Los militares de EE UU podr¨¢n declararse abiertamente gais
El Pent¨¢gono entierra la discriminaci¨®n pese a las resistencias en el Ej¨¦rcito
Despu¨¦s de dos d¨¦cadas de prohibici¨®n, el Pent¨¢gono ha certificado la validez de que los homosexuales presten servicio abiertamente en el Ej¨¦rcito, seg¨²n anunci¨® el presidente Barack Obama. ?ste ha firmado una certificaci¨®n, junto al secretario de Defensa Leon Panetta y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mike Mullen, en la que atestigua que las Fuerzas Armadas han tomado las necesarias medidas para "mantener intactos los niveles de preparaci¨®n, unidad, servicio" despu¨¦s de que se pase a aceptar que los soldados luzcan el uniforme sin ocultar su tendencia sexual.
"Todos los norteamericanos pueden estar orgullosos de que nuestras extraordinarias tropas, como generaciones previas que tambi¨¦n se adaptaron a otros grandes cambios, sigan manteniendo su fortaleza, gracias a los valores de justicia e igualdad", ha dicho Obama. Culminaba as¨ª un proceso de derogaci¨®n de una ley, conocida como 'Don't ask, don't tell' [en ingl¨¦s, 'No preguntes, no lo cuentes'], que prohib¨ªa a gais y lesbianas entrar en el Ej¨¦rcito si no escond¨ªan su sexualidad. Se abre ahora un periodo de 60 d¨ªas en el cual se aplicar¨¢ un programa de transici¨®n a la nueva normativa.
El Senado vot¨® en diciembre del a?o pasado a favor de derogar la ley, que permiti¨® expulsar a 13.000 tropas gais y lesbianas. Con la resistencia existente entre algunas ramas castrenses, como el mando de los Marines, el Pent¨¢gono ha tardado siete meses en analizar c¨®mo efectuar el cambio de forma segura para los soldados homosexuales. La de certificar esta transici¨®n fue la primera medida asumida por el secretario Panetta, que ha tomado este viernes posesi¨®n oficialmente de su cargo. Nada m¨¢s ser investido, acudi¨® a la Casa Blanca a notificarle al presidente el cambio.
La norma contra los gais se aprob¨® en 1993 con al apoyo de Bill Clinton. ?ste defendi¨® la ratificaci¨®n de la medida porque previamente a los gais se les expulsaba sin miramientos del Ej¨¦rcito. Bajo la nueva pol¨ªtica, se les expulsar¨ªa s¨®lo si manifestaban su sexualidad abiertamente. Es decir: en teor¨ªa, durante 17 a?os, los gais y lesbianas han podido lucir el uniforme sin han vivido su sexualidad de forma callada. Sin embargo, y contrariamente a las intenciones de Clinton, cuando inspecciones rutinarias han descubierto cartas privadas, diarios personales o correos electr¨®nicos donde la homosexualidad del soldado ha quedado al descubierto, a ¨¦ste se le ha expulsado igualmente.
En 2004 el grupo Log Cabin Republicans, que a¨²na a los gais conservadores de EE UU, present¨® una demanda contra el gobierno federal por considerar inconstitucional la ley. Desde entonces y hasta la llegada de Barack Obama al gobierno en 2009, las peticiones de cambio se enfrentaron a una oposici¨®n frontal por pate de la Junta de Jefes de Estado Mayor, alimentada por las repetidas advertencias por parte del cuerpo de Infanter¨ªa de Marina de que dejar entrar a los gais supondr¨ªa el final de la disciplina en las fuerzas armadas. En septiembre de 2010 un juez federal rechaz¨® esa tesis y orden¨® al Congreso que derogara la ley con presteza. El Senado as¨ª lo hizo, en diciembre.

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