Los metales m¨¢s codiciados
China, el principal productor de una veintena de elementos como el lantano llamados tierras raras, imprescindibles para la industria tecnol¨®gica, ha reducido su exportaci¨®n aduciendo razones medioambientales. Consecuencia: los precios se han disparado
Hasta hace poco casi nadie las conoc¨ªa, pero ahora est¨¢n en boca de todos. De la noche a la ma?ana, las tierras raras han cobrado mayor importancia que el oro, y su control se ha convertido en raz¨®n para una guerra comercial sin cuartel que ya ha llegado incluso a la Organizaci¨®n Mundial del Comercio. Los lant¨¢nidos verdes se han convertido en los metales m¨¢s codiciados en el mundo hipertecnol¨®gico del siglo XXI. Ser poseedor de materias primas clave siempre ha sido una importante ventaja comparativa, pero en este caso la situaci¨®n es extraordinaria.
Se trata de una veintena de elementos utilizados en la producci¨®n de todo tipo de aparatos electr¨®nicos. Son vitales en la automoci¨®n experimental, sobre todo en veh¨ªculos h¨ªbridos y el¨¦ctricos, y la industria militar hace uso de ellos en los sistemas de guiado de misiles, por ejemplo. Tambi¨¦n ayudan a salvar vidas, ya que permiten que las m¨¢quinas de resonancia magn¨¦tica, las m¨¢s sofisticadas en la detecci¨®n de tumores y otras afecciones, reduzcan su peso a una d¨¦cima parte y sean mucho m¨¢s f¨¢ciles de transportar. En definitiva, las tierras raras s¨®lo tienen un problema: m¨¢s el 90% de la producci¨®n se da en China.
Se utilizan en automoci¨®n (veh¨ªculos h¨ªbridos y el¨¦ctricos), producci¨®n de aparatos electr¨®nicos y, en sanidad, permiten que las m¨¢quinas de resonancia magn¨¦tica disminuyan su peso a una d¨¦cima parte
Y el gigante asi¨¢tico, que hasta hace poco los comercializaba, en palabras de un editorial del diario oficialista Global Times, "a precio de patatas", ha decidido sacarles mayor provecho. As¨ª, el a?o pasado redujo casi en un 40% la cuota destinada a la exportaci¨®n, provocando el p¨¢nico de los mercados y la ira de varios gobiernos. A pesar de las palabras conciliatorias de sus dirigentes, el pa¨ªs ha agravado la medida a primeros de este a?o con una reducci¨®n adicional del 11%.
Consecuentemente, como sucede siempre que la demanda -que crece un 5% anual- supera a la oferta, los precios se han disparado. Por ejemplo, el polvo fluorescente, que se utiliza en bombillas de bajo consumo y que contiene tierras raras como el lantano y el cerio, ha pasado de cotizarse en el Mercado de Metales de Shanghai a 300 yuanes (32 euros) el kilo en enero, a los 2.500 yuanes (271 euros) que se pagaban en junio. As¨ª que, seg¨²n el diario China Daily, muchos productores de bombillas han decidido frenar la producci¨®n a la espera de que la materia prima se deprecie. Otros minerales, como el ¨®xido de cerio, cuestan fuera del Gran Drag¨®n m¨¢s de 78.000 euros por tonelada m¨¦trica, cuatro veces el precio que tiene en sus dominios.
Todo apunta a que los productores de bombillas van a tener que esperar. Porque hace dos a?os China aprob¨® la 'Hoja de ruta de la industria de Tierras Raras 2009-2015', un documento que pas¨® desapercibido pero que ahora se comienza a apreciar en su justa importancia. El texto incluye la necesidad de disminuir la producci¨®n para elevar los precios, un efecto que se acent¨²a por el incremento en los aranceles que gravan estos minerales -hasta superar el 40%-, algo que terminar¨¢ repercutiendo directamente en los consumidores del todo el mundo. Es una vertiente m¨¢s de la exportaci¨®n de inflaci¨®n que ha comenzado China.
No obstante, el Partido Comunista asegura que la raz¨®n de las restricciones a la exportaci¨®n -el a?o pasado produjo en torno a 120.000 toneladas, de las que 30.258 acabaron fuera de sus fronteras- es medioambiental. La extracci¨®n de las tierras raras es muy contaminante, y, dicen los dirigentes, China busca un desarrollo sostenible. Pero las empresas tienen una visi¨®n muy diferente del problema. Algunos ejecutivos nombrados por el diario The New York Timesaseguran que lo que busca el gigante asi¨¢tico es impedir la expansi¨®n de industrias clave fuera de China, un pa¨ªs que consume el 60% de la producci¨®n total mundial de tierras raras. Para evitar los impuestos que gravan su exportaci¨®n, algunas compa?¨ªas ya han hecho las maletas y se han establecido en la tierra de Mao a pesar de que temen la transferencia tecnol¨®gica y el robo de la propiedad intelectual.
Sin duda, este es un monopolio extra?o, porque el gigante asi¨¢tico s¨®lo cuenta con un 36% de las reservas mundiales de estos elementos. Algunos pa¨ªses, como Jap¨®n, ya buscan proveedores alternativos, pero construir la infraestructura necesaria para extraer las tierras raras lleva su tiempo. Y, efectivamente, esta miner¨ªa es altamente contaminante, raz¨®n por la que hace ya tiempo que los pa¨ªses m¨¢s desarrollados abandonaron su producci¨®n. Al fin y al cabo, como suced¨ªa con muchas otras cosas, China las estaba vendiendo a precio de patatas.
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