"Wikileaks no es un nuevo periodismo, es un s¨ªntoma de los ¨²ltimos a?os en Internet"
Los directores de la coalici¨®n informativa ('El PA?S', 'The New York Times', 'Le Monde', 'The Guardian' y 'Der Spiegel') nacida a ra¨ªz de la publicaci¨®n de los papeles de Wikileaks debaten en Madrid sobre el futuro del periodismo
La transparencia no puede ser total. Los medios deben intervenir a la hora de seleccionar qu¨¦ debe ser publicado. Para entre otras cosas, no poner en riesgo vidas humanas. Este es uno de los puntos en los hubo acuerdo hoy entre los cinco directores de la coalici¨®n informativa nacida a ra¨ªz de la publicaci¨®n de los papeles del Departamento de Estado. Fue una tarde de gran debate en torno a todo lo que ha generado la publicaci¨®n de los cables de Wikileaks.
Abri¨® fuego Javier Moreno, director de El PA?S, afirmando sin ambages: "Las revelaciones de Wikileaks son el mayor acontecimiento period¨ªstico de los ¨²ltimos a?os". Esgrimi¨® que el trabajo con los papeles del Departamento de Estado se ha convertido en una reivindicaci¨®n de ese viejo oficio llamado periodismo. ?Hemos entrado en nueva era period¨ªstica? Bill Keller, director de The New York Times , respondi¨® de modo contundente. "Wikileaks no invent¨® una nueva era en periodismo, es m¨¢s un s¨ªntoma de lo que est¨¢ ocurriendo en los ¨²ltimos a?os en Internet".
Sylvie Kauffmann, directora de redacci¨®n del vespertino Le Monde, record¨® una vieja historia para ilustrar la importancia que ha tenido la difusi¨®n de los papeles de Wikileaks. Ella era una joven estudiante en Bilbao cuando Espa?a daba sus primeros pasos para salir de una larga dictadura. Asisti¨® en esos d¨ªas al nacimiento de una nueva prensa en Espa?a, al nacimiento de EL PA?S. "Vi el inmenso papel que jugaba la prensa en la democracia. Entonces decid¨ª que quer¨ªa ser periodista". Para Kauffmann, la parici¨®n de Wikileaks es un nuevo ejemplo de ese v¨ªnculo crucial entre prensa y democracia. "El cablegate no ha cambiado el periodismo en lo fundamental, pero ha tra¨ªdo mucho a nuestro esfuerzo por conseguir m¨¢s transparencia".
La transparencia, fue de hecho, uno de los puntos clave del debate. Moreno se hizo eco de la presi¨®n que ha recibido EL PA?S, en Espa?a, para que se publicaran todos los cables, en su integridad. Algo bien distinto a lo que le ocurri¨® a Bill Keller, director de The New York Times, al que la opini¨®n p¨²blica ped¨ªa respuestas por ofrecer informaciones de car¨¢cter secreto. Alan Rusbridger, de The Guardian, terci¨®: "No pod¨ªamos poner en peligro las vidas de gente totalmente inocente". Y record¨® un episodio en el que los cinco medios tuvieron que poner su independencia sobre a la mesa frente a la administraci¨®n norteamericana.
Las autoridades de EE UU no quer¨ªan que se publicaran determinadas informaciones sobre Yemen. Aduc¨ªan que pon¨ªa en peligro a un aliado en la lucha contra el terrorismo. The New York Times fue el medio encargado de recabar estas opiniones acerca del Gobierno de Obama, un procedimiento habitual cuando un peri¨®dico va a publicar una informaci¨®n de car¨¢cter sensible, se anuncia la publicaci¨®n. "Consultamos con la Casa Blanca, pero tomamos nuestras decisiones". Las pegas de la administraci¨®n Obama no fueron tenidas en cuenta. "Tomamos en consideraci¨®n lo que nos dijeron, muy seriamente. Y decidimos publicar. Creo que el tiempo ha demostrado que fue lo correcto". En Francia, el rechazo inicial a la publicaci¨®n de papeles remiti¨® pasada la primera semana. En Alemania, la mejor reacci¨®n, dijo Georg Mascolo, director de Der Spiegel, fue la del embajador norteamericano en Berl¨ªn. Dijo que estaba muy enfadado, pero no con los medios, sino con Wikileaks, y con Estados Unidos por no haber protegido bien el material, cont¨® Mascolo.
La figura de Juli¨¢n Assange sobrevol¨® en varios momentos el debate: "Hay gente que lo adora y gente que ve en ¨¦l a un demonio. La posici¨®n m¨¢s inc¨®moda es la de decir que no es ni un mes¨ªas ni un diablo, porque recibes ataques de todas partes. Los directores coincidieron en que ser¨ªa grave que las autoridades norteamericanas persiguieran al fundador de Wikileaks por difundir secretos oficiales. "Ser¨ªa rid¨ªculo que se le encause ahora. ?C¨®mo podr¨ªa hacer eso ahora Estados Unidos con lo que est¨¢ pasando en el mundo?"
La charla concluy¨® con un an¨¢lisis del futuro del periodismo. "Hay futuro", dijo Keller, que record¨® que siempre se pens¨® que la radio y la televisi¨®n acabar¨ªan con la prensa escrita y no fue as¨ª: "La ¨²nica industria que cierra peri¨®dicos es la industria period¨ªstica. El futuro es online". Kauffmann apostill¨®: "Hay futuro para el periodismo. Para los peri¨®dicos esa es otra historia"
En la ronda final, Alan Rusbridger hizo una cerrada defensa porque los medios en Internet no sean de pago: "Tienes m¨¢s poder e influencia cuanto m¨¢s gente te lee. Cuanto m¨¢s est¨¦s en el coraz¨®n del nuevo ecosistema, mayor influencia tendr¨¢s en todo el mundo. Espero que esta visi¨®n inspire a los j¨®venes periodistas".
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