Copenhague y las bicicletas conviven en armon¨ªa desde hace a?os. En la imagen, j¨®venes movi¨¦ndose por la ciudad un s¨¢bado por la noche... en dos ruedas.MIKAEL COLVILLE-ANDERSEN | CICLEMIKAEL COLVILLE-ANDERSEN | CICLEBicicletas en uno de los tranv¨ªas que circulan por Sant Joan Desp¨ª, en la provincia de Barcelona.MIKAEL COLVILLE-ANDERSEN | CICLEUn moderno taxi-bici por las calles de Par¨ªs. C¨®modo, ecol¨®gico y con asistencia el¨¦ctrica.MIKAEL COLVILLE-ANDERSEN | CICLEEn algunas ciudades holandesas el 60% de todos los desplazamientos se realizan ya en bicicleta. No es el caso de Barcelona, pero ante algunos sem¨¢foros ya se ven m¨¢s bicis que autom¨®viles.MIKAEL COLVILLE-ANDERSEN | CICLELos pa¨ªses del norte de Europa llevan ventaja en el uso de la bicicleta como transporte habitual. En la imagen, un modelo customizado para llevar a dos ni?os.MIKAEL COLVILLE-ANDERSEN | CICLELas bicicletas son para m¨¢s que hacer deporte: tambi¨¦n admiten tacones.MIKAEL COLVILLE-ANDERSEN | CICLE"La ciudad grande debe recuperar pr¨¢cticas de la peque?a, como la bicicleta".MIKAEL COLVILLE-ANDERSEN | CICLEEn grupo o en solitario, j¨®venes y no tanto, con destino ocioso o dirigi¨¦ndose a sus trabajos... Habitantes de Barcelona posan con sus bicis delante de uno de los monumentos emblem¨¢ticos de la ciudad: el Arco del Triunfo, dise?ado por Josep Vilaseca i Casanovas.MIKAEL COLVILLE-ANDERSEN | CICLEComo transporte, la bicicleta sirve de par¨¢metro para medir la satisfacci¨®n ciudadana.MIKAEL COLVILLE-ANDERSEN | CICLELa bicicleta fue un s¨ªmbolo de desarrollo social a finales del XIX, ahora vuelve a desempe?ar ese rol.MIKAEL COLVILLE-ANDERSEN | CICLEEn Espa?a se vive el fen¨®meno con efervescencia. Una mezcla de necesidad, contagio y moda.MIKAEL COLVILLE-ANDERSEN | CICLE
