La Costa Rica cat¨®lica se atasca con la fertilizaci¨®n 'in vitro'
El ¨²nico pa¨ªs occidental que proh¨ªbe esta t¨¦cnica de reproducci¨®n asistida se enfrenta al ultim¨¢tum de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos
La cuenta atr¨¢s se agota el 31 de este mes. Quedan pocos d¨ªas del ultim¨¢tum y Costa Rica parece resignada a un juicio internacional por seguir siendo el ¨²nico pa¨ªs de Occidente que proh¨ªbe la fertilizaci¨®n in vitro. Poco hay por hacer. El Gobierno tir¨® la toalla, en el Congreso hay m¨¢s opiniones que diputados, los cient¨ªficos toman partido y las iglesias mantienen encendidos los cirios y las hogueras.
La Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la que han recurrido varias parejas costarricenses, concedi¨® recientemente una ¨²ltima pr¨®rroga, pero Costa Rica incumpli¨® su regla de dejar todo para el ¨²ltimo momento. En esta ocasi¨®n, simplemente pas¨® de todo. Falt¨® tiempo, falt¨® voluntad o la Iglesia es tan fuerte como se sospecha. Se avecina la demanda ante la Corte Interamericana, o al menos eso teme el Gobierno de la presidenta Laura Chinchilla, que debi¨® atenuar su fervor religioso por una vez para atender las obligaciones jur¨ªdicas internacionales. Ella, declarada por los obispos hija predilecta de la Virgen de los ?ngeles, puso su firma en una iniciativa de ley que envi¨® a ¨²ltima hora destinada al fracaso en el Congreso. Todav¨ªa se le pregunta si de verdad cree en el m¨¦todo de fertilizaci¨®n asistida.
Decenas de familias se han sumado a una demanda ante la CIDH
Ser¨ªa la Corte Interamericana, en su sede en el mismo San Jos¨¦, la que decida si tienen raz¨®n las 60 familias que se han sumado ahora a la demanda interpuesta en 2004 ante la CIDH por 10 parejas. De esas 10, una se retir¨® porque el Opus Dei la convenci¨® de que este m¨¦todo conduce al pecado, seg¨²n el abogado de los reclamantes, Gerardo Trejos, un exmonaguillo que ahora ataca el catolicismo. Su ¨²nico contacto reciente con la Iglesia lo tuvo mediante una carta en la que pidi¨® al arzobispo que prohibiera a todos los sacerdotes costarricenses que celebren una misa el d¨ªa de su muerte, por si la familia insiste.
"Esto llegar¨¢ a juicio a pesar de la cruzada cat¨®lica. La Iglesia est¨¢ provocando una lucha como la que tuvimos hace cuatro a?os por el TLC [Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que acab¨® en refer¨¦ndum nacional]", dijo Trejos, antes de leer con desgana una invitaci¨®n enviada a su correo para una vigilia "por la vida" ante el Congreso, el pasado 26 de julio, con velas y camisetas blancas, en contra de la fertilizaci¨®n in vitro. Esto se suma a la formaci¨®n sesgada dirigida a maestros de escuelas p¨²blicas en la provincia de Cartago y a las llamadas telef¨®nicas que algunos obispos hicieron a diputados el d¨ªa que mandaron al archivo el proyecto de Chinchilla.
Los cient¨ªficos han demostrado que tambi¨¦n pueden tomar partido y sus criterios sirven para atacar la fertilizaci¨®n in vitro y para defenderla. Para unos, el m¨¦todo crea vida que despu¨¦s aniquila; para otros, esta t¨¦cnica crea vida... y dinero. Nadie niega que suele haber negocios detr¨¢s de cada causa y, en este caso, cada tratamiento costar¨ªa 10.000 d¨®lares por pareja, algo parecido a lo que cobran en Panam¨¢, destino com¨²n para las decenas de costarricenses inf¨¦rtiles.
"Por eso estamos demandando que el Seguro Social d¨¦ este tratamiento", agreg¨® el abogado Trejos, quien advirti¨® que este detalle motiva el inter¨¦s de otros pa¨ªses del continente sobre lo que resuelvan los tribunales internacionales, los cuales tienen poca validez para los activistas provida, como se hacen llamar. "No debemos tener el temor a plantar nuestra soberan¨ªa como pa¨ªs", dijo en un semanario cat¨®lico el bi¨®logo genetista Alejandro Leal, un colaborador del Opus Dei que en noviembre de 2008 hablaba ante la CIDH en nombre del Estado (cat¨®lico por mandato constitucional). La complejidad es tal que este clamor por la soberan¨ªa lo comparten tambi¨¦n congresistas que apoyan la fertilizaci¨®n in vitro.
Leal aboga por prevenir la infertilidad y por otros m¨¦todos m¨¦dicos que, dice, son m¨¢s efectivos que la fertilizaci¨®n in vitro y adem¨¢s no matan a "los hermanitos", como advierte una controvertida campa?a radiof¨®nica pagada por la Iglesia, en la que se utiliza la voz de una ni?a. "Hola, soy Sofi, la tercera de tres hermanitos, y aunque mis papitos me amen con todo su coraz¨®n, s¨¦ que para venir al mundo mis otros siete hermanitos murieron en un laboratorio". El anuncio fue censurado hace dos semanas y se desat¨® entonces una discusi¨®n adicional.
Hay quien cree que esa campa?a no es tan inocente. Eso piensa Marlen Romero, madre de la ¨²ltima ni?a nacida por una fecundaci¨®n in vitro realizada en Costa Rica, antes de que la Sala Constitucional la declarara prohibida mientras no hubiera una ley espec¨ªfica. Esa ni?a tiene 10 a?os, se llama Sof¨ªa y es la tercera de tres hermanitos. "No puede ser una casualidad, por Dios", exclam¨® Romero.
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