El desconcierto de un informe educativo

Esta semana ha aparecido el informe Panorama de la educaci¨®n. Indicadores de la OCDE 2011, analizado por el Instituto de Evaluaci¨®n del Ministerio de Educaci¨®n y donde aparecen datos del a?o acad¨¦mico 2008-2009 y se ofrece informaci¨®n comparativa con los pa¨ªses de la OCDE y la UE.

Lo primero que se constata es que los datos no son muy diferentes a los a?os anteriores, quiz¨¢ este curso ha llamado m¨¢s la atenci¨®n medi¨¢tica por los recortes en la ense?anza de algunas autonom¨ªas y las quejas del profesorado.

La lectura del informe es, por una parte, tranquilizadora (no vamos tan mal) y por otra desconcertante (?c¨®mo es posible?).

Viniendo de donde venimos, es cierto que tenemos m¨¢s ciudadanos que antes que est¨¢n m¨¢s a?os estudiando (una vida escolar de 17,2) y que han finalizado la Ense?anza Obligatoria a pesar del abandono, ha aumentado la escuela infantil y se ha disparado la educaci¨®n superior (quiz¨¢ excesivamente). Y otros datos positivos que analiza el informe. Aunque se ha de recordar que los datos son de 2008, antes de los recortes que se est¨¢n haciendo en educaci¨®n; por ejemplo, es cierto que el gasto p¨²blico en educaci¨®n aument¨® hasta el 2008 pero ha ca¨ªdo en picado actualmente y a¨²n m¨¢s si comparamos las diversas autonom¨ªas.

Pero hay dos aspectos que deber¨¢n ser motivos de reflexi¨®n: uno es la relaci¨®n entre sociedad y educaci¨®n y la segunda, el profesorado.

Respecto a la primera, el informe remarca la evidencia de que cu¨¢nto m¨¢s nivel educativo, menos desempleo (aunque sea no en lo estudiado y de contrato basura) y m¨¢s salario. Y la parte m¨¢s interesante de este punto es que invertir en educaci¨®n se transforma a medio y largo plazo en mayores beneficios para el individuo y la sociedad, ya que se asocia positivamente la relaci¨®n entre educaci¨®n, salud, compromiso social y c¨ªvico, aspectos fundamentales para la convivencia en un pa¨ªs.

Respecto al segundo punto de reflexi¨®n, el profesorado, parece que los cantos de sirena del informe hacen que no se oiga m¨¢s que ruido. El profesorado cobra m¨¢s que la mayor¨ªa de pa¨ªses aunque le cueste m¨¢s a?os ganarse ese salario m¨¢ximo, tiene menos alumnos por clase (en la p¨²blica), tambi¨¦n trabaja m¨¢s horas (eso puede tener muchas lecturas) y, en correspondencia, los alumnos tienen m¨¢s horas lectivas.

Entonces, ?d¨®nde est¨¢ el problema? ?Por qu¨¦ esa sensaci¨®n de desastre, de fracaso y de quejas del profesorado? Primero constatamos en la lectura del informe que es posible que nuestro pa¨ªs tenga muchos estudiantes que no leen, que son vulnerables al fracaso ya que el nivel familiar educativo es bajo, hay una emigraci¨®n del 9,5% (distribuida de diferente forma) y, lo m¨¢s importante, muchos estudiantes tiene una relaci¨®n negativa en la escuela y con el profesorado.

Por tanto, no es la cantidad, aunque la inversi¨®n es necesaria, sino la calidad. Como queda patente en el informe, no es de recibo recortar profesores, material, presupuestos, etc¨¦tera, pero aunque fuera necesario por la crisis, se deber¨ªa centrar el debate en qu¨¦ estamos ense?ando al alumnado del siglo XXI. Qu¨¦ modificaciones curriculares, pedag¨®gicas u organizativas tenemos que realizar para que esa inversi¨®n en educaci¨®n se convierta en una mejora social. Si no estamos tan mal, pensemos que algo est¨¢ fallando y en primer lugar est¨¢n fallando las decisiones pol¨ªticas. Se yerra el tiro.