan en lo que quieren. Con la nueva propuesta, parte de ese dinero -que se sugiere salga, entre otros, de impuestos al tabaco y el alcohol- solo se podr¨ªa usar en sanidad.

Pero donde hay m¨¢s rechazo es en el tema del copago. El documento presentado a los grupos habla directamente de su "rechazo", con la salvedad de que se modifique el de los medicamentos (los jubilados no pagan y los trabajadores s¨ª). Para Contxita Terruellas, portavoz de CiU, esto es inaceptable, porque debe permitirse el debate.

El otro punto de fricci¨®n est¨¢ en los modelos de los sistemas sanitarios. Se trata, en definitiva, de permitir que los servicios se privaticen o hacer una apuesta por los servicios p¨²blicos. Pero aqu¨ª hay muchos matices. El PP tiene en varias comunidades, sobre todo Madrid y Valencia, modelos de conciertos muy amplios con aseguradoras privadas y otros modelos de gesti¨®n. En Catalu?a tambi¨¦n hay dudas, porque de hecho el sistema sanitario se basa en el concierto con dos grandes redes privadas. El documento propone que se haga una evaluaci¨®n de estos sistemas, ya que, seg¨²n Llamazares, "son mucho m¨¢s caros que una gesti¨®n privada".

Hay otros aspectos, como la participaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas, que tambi¨¦n levantan ampollas. La Ley de Cohesi¨®n y Calidad que se aprob¨® cuando gobernaba el PP dej¨® un Consejo Interterritorial con muy pocas capacidades decisorias. Hay grupos que creen que esto debe cambiar, y as¨ª lo recoge el documento, pero los l¨ªmites a esta nueva ordenaci¨®n no est¨¢n claros (el PP ha llegado a proponer, ahora, que las comunidades participen en la elaboraci¨®n del presupuesto del ministerio).

El resultado es que el Congreso tira la toalla, lo que, sin embargo, no quita para que la ministra de Sanidad crea que un pacto todav¨ªa es posible, pero en el marco de las reuniones con los representantes de las Administraciones auton¨®micas.