As¨ª chocan dos asteroides

Un supuesto cometa descubierto a principios de 2010 ha resultado ser el fruto de una colisi¨®n de dos asteroides rocosos, han concluido dos equipos cient¨ªficos tras estudiarlo durante varios meses. Al observar la estructura en forma de X con cola, con el Hubble, en enero pasado, el equipo liderado por David Jewitt crey¨® que estaba viendo una colisi¨®n muy reciente, pero no estaba seguro.

"Cuando vi las im¨¢genes del Hubble supe que era algo muy especial", dice la astr¨®noma Jessica Agarwal, que trabaja para la Agencia Europea del Espacio (ESA) en Holanda. "El n¨²cleo estaba separado de la nube de polvo y se observaban complejas estructuras en el polvo". "Cre¨ªamos que era un acontecimiento que acababa de ocurrir", dice Jewitt.

Despu¨¦s de cinco meses de observaciones, al comprobar que el objeto se est¨¢ expandiendo muy despacio, los astr¨®nomos dedujeron que la colisi¨®n se produjo casi un a?o antes de las primeras observaciones. Los c¨¢lculos de este equipo y de otro que trabaja con la sonda Rosetta de la ESA sit¨²an la colisi¨®n en febrero o marzo de 2009 y las im¨¢genes son las primeras que registran un choque de este tipo. Los cient¨ªficos de Rosetta utilizaron la c¨¢mara Osiris de la sonda que se acercaba al cintur¨®n de asteroides para observar el objeto y concluir que era el resultado de una colisi¨®n, ya que la cola, adem¨¢s de estar separada del cuerpo, est¨¢ formada por part¨ªculas bastante grandes, de m¨¢s de un mil¨ªmetro de di¨¢metro. Los dos trabajos se publican en la revista Nature.

El objeto, denominado P/2010 A2, est¨¢ en la parte interna del cintur¨®n de asteroides situado entre las ¨®rbitas de Marte y J¨²piter, una zona en la que no se han observado cometas.

Los c¨¢lculos indican que un asteroide de entre tres y cinco metros de di¨¢metro choc¨® con otro de mayor tama?o, a una velocidad de unos 18.000 kil¨®metros por hora, lo que produjo la destrucci¨®n del peque?o y la reducci¨®n en tama?o del otro hasta sus 120 metros actuales. La presi¨®n de la radiaci¨®n solar produjo la cola que llev¨® a creer, en un primer momento, que se trataba de un cometa. Los astr¨®nomos, sin embargo, no tienen todav¨ªa una buena explicaci¨®n para la forma de X.